Pero no se engañen: este nuevo impuesto no está dedicado a los residentes sino a los turistas. La Unión Europea, dice la consejera, no permite distinguir entre turistas y residentes, por lo que aunque todo el mundo inicialmente tendría que pagar, se estudia el modo de compensar a los residentes de este gasto. La consejera indicó al citado diario que “los residentes no tiene por qué asumir todos los costes que generan vehículos y personas de otros lugares que emplean nuestro territorio. Hay que buscar una fórmula que sea legalmente aceptable y nos permita proteger a los nuestros”.
La situación de saturación de coches en las islas Baleares en los meses de verano es importante, debido a que la presencia de turistas es más alta que nunca. Este incremento tiene lugar por la apertura al mercado de miles de plazas de apartamentos turísticos, que añaden presión sobre el entorno.
Entre los ejemplos que la conselleria tiene estudiados está el de los camiones que Alemania quiere grabar con un impuesto por usar su red de autopistas. La conselleria está al tanto de que ese impuesto no se puede aplicar únicamente a los extranjeros, cosa que toma en cuenta en sus trabajos internos.
La consellera está igualmente al tanto de que la creación de una tasa así debería hacerse por ley, cosa que no es competencia de su institución. Sin embargo, dice que no descarta que se pueda crear una ley autonómica que regule este impuesto.
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