Luego de introducida la necesidad de su desarrollo en el primer presupuesto quinquenal del primer gobierno del Frente Amplio, entre 2006 y 2008 se realizaron las primeras acciones tendientes a su desarrollo. Tras un fallido intento de incorporación de los privados a este desarrollo, a partir de 2009 se cambió la forma de encarar el tema, y ese sistema es el que permite presentar los actuales resultados.

El Turismo Social ha sido encarado por el gobierno como una herramienta de inclusión social, y puso al turismo en sí como un Derecho Humano. El sistema hace foco en cinco grupos: estudiantes, jóvenes, quinceañeras, trabajadores y adultos mayores. Al presente, la acción directa del ministerio ha permitido que al presente 30.000 personas de esos grupos provenientes de 180 localidades, algunas de menos de 200 habitantes, pudieran viajar a 74 destinos en el país. En la mayoría de los casos era la primera oportunidad que tenían de realizar un viaje. En el mismo período, el Sistema de Turismo Social, que abarca un conjunto de reparticiones públicas que trabajan en este segmento, benefició a casi 90.000 uruguayos.

En esta primera década de funcionamiento de este programa se involucraron 50 gobiernos locales y 150 operadores privados.

La ministra de turismo apuntó a que en los próximos años el Turismo Social deba consolidarse como un sistema nacional que incluya además al Ministerio de Educación y Cultura, Centros MEC, la Administración Nacional de Educación Pública, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, el Banco República y las intendencias.

Otro punto destacado es que el Turismo Social no es una oferta de baja calidad, sino que es la misma que para los otros sectores de la sociedad.

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