Nunca estuvimos predipuestos contra esta empresa que si bien volaba con bandera uruguaya era de capitales bolivianos, pero siempre sostuvimos, casi desde que se instaló en el país, al comprarle los derechos a BQB, que no era de ningún modo la solución que requería Uruguay para solucionar sus carencias de conectividad y de adecuación tarifaria.
Ello nos causó la interrupción total del diálogo más algunas acciones que es mejor no comentar siquiera.
En más de cuatro años operando en el país, no pudo desarrollar ni la malla de vuelos, ni la flota necesaria, ni generar los empleos que muchos suponían que podría.
Es una empresa que no tiene resto financiero y esa realidad quedó demostrada en todo este tiempo, inclusive con la incomodidad que está generando en el personal que deja en el seguro de desempleo, al plantear afrontar las indemnizaciones de modo diferido.
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Desde el Estado ya no podrá utilizarse ni como argumento ni como excusa que "está Amaszonas" como cuando se le reclamaba al gobierno de turno que Uruguay carecía de una aerolínea de referencia. Inclusive la -a esta altura- terquedad informativa de los medios masivos, y de muchos actores del sector que la señalaban como "aerolínea de bandera". Nosotros en todo momento sostuvimos que se trataba de una empresa "con" y no "de" bandera.
Con esta indesmentible decisión, la aviación comercial toca el fondo más oscuro de su historia, a partir de ahora Uruguay no tiene más aerolínea ni "de", ni "con" bandera y tampoco ninguna de referencia.
Es hora de mirar hacia el futuro y replantearse la coyuntura.
¿Puede un país pretendidamente serio; supuestamente destino turístico y pretendida sede cultural y diplomática regional NO tener servicio aéreo nacional?
Absolutamente no.
Por ello, sólo queda mirar hacia adelante y asumir las responsabilidades. El gobierno debe involucrarse definitivamente y los privados deben exigir.
Si queremos parecernos a un país serio y competitivo, debemos tener una aerolínea de referencia, CON bandera uruguaya.
Portal de América
Comentarios
Es cierto que la pandemia tiene que haber condicionado totalmente a esta empresa, pero jamás creí en los proyectos que anunciaban, desde los Dash 8-100 para volar a Salto y Rivera, hasta el 787 para volar a Miami.
En fin, ahora está el camino libre. Quizá el comandante Rama pueda conseguir inversores para volver a crear otra "UAir", esta vez sin competencia alguna.
Esperando que 2021 sea el año de la ANR, atentamente...