En los días que corren de este invierno austral, se ha tornado muy incierto volar hacia o desde Uruguay. Luego de un junio realmente plagado de vuelos alternados a Ezeiza que generaron el desplazamiento de más de once mil pasajeros y cuantiosas pérdidas a las aerolíneas a causa de las inclemencias climatológicas y las carencias del ILS actual, han entrado en este mes de agosto a regir una serie de medidas reivindicativas de ACTAU, la asociación que nuclea a los controladores, que suponen demoras en las operaciones y éstas obviamente afectan directamente a los pasajeros y a las aerolíneas, con el consiguiente plus de costo económico adicional y complicaciones operativas ante la pérdida de conexiones.

Cualquier observador desavisado al enterarse que hay nuevas medidas reivindicativas por parte del gremio de los controladores tiene todo el derecho a pensar fastidiado: ¡¿otra vez?!.

Nosotros tenemos el privilegio de estar en contacto asiduo con la mayoría de los actores del sector y por ello estamos habilitados a decir sin temor a equivocarnos, que tienen un gran sentido del deber, que quieren lo mejor para el país y que están dispuestos al diálogo, a la coordinación, a la búsqueda de soluciones.

La pregunta entonces cae por su propio peso. ¿Por qué entonces no tenemos un sector aerocomercial dinámico, pujante, eficiente?

Y la respuesta es aún mucho más lógica: porque no existe coordinación, porque no hay hoja de ruta, porque no hay política de Estado y por ende, tampoco existe el presupuesto idóneo y las reglas de juego son desconocidas.

Julio Pedemonte

Como una nueva muestra de lo que decimos, podemos afirmar, luego de una charla sotenida en la sede de ACTAU con su Secretario y vocero más notorio Julio Pedemonte y con Mario Libran, integrante de la Comisión Fiscal, que el conflicto de los controladores, esas medidas que afectan a miles de pasajeros, a los sistemas de reservas y engrosan el rubro de números negativos en las finanzas de las aerolíneas, tienen origen en cuestiones muy atendibles, muy respetables, muy necesarias pero que...¡créase o no! no demandan ni el quiebre de ningún principio, ordenanza o regla intocable, y tampoco...¡multiplicado el créase o no!! ninguna inversión extra o afectación al presupuesto nacional, a la rendición de cuentas...¿nos siguen????

Se trata solamente de coordinar aspectos administrativos, de estandarizar los lineamientos de la carrera, de cambiarle el rubro a un método de remuneración por otro, en definitiva, en que tanto el Ministerio de Defensa como el Ministerio de Economía, la Oficina de Planeamiento y Presupuesto y la Oficina de Servicio Civil, cada una de esos organismos HAGA LO QUE DEBA HACER y que este asunto quede laudado.

Mario Libran

También sería bueno preguntarse, luego de mencionar a varios organismos estatales como acabamos de hacerlo, ¿cuál es la causa por la que en este tema NO TIENE NADA QUE VER el Ministerio de Transporte...¿alguien puede responderlo?.

En definitva, que alguien desde el Estado se ponga la pelota debajo del brazo como Obdulio y les haga sentir a los controladores que son parte del sistema, que no están ahí por alguna causa fortuita y que como "yaquestan" hagan como que trabajan y el Estado hace como que les paga.

¿Qué está muy mal que trabajen 120 horas al mes? o sea, ¿diez jornadas de 12 horas? lo que según muchos les permite tener otros "curros" y por eso ¿no pueden haber tres turnos de ocho horas?, perfecto, pero para que lo puedan hacer deben proveerles la posibilidad de llegar "en algo" o volver a sus casas en otro "algo" en las horas impropias de los turnos de madrugada hacia y desde el aeropuerto, porque...no hay transporte público a esa hora.

¿Habrá alguien que haya reflexionado buscando la causa por la cual en Uruguay ante un llamado para 15 vacantes de controlador de tránsito aéreo no se llegaron a cubrir todas y en Estados Unidos ante un llamado para cubrir 1.500 puestos se presentaron 25 mil personas?.

¿Habrá alguien que se haya puesto a pensar la causa por la cual un joven que busca trabajo entre las opciones de presentarse a un call center o a ser CTA, elige la primera casi sin dudar?.

¿Tendrá que ver que las requisitorias y la remuneración son casi las mismas y que si trabaja en el call center no tendrá responsabilidad civil o penal ante un fallo en su gestión?.

Suponemos que habrá más de uno sorprendido a esta altura del artículo. Nosotros también lo estamos.

Hasta demostración de lo contrario, con el tema CTA creemos que estamos teniendo en el país un conflicto absurdo.

¿Habrá alguien que quiera imitar a Obdulio?

Compartimos el audio completo de la entrevista

Portal de América