Según lo informado por el operador, la iniciativa se completó con dos Airbus A310 que se sometieron a un reciclaje del 87% de sus componentes.  Este programa innovador, que apuesta a la gestión responsable del medio ambiente, intenta transformarse en un caso de éxito capaz de inspirar a las nuevas generaciones de empresarios en temas relacionados a la responsabilidad social para la industria de viajes y turismo.

El desmantelamiento se realizó bajo los lineamientos de la Asociación de Reciclaje de Flota de Aeronaves (AFRA, por su sigla en Francés) en base al sistema de gestión ambiental que presentó la Autoridad de Aeropuertos en Canadá en coordinación con una consultora en la materia de desarrollo sustentable. 

Air Transat es la aerolínea chartera más importante de Canadá.  Cada año transporta unos 3 millones de pasajeros a unos 60 destinos en 30 países, mediante una flota de Boeing de pasillo único y Airbus de fuselaje ancho.  La compañía posee un capital humano de 2.000 colaboradores. 

Mientras tanto, aquí en el Uruguay hay 2 Boeing 737-200 abandonadas desde hace 7 años en el Aeropuerto Internacional de Carrasco, cerca de una de las cabeceras de la pista.  A esto se suma 5 aeronaves Bombardier CRJ900 Next Generation que están varadas hace 3 años a partir del cierre da la compañía de bandera y que a la fecha no se han logrado vender, luego de las negociaciones avanzadas con el intermediario Strategic Air Finance (SAF) basado en Miami. Este mes se agregaron 2 aviones ATR 72-500 de la suspendida BQB Líneas Aéreas, a la plataforma de aviones que no vuelan.  Un verdadero "lujo de la miseria" para un país tan pequeño que necesita urgentemente una Aerolínea Nacional de Referencia (ANR). Si la tendencia se mantiene, quizás sea un buen momento para comenzar a implementar un programa de reciclaje de aeronaves…

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