Según la Ley del estado de Nueva York, está prohibido alquilar una vivienda por menos de 30 días a menos que el residente permanente también esté presente. Adicionalmente se deben pagar impuestos por esta actividad económica. Desde Airbnb, que tiene una fuerte campaña en marcha para promocionar sus servicios como una ayuda económica a los ciudadanos, se reafirmaba este jueves que se ha ayudado a un sinnúmero de familias a “pagar sus facturas y estar en sus casas”.

El portavoz de la empresa dijo que los datos que maneja la Fiscalía en su informe son incompletos y antiguos, ya que no contemplan las 2.000 ofertas de alquiler que fueron eliminadas en primavera. Airbnb se pide que se acabe con la falta de claridad para sus usuarios y que hayan “reglas claras y justas para que se puedan compartir las viviendas”. “Necesitamos trabajar juntos para tener unas reglas que permitan acabar con quienes no cumplen y proteger al resto que simplemente quiere compartir su vivienda”, se explica.

La Fiscalía, en su informe, cuestiona la premisa de que Airbnb ayuda a los neoyorquinos a tener un ingreso extra afirmando que tras muchas de las ofertas de vivienda hay empresas comerciales que operan múltiples negocios, una de ellas, ganó casi 7 millones de dólares en menos de cinco años. Además, se denuncia que muchas viviendas se han convertido en hostales ilegales y que en muchos vecindarios se reduce la cantidad de edificios en los que hay opciones de vivienda a largo plazo.

En San Francisco, Airbnb había decidido añadir un 14% a la factura que emite a sus anfitriones, que responde al impuesto estipulado a los hoteles, en este caso de la citada ciudad, en donde la propia plataforma de alquiler pagará a la administración pública lo recaudado, como recogió preferente.com.

Portal de América - Fuente: www.preferente.com