Para efectivizar esta medida, el Govern no espera a una reunión con el Presidente Sánchez, sino que pedirá el aval judicial, por lo que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) tendrá que pronunciarse a lo largo de la semana. De tener el visto bueno, las limitaciones entrarán en vigor la noche del jueves al viernes en Cataluña, la primera comunidad que vuelve a instaurar duras restricciones tras la desescalada. El toque de queda se aplicará automáticamente durante 15 días, con la Navidad y el Fin de Año de por medio.
Hay que señalar que estas medidas que se toman en plena semana navideña, llegan un mes y medio después de que empezara la sexta ola el 2 de noviembre, y con los contagios ya desbocados.
La variante ómicron en Cataluña ya representa el 30% de los positivos y la Generalitat calcula que será mayoritaria a partir de la semana que viene. En la última semana los nuevos infectados son más de 5.000 diarios. Pese a la mitigación por las vacunas, la alta transmisión e incidencia ha aumentado la presión hospitalaria y actualmente hay casi 1.300 hospitalizados por coronavirus, de los cuales 310 están graves en Cuidados Intensivos.
La velocidad de reproducción de la enfermedad (rt) está en Cataluña en 1,70 y el porcentaje de positividad de los test de antígenos y PCR se sitúa en 11,46%, el doble de lo que fija la OMS para considerar si una pandemia está controlada o no.
Además de las restricciones, la Generalitat también está presionando con la vacunación, incluído el avance con la tercera dosis a mayores de 60 años y vacunados con AstraZeneca independientemente de la edad.
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