Un mundo cada vez más lejos de ser análogo
Sábado, 25 Octubre 2025

Un mundo cada vez más lejos de ser análogo

El dilema ya no pasa por digitalizarse o no, pasa por querer ser parte de los nuevos tiempos o por ser un recuerdo de un mundo que cada vez está más lejos de ser análogo.

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por Nicolás Raffo Menoni, desde Montevideo

En ese escenario la transformación digital ya deja de ser una opción para pasar a ser un requisito sin el cual directamente dejas de participar en el juego.

Decir que la transformación digital llegó y es necesaria ya es formar parte del pasado, porque los cambios actuales y sobre todo en materia de avances en lo que refiere a las Tecnologías de la Información y Comunicación son abrumadores.

Siempre hemos mencionado que es necesario llevar a cabo esa transformación y también hemos mencionado que esa transformación debe hacerse con propósitos claros.     

Ya no vale el digitalizar por digitalizar, tiene que haber objetivos claros de para qué hacer esa transformación y para ello debe necesariamente aprenderse a como interactuar con estas nuevas tecnologías, tener recursos para poder adoptarlas y sobre todo tener tiempo para entenderlas.

Incluso un punto que le agrega más dramatismo a lo anterior pasa por el hecho de que no se trata solo de tecnologías, se trata de generar verdaderos cambios culturales y organizacionales que puedan acompañar estos procesos irreversibles.

Todo lo anterior parece super trillado.

¿Pero qué pasa en el Turismo? O incluso me atrevo a afirmar en la mayoría de las actividades que se quieran evaluar, donde la mayor parte del ecosistema está constituido por micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), que son las que menos músculo tienen para poder actuar.

Estas empresas, sin dudas no carecen de talento, ni de visión, ni de ganas de hacer las cosas bien, porque eso les sobra.

Lo que si les falta, en muchas ocasiones, es la necesaria capacidad adaptativa para sumarse a los tiempos que corren, que ya vimos que no esperan.   

Les falta en muchos casos el debido acompañamiento tecnológico para llevar a cabo esa adaptación y el tan necesario y escaso tiempo para hacer.     

Les falta la debida capacitación y alfabetización digital que permitiría abordar con éxito esta necesaria transformación.

Porque es una realidad, que esa adopción o transformación digital se puede hacer antes o después, en eso no hay problemas.    

El problema pasa por el hecho de que cuando más tarde hagas esa transformación o transición, menos capacidad de decisión y de opción vas a tener y accederás a las sobras que te dejen los que hagan primero y decidan como se juega en esa transformación.

En la cotidiana aparecen y desaparecen empresas y organizaciones en forma permanente y no pasa nada, el mundo no para y los únicos que sufren esas dolorosas desapariciones son quienes han emprendido y apostado a esos emprendimientos.

El problema adjunto a esa realidad, es que los sectores pierden en competitividad y en arraigo de los jugadores que se desempeñan en cada rama de la actividad.

Sin dudas se trata de una problemática que se debe abordar y sobre todo apuntalar, y en ese hecho aparece la gobernanza o mejor dicho el gobierno, que con sus acciones e iniciativas es muchas veces quien apuntala a estos sectores tan necesarios para todo el entramado social y económico de la sociedad.

Hablamos de desafíos políticos, económicos y sociales donde la gobernanza debe jugar un rol que sirva de puente para esas necesarias transformaciones entre el presente y el futuro que ya llegó.

Cuanto más se demore en abordar estas cuestiones y definiciones, menos competitivos lograremos ser.

Esta es una partida donde nos va la vida a todos, si queremos un Turismo más moderno, más sostenible, más inclusivo, más accesible y sobre todo más redituable.

Estamos frente a un problema de gestión, donde la transformación digital no se elige; se gestiona o directamente se la padece.

En Uruguay tenemos material, oportunidades y condiciones de sobra como para poder subirnos a ese tren.   En nuestro país contamos con buena conectividad, con talento en muchas de las personas del sector y con ejemplos de innovación como ha podido implementar Montevideo para transformarse en un Destino Turístico Inteligente, que puede y debe servir de estímulo y ejemplo a imitar.

Por todo lo anterior, como el inicio de esta columna, en el Turismo, “ser o no ser” es cuestión de tiempo.

Portal de América

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