A la necesidad de intercambiar experiencias, mostrar nuevos productos o servicios, se agrega la obligación de los destinos de mostrarse, oficiando como anfitriones de estos eventos, ante un público objetivo por demás interesante.
Los que llegan como visitantes, ya sean expositores, conferencistas o delegados, en su gran mayoría tienen una relación directa con el turismo y es muy beneficioso que conozcan un destino. Son Hoteleros, Tour Operadores, Compañías de Transporte, OPCs, periodistas o pertenecientes al sector inmobiliario. Todos pueden, de una forma u otra, entusiasmarse con el destino para hacer negocios e incluso invertir.
Son además, gente en permanente contacto con gente de todo el mundo y excelente comunicadores de las buenas impresiones y de las malas. La Industria local y las autoridades deben apoyar al máximo estos eventos, e incluso negociar con los organizadores para que estos faciliten el conocimiento del destino.
Muchos eventos se programan de tal modo que el visitante no sale del circuito aeropuerto-hotel-sede-hotel-aeropuerto. Esto es beneficioso para el evento, pero no agrega mucho al destino. Por elllo es muy conveniente que los actos sociales se realicen fuera de las sedes, para que los delegados puedan salir de ese circuito.
Aún aquellos destinos más populares siempre tienen algo nuevo para mostrar: un emprendimiento, una atracción, un nuevo establecimiento. Al delegado hay que atenderlo, agasajarlo, para que se lleve el mejor recuerdo de un destino. Y mas aún a los organizadores del evento.
Conocemos muchos casos de eventos que han cambiado de sede por no haber tenido una respuesta adecuada de la comunidad y las autoridades locales.
Estas líneas no aspiran a agregar conocimiento a los profesionales, solamente apelan al sentido común de quienes puedan estar involucrados en estos temas. Un sentido común que muchas veces dejamos de lado en el diario quehacer.
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