por Ramón de Isequuilla, desde Madrid
Vaya ¡que semanita¡ pero llegó Bruselas y mandó a parar. El Confidencial titula “Bruselas, contra cuarentenas a la española, plantea la reactivación del turismo en la UE”. Y el ABC titula “La Comisión Europea aprueba el plan para garantizar el turismo en verano”.
La Comisión Europea publica las directrices con las que pretende acelerar la reapertura de las fronteras y facilitar el regreso del turismo, responsable del 10% del PIB de la UE, lo cual devuelve un poco la esperanza, pero no la tranquilidad al castigado sector turístico.
Nos cuentan que en Bruselas hay una incomodidad creciente sobre el cierre de fronteras, tanto que el documento emitido por la Comisión Europea señala: “Restringir el libre movimiento y reintroducir las fronteras internas daña el mercado interior y el buen funcionamiento de las cadenas de suministro. Además, perjudican nuestra forma de vida europea en una Unión donde los ciudadanos pueden viajar libremente a través de las fronteras, ya sea como trabajadores, estudiantes, familiares o turistas. Debemos trabajar para restaurar este logro clave de la integración europea”.
Bruselas propone la apertura del turismo a países con riesgos similares, las restricciones de los viajes deben levantarse primero en áreas con una situación epidemiológica comparable y donde existan capacidades suficientes en términos sanitarios. El plan pasa por conectar estas zonas creando “pasarelas turísticas”, evitando que existan discriminaciones por razón de nacionalidad, hay que tratar a los europeos con igualdad diciendo textualmente: “Cualquier restricción debe levantarse sin discriminación, a todos los ciudadanos de la UE y a todos los residentes en ese estado miembro, independientemente de su nacionalidad, y debe aplicarse a todas las partes de la Unión en una situación epidemiológica similar” y se quiere evitar que deban hacer cuarentena los que lleguen a un país miembro provenientes de otro de la UE.
Según El Confidencial “fuentes comunitarias se muestran contrarias a las cuarentenas generalizadas para todos los turistas, sin criterio concreto, como la que ha anunciado el gobierno español en las últimas horas, que hace obligatorio permanecer durante 14 días aislado a cualquier persona que entre en territorio español”
Bruselas establece criterios que deberían seguirse para tener un turismo seguro: más distancia, más ventilación, más mascarillas, y más higiene a medida que reabren las fronteras.
Congelar el turismo no es una opción para la Comisión Europea afirman fuentes de Bruselas.
Han publicado un paquete con tres fases de desescalada, con las siguientes condiciones: “debe haber mejorado la situación epidemiología, debe haber capacidad hospitalaria para hacer frente a un repunte, y el estado miembro debe tener capacidad de monitoreo, el país debe poder llevar a cabo un testeo masivo, tiene que tener capacidad de trazar y aislar los casos y un sistema de coordinación y comunicación fluido entre los operadores turísticos y las autoridades así como entre los estados miembros”.
Cuando se cumplan estos requisitos el turismo podrá volver, pero deberá cumplir con una guía de buenas practicas que dictará a la brevedad, que si bien no son obligatorias son recomendables.
Los trabajadores del sector turístico deberán recibir un entrenamiento para conocer síntomas y conocer medidas básicas de prevención y control de infecciones y tener un protocolo a seguir según los casos.
Bruselas recomienda medidas que disminuyan la presencia de personal en el establecimiento y extender el teletrabajo a todos los que sea posible.
También los huéspedes deben recibir toda la información necesaria en forma digital antes de llegada al establecimiento con directivas a seguir.
Preocupa a la comisión la recepción de los hoteles, para lo que pide mecanismos digitales para hacer los check-in y check-out, reducir los tiempos de reuniones, numero máximo de huéspedes en zonas comunes, cafeterías y restaurantes, uso de mascarillas, mantener distancias, subir solos en los ascensores y limpieza intensiva de todo el establecimiento. Garantizar un fácil acceso a las instalaciones de lavado de manos con jabón, toallas de papel de un solo uso o secadores automáticos y asegurar la ventilación de todas las áreas. En zonas al aire libre garantizar el distanciamiento social y los grandes eventos deben posponerse.
A los restaurantes dan un capítulo propio, dos metros entre mesas sin colas de espera, contrarios al buffet, y servir directamente a los clientes, todas estas medidas ya contenidas en los protocolos deI ICTE y de la AEHMA, aunque algunos no lo recuerden.
Respecto al transporte hay todavía muchas medidas por tomar, donde será fundamental la colaboración de la Agencia Europea de Seguridad Aérea que adelanta “que es probable que en la fase inicial haya que reducir el número de viajeros”, tema ya en fuerte discusión.
Los viajeros deberán usar mascarillas y las instalaciones de los aeropuertos deberán adaptarse, medidas que ya está tomando AENA, y los aeropuertos más importantes del mundo, debiendo tener un protocolo concreto en caso de que una persona caiga enferma durante el trayecto.
Divide los tiempos en tres fases, Fase 0, que nos encontramos ahora, con restricciones de movimiento generalizadas entre países, con la restricción temporal de viajes no esenciales dentro de la UE, que finalizará en principio el 15 de junio; Fase 1 en la que se comenzaran a eliminar esos obstáculos; y finalmente la Fase 2 que implicaría el levantamiento de todos los controles.
Bruselas sólo contempla la apertura de las fronteras exteriores en una etapa posterior, una vez que se haya completado el levantamiento de las restricciones dentro de la Unión.
Esperemos que las directivas de Bruselas ayuden a salvar el verano para el turismo europeo.
Portal de América