por Sergio Antonio Herrera, desde Salinas, Uruguay

Y ¡oh casualidad!, esta mañana El País bajo el título Detectan problemas en avión de Alas U (de paso, ¿para qué escribir el nombre correcto no?), vuelve a sugerir la misma infamia desvirtuada claramente por nosotros pero yendo un paso más allá, -lo cual pasa a ser gravísimo- con una cuota de irresponsabilidad alarmante para un medio de su nivel dice: "Fuentes del sector aeronáutico, en tanto, explicaron que el problema de desconocer la trazabilidad de un avión implica no conocer sus debilidades, lo cual implica riesgos en la seguridad".

Este tipo de información en temas aeronáuticos encarados por el citado medio no es novedad, es un estilo usado en todo el período de la Pluna de LeadGate para desacreditarla, a la vez que se cuidaba al extremo no publicar por ejemplo que a BQB la sancionaba la DINACIA y Defensa del Consumidor o que su aviones estuvieron a punto de caerse el año pasado. El domingo 11, hicieron el tristísimo artículo de dos páginas Las vacas no vuelan y apenas colocaron un par de líneas (les debe haber dado vergüenza antes de publicar, no poner nada) sobre el cierre de BQB 24 horas antes.

A propósito del título de las vacas...¿a cuáles se habrán referido?, ¿a las de Parmalat o a las de Talar?.

Jugar a echar sombras sobre la seguridad del transporte aéreo sin fundamento, es muy grave.

Lo cierto, lo real

Precisamente en aras de la seguridad, los excelentes técnicos de Alas Uruguay que viajaron a Ucrania para chequear ese primer avión detectaron que a uno de los motores del Boeing que arrendaron a la irlandesa Aergo le quedaban pocos ciclos (escaso tiempo útil antes de tener que someterlo a un riguroso y caro proceso de mantenimiento) y no lo aceptaron por lo que de inmediato el lessor en cuestión,  encargó a GECAS, General Eletric Aviation Service (¿hay que explicar quienes son?) un motor en condiciones que fue el que se exportó desde China -donde estaba- a Ucrania para Alas Uruguay.

La historia de ese motor, la que permite tener pleno seguimiento de su trazabilidad está perfectamente documentada y en manos de la gente de Alas Uruguay, quienes ya se lo hicieron saber a la autoridad aeronáutica y por otra parte, podemos informar que en la pasada jornada, en el mejor de los climas y con el profesionalismo que caracteriza a ambas partes, hubo una reunión en el predio contigüo al viejo aeropuerto.

Por algo en nuestro artículo de ayer hicimos referencia al personaje de Gasalla, la empleada pública que gritaba enardecida "¡para atrássssss!!!".

Todo esto que hace perder tiempo y pretende echar sombras sobre algo muy delicado, es generado por tristes personajes que encuentran en algunos comunicadores y en algunos seudocomunicadores, la inexplicable complicidad para fines tan abyectos.

La verdad, al igual que la justicia, tarda pero llega, pero el daño se sigue consumando y eso, además de tiempo, hace perder mucho dinero.

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