Las otras voces, los otros corazones, los que miran de afuera
Jueves, 16 Octubre 2014 17:41

Las otras voces, los otros corazones, los que miran de afuera
De los tres actores fundamentales en el cierre de Pluna, el martes 14 en el lanzamiento de Alas Uruguay en el Aeropuerto de Carrasco estuvieron dos: el presidente Mujica y el ministro Pintado. Hace veintisiete meses, ellos dos y el exministro Lorenzo fueron desde el 5 de julio de 2012, para todos quienes integraban Pluna, poco menos que los enemigos y los causantes de sus desgracias. Hablamos de alrededor de 900 personas y sus familias en la interna y no menos de otros 5 mil empleados y sus respectivas familias en la relación indirecta.
Mintur verano 1250x115
Fiexpo 2024 1250x115
SACRAMENTO radisson
TSTT-1250x115
SACRAMENTO - proasur
CIFFT 1250x115
Arapey 1250x115


por Sergio Antonio Herrera, desde Salinas, Uruguay

Sin embargo, una parte de esos afectados estuvieron también en la terraza del tercer nivel, suponemos que la inmensa mayoría de los 225 que ingresarán a trabajar y por supuesto y como ya fue consignado, el directorio en pleno y los gerentes designados así como el resto del nivel ejecutivo.

Naturalmente, en los discursos hubo sinceros agradecimientos al presidente Mujica y también algunos otros a otras figuras, entre las que estuvieron Pintado y Liliam Kechichian.

Más allá que puedan caber diversas interpretaciones al respecto, es entendible que luego de veintisiete meses de un esfuerzo, de una espera interminable y de una incertidumbre cruel, quienes vieron coronada su lucha con la presentación en sociedad de lo que primero fue un sueño, luego un proyecto y desde ese momento realidad, demostraran su agradecimiento al presidente y hasta a los dos ministros mencionados.

Hemos sido testigos directos de cómo sobrellevaron este período varios de los actores de primera línea de la actual Alas Uruguay y podemos decir que hubo momentos muy duros, de dudas, de bronca, de incertidumbre y depresión y es por ello que luego de todo eso, comprendamos la reacción, entendamos su sentir.

Los actuales directores, el staff gerencial y ejecutivo apostaron a esto, pudieron apostar a esto, pudieron esperar. Achicaron sus presupuestos, tuvieron el respaldo de sus familias y a partir del martes, de alguna manera la vida empieza a devolverles con empleo y esperanza el esfuerzo realizado y la fe que tuvieron.

Pero hay otras realidades tanto o más duras o complicadas que las de quienes estarán desde el vamos en Alas Uruguay.

Hubo mucha gente que con el seguro de paro no podía sostener a su familia y tomó diversos caminos, los que ofrecía el mercado nacional, el regional o el internacional.

Hubo gente que se puso a vender ropa; otros a trabajar en seguridad o hasta de camareros y hubo quienes lograron entrar a BQB (la única otra posibilidad en el rubro a nivel nacional) y también en otras aerolíneas entre las que operan en Uruguay (los menos).

Pero hubo muchos en su casi totalidad pilotos, que se fueron a Chile, a Panamá, a Indonesia, Etiopía, Vietnam, Jordania.

El contrasentido de ser médico, arquitecto, escribano o ...piloto

Esa clase media de la que tanto nos hemos jactado toda la vida los uruguayos ha parido en su mayoría hijos ejemplares.

Con el esfuerzo y sudor de los padres, crecieron hijos que fueron a la facultad y lograron titularse en las más diversas carreras y a partir de allí fueron creciendo como profesionales y como seres humanos y formaron sus familias, eligieron a sus cónyuges y vinieron sus hijos, lo mismo que quienes eligieron ser pilotos, igualito.

Entonces cumplieron (y cumplen) sus jornadas laborales de más o menos exigencia pero al final de cada una de ellas, regresan a su casa, besan a sus hijos y hasta a veces logran jugar un rato con ellos o ayudarles con las tareas domiciliarias. Hay algunos de ellos que han elegido emigrar, que se han llevado a toda su familia al lugar del mundo que escogieron para vivir, pero fue una elección libre, personal, sin condicionantes. Son médicos, contadores, ingenieros en Estados Unidos, en Gran Bretaña, en España o en Argentina por propia elección pero si cualquiera de ellos quiere serlo en Uruguay, lo único que tienen que hacer es regresar.

Pero los pilotos, los que aman volar, los que sienten fascinación por conocer mundo y vivir otras culturas y que desde que comenzaron a formarse sabían que una vez graduados tendrían horas, días, fuera de su casa pero siempre volviendo, siempre viendo crecer a sus hijos, siempre pudiendo compartir la intimidad con su pareja, siempre visitando a la vieja o al viejo y yendo al estadio de vez en cuando a ver a su cuadro o hacer un asado con amigos. En definitiva, ser un uruguayo más.

El martes por un rato en el aeropuerto me puse en la piel de alguno de los muchachos que está en Chile, en Panamá o en Etiopía, no importa de quien y pensé: "se tuvo que ir porque no tenía otra opción, había que pagar la educación y la comida de los nenes, la cuota del auto y mantener el nivel de vida por el que tanto había estudiado, trabajado y logrado"...

Y de alguna manera imaginé que lo veía siguiendo las noticias a través del smartphone o de la tablet y seguramente conectado con algún familiar o colega preguntando ¿y qué tal? y supongo que alguna lágrima le debe haber rodado por sus mejillas, como las que me aparecen de improviso a mí escribiendo esto, ahora, a media tarde en la Costa de Oro, en Uruguay, ese lugar del que él está a miles de kilómetros y por ejemplo esta noche, no podrá arropar a su hijos para que duerman y tampoco hacer el amor con su mujer.

Con la misma comprensión que tengo para entender a quienes el martes le agradecieron a Mujica, a Pintado y a Kechichian, puedo entender mucho más y contener a la distancia a ese piloto que se está preguntando: ¿qué hago yo acá, por qué no estoy ahí...?.

Portal de América

Comentarios  

¡Excelente Antonio!
Muy lindo artículo!
Si Mujica sugiere pedir disculpas a Calloia. que habria q pedirles a los sufridos pilotos y sus ffamilias? perdon es muy poco

Escribir un comentario

Promovemos la comunicación responsable. No publicamos comentarios de usuarios anónimos ni aquellos que contengan términos soeces o descalificaciones a personas, empresas o servicios.