Según un estudio reciente de Oxford Economics, la aviación en Panamá, de la cual Copa representa cerca del 80%, incluyendo su impacto en el turismo, contribuye con 14% al Producto Interno Bruto (PIB) de ese país y cerca de 240 mil empleos de forma directa e indirecta. Esto es adicional al impacto del Hub de las Américas en otros segmentos, tales como la logistica y las operaciones de sedes de empresas multinacionales.
Por otra parte, Copa Airlines, con fundamento en el artículo 199 numeral 8 del Código de Trabajo y las estipulaciones del Decreto Ejecutivo 81 del 20 de marzo de 2020, del Gobierno de la República de Panamá, ha solicitado ante el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel) la suspensión temporal de los contratos de trabajo de Copa Airlines a partir del 1 de mayo de 2020. Aún cuando en este momento la empresa no ha tomado la decisión de acogerse a esta suspensión, "debe estar preparada para el caso de que sea necesario, en el contexto de una recuperación de sus operaciones que tomará muchos años y será gradual".
Copa espera reiniciar operaciones al finalizar el período restrictivo, con menos de la quinta parte del total de frecuencias de vuelo y destinos existentes previo al impacto del Covid-19 en la región.
Copa cuenta con poco menos de 10 mil empleados y una flota de casi un centenar de aeronaves.
A pesar de que un reciente análisis de JP Morgan la situó como la empresa latinoamericana con más chance de superviviencia (10 meses), que la cotización en la Bolsa de Nueva York la coloca con un valor que es 15 veces mayor que la que viene en segundo lugar, las perspectivas anunciadas por el Presidente Ejecutivo Pedro Heilbron, están dando la pauta que el tiempo que se viene nos mostrará una empresa completamente diferente a la conocida.
Mientras en el mundo entero se habla de que los Estados irán al rescate de sus aerolíneas referenciales, lo único que Copa aguada de parte del gobierno panameño es que no le aplique cargos por el masivo estacionamiento de su flota en el Aeropuerto de Tocumen.
Es muy probable que una importante porción de las aeronaves sean trasladadas al desierto de Arizona para su estacionamiento, donde hay más de 4.000 aviones militares de todo tipo acumulados desde el final de la Segunda Guerra Mundial en casi 11 kilómetros cuadrados, en la base aérea de Davis-Monthan Arizona, el mayor cementerio de aviones del mundo.
Una de las razones por las que el de Davis-Monthan se ha convertido en el mayor cementerio de aviones del mundo es su clima. Arizona es un lugar de calor seco, con baja humedad y poca lluvia, por lo que los aviones tardan más en oxidarse y degradarse. Además, bajo el suelo hay una subcapa similar a la arcilla llamada caliche, lo suficientemente firme como para poder aparcar los aviones directamente en el desierto sin tener que gastar dinero en crear pistas de estacionamiento. Por el contrario, el clima en Panamá es húmedo.
Copa Airlines hasta el pasado mes de marzo, operaba dos vuelos diarios a Uruguay; tres a Paraguay y siete a Argentina.
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