Es bastante generalizado el concepto  que la ciudad tiene poco que ofrecer en este rubro y es materia pendiente de los distintos sectores  que son muchos. públicos y privados, empeñados en el desarrollo turístico de la ciudad.

Pero la vida nocturna en Montevideo tiene una oferta que es por demás adecuada, especialmente, en relación al tamaño de la ciudad y a la duración promedio de estadías de los visitantes.

En un radio de 200 o 300 metros el centro de Montevideo cuenta con varias salas de espectáculos, todas de gran calidad y buen gusto, empezando por el Teatro Solís, histórico y renovado, el magnífico estudio auditorio del Sodre, la Sala Verdi, la Sala Zitarrosa y la Nelly Goitiño, una especie de “Quadrat d’Or” de las artes escénicas que sería un orgullo para muchas metrópolis.

Pero no todo termina aquí, las salas de teatro son numerosas y están esparcidas por toda la ciudad, ofreciendo los más variados repertorios.

Si para muchas guías turísticas “night life” y “dining” son sinónimos, la oferta gastronómica también es muy variada, con restaurantes de gran categoría, comidas étnicas y por supuesto una amplia gama de “parrilladas”.

Hay bares y pubs con música, las whiskerías y muy buenas discotecas, frecuentadas mayoritariamente por jóvenes.

No faltan salas de espectáculos dedicadas a la música uruguaya y al tango, auténticos reductos de los cultores del 2x4.

Y los casinos, desde luego.

No es este espacio, el lugar ideal para hacer un inventario del “Montevideo by Night” que los hay y muy buenos.

Señalamos si, la necesidad de revertir esta opinión de larga data aunque cada vez más alejada de la realidad.

Varias veces hemos señalado, de hecho hoy en esta misma edición, como Inglaterra  ha revertido, en pocos años, la fama de ser un país donde se come mal.

Montevideo debe encarar una estrategia para potenciar los atractivos de su vida nocturna y logrará así la quinta estrella que le corresponde.

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