Si un viernes llueve, la capital colapsa
Martes, 19 Julio 2011 02:40
Entiéndase bien una vez más, temas como éste, es nuestra obligación tocarlos, aunque provoquemos enojos y sigamos pisando callos. El viernes pasado llovió en Montevideo y ¡cómo!. Sobre las 12.30, en la recepción de un hotel capitalino, solicitamos que nos consiguiesen un taxi. El personal del establecimiento, con gran vocación de servicio y verdadera preocupación, además de nuestra solicitud, tenía la de dos coches más. Ni un solo momento la persona encargada cejó en el esfuerzo y permanentemente, utilizando el "redial", insistió tratando de conseguir dos taxis para el aeropuerto y el nuestro, hasta Tres Cruces.
A las 13, 45 llegó el primer coche de alquiler, 5 minutos más tarde el segundo y a las 14, el nuestro. Cuesta imaginar que en muchas capitales del mundo, por más lluvia que caiga, un taxi demore una hora y media en llegar.
Los pasajeros que iban al aeropuerto, estaban muy nerviosos porque corrían el riesgo de perder el avión y nosotros, llegamos tarde a una reunión que teníamos marcada. No es la primera vez que ocurre este hecho, pasa siempre que llueve mucho y si es viernes, peor.
Entonces, en la capital de un país que apuesta al turismo, casos como éste deben ser analizados de inmediato y debe buscarse una solución, o bien definitiva (sería lo ideal) o paliativa de esta triste realidad.
No sabemos si sería efectivo en un 100%, tampoco si puede ser aplicable, pero creemos que no sería mala cosa tener previsto que se dispare una especie de Triage de transporte, dirigido a dar servicio a pasajeros, preferentemente, turistas (salvando las distancias con una emergencia dramática ocasionada por fenómenos climáticos o trágicos).
Cuando llueve en horas pico o en días como viernes o vísperas de feriado, colapsan las centrales telefónicas de los radiotaxis y de las empresas de remises.
Entonces, creemos que no sería mala cosa estudiar la factibilidad de poder poner en funcionamiento inmediatamente a la constatación de situación de colapso, un sistema sutitutivo del servicio de taxis y remises para turistas.
Pensamos en ómnibus partiendo del centro, pasando por hoteles camino al aeropuerto y viceversa. Además del aeropuerto, otros destinos a cubrir serían la terminal de ónmnibus, la de trenes y el puerto.
Los comentarios escuchados durante la espera, en portugués y también con acento porteño, no fueron nada amables con nuestro destino turístico. Segvuramente eran personas que habían disfrutado una buena estadía pero ante el riesgo de perder su vuelo de regreso a casa, se olvida todo lo bueno y se pone la mirada en solucionar el traslado a losa respectivos puntos de embarque.
Esa es finalmente, mal que nos pese, la impresión que se lleva el visitante, muy negativa.
Portal de América