Estuvimos esperando esa noche con muchisima expectativa, y cuando llegó no defraudó, el desfile de llamadas incendió la avenida con su energía arrolladora. Armados con nuestras cámaras, capturamos cada instante de esta celebración que une fuego, ritmo y pasión
La noche montevideana, cálida y vibrante, se fundió con el sonido intenso de los tambores y el colorido de las comparsas que año tras año elevan su arte y profesionalismo. Fue una competencia reñida, llena de emoción y fuerza, que reflejó el alma de esta tradición que no deja de crecer.
Compartimos con ustedes esta galería que recoge la magia de una noche donde el tambor se convierte en corazón y la ciudad en escenario.




































































 
            
            


