por el Lic. Alejandro Spera, @alejandrospera en Twitter

En las presentaciones sobre el libro “PLUNA - El Riesgo de Volar Alto” se exhibe la problemática de la gestión de las contingencias como parte central del análisis que realizo  respecto al cierre de la ex-compañía de bandera uruguaya. 

Desde una perspectiva del entorno competitivo, el llamado “efecto Argentina””, que causó grandes estragos en el desarrollo del hub (centro de conexiones) desde el Aeropuerto de Carrasco, no ha incidido sobre la operación de esta nueva compañía; sus operaciones en los últimos dos años no han sufrido, por ejemplo, los eternos paros de controladores aéreos desde la otra orilla del Río de la Plata ni los ataques frente a solicitudes de frecuencias, etc.  Aerolíneas Argentinas es una compañía subsidiada por el Gobierno en pro de la conectividad, aunque no se puede realizar la misma afirmación sobre BQB, al menos en relación a subsidios en dinero. 

La Planificación Estratégica de BQB deja al descubierto una falta de fundamentos sólidos en su plan de negocios: basta recordar las idas y vueltas en las declaraciones públicas de López Mena en relación a la adquisición de la flota de Bombardier CRJ900, el capital humano calificado, promesas de rutas hacia destinos en Europa y USA, incorporación de aeronaves de mediano y gran porte, anuncios diversos respecto a sus operaciones que (casi) nunca llegaron a cristalizarse en la realidad. 

Desde el entorno político, el señor de los barcos ha desfilado habitualmente por la Torre Ejecutiva, donde logró pergeniar las acciones a seguir en la frustrada subasta de los aviones de PLUNA, que -luego de 2 años de complicaciones adicionales- comienzan a mostrar algunos efectos de daño colateral (hay mucho por delante aún en esta materia que hoy se encuentra en la órbita judicial).  Su gran fortaleza ha sido las Relaciones Públicas con todo el sistema político uruguayo y con los medios de comunicación, a través de grandes aportes de fondos, tanto para campañas políticas como de publicidad. 

La industria ha mostrado signos de crecimiento, con una apreciación del dólar en el entorno de un 15% y una inflación acumulada en pesos que no alcanza este ajuste del tipo de cambio; es así que los costos fijos de la fuerza laboral se han mantenido constantes en estos años.  El precio del combustible, por su parte, sufrió una alineación a la baja del entorno del 8%, por lo que el principal insumo imputable a los costos operativos, provocó una reducción importante de su incidencia en los estados contables de la empresa uruguaya.  Las tarifas -producto de la operación monopólica y la falta de conectividad- generaron una drástica sobrevaloración, alcanzando, por ejemplo, cifras de más de 600 dólares por la realización de un Puente Aéreo, cuando en la época de PLUNA se podía volar por una media de 130 dólares.  Aún así, se sospecha un resultado económico negativo de la empresa, que obtiene el sustento económico de lo producido por el negocio fluvial. 

La gestión de BQB en cuanto a su negocio aéreo ha sido una muestra de falta de manejo adecuado de las contingencias cotidianas que debe afrontar una compañía aérea.  Esto es llamativo, ya que buena parte de su staff gerencial perteneció a la ex-aerolínea de bandera (muchos de los cuales se habían alejado por diversos motivos durante la gestión de LeadGate en PLUNA).  Una demostración cabal de la mala gestión fue lo sucedido este fin de semana, previo a la realización de dos vuelos chárteres con motivo de acudir al encuentro deportivo Uruguay-Colombia en el Maracaná. 

Cuando se confirmó el pasaje de La Celeste a Octavos de Final en la Copa Mundial FIFA 2014, BQB Líneas Aéreas salió rápidamente al mercado a ofrecer dos vuelos especiales a precios inconmensurables, en relación al servicio ofrecido (superaban los 3.000 dólares por persona).  El viernes 27 de junio, a las 22:30 horas, saldría el Vuelo 640 con destino GIG (Aeropuerto Antonio Carlos Jobim - Galeāo, Rio de Janeiro) y el sábado a las 07:00 AM, saldría el vuelo 620 hacia el mismo destino. 

Según declaraciones del CEO de BQB Líneas Aéreas, Juan Patricio López,  el día de la acreditación como miembro IATA sostuvo que “siempre pensamos en nuestros pasajeros, garantizándoles la calidad y la seguridad en el servicio”.  Sin embargo, a juzgar por los resultados y especialmente la comunicación hacia las decenas de personas que quedaron varadas en la terminal aérea debido a “problemas operativos” esgrimidos por la compañía, esta política dejó al descubierto la falta de una adecuada gestión de las contingencias.

Esta época del año, tradicionalmente, la zona de Carrasco sufre la afectación de niebla que suele instalarse en horas de la noche y se extiende hasta la media mañana del día siguiente.  Es muy habitual que se constate la misma situación en Aeroparque y Ezeiza, en Buenos Aires.  Si bien, en algunos casos, los vuelos pueden despegar, la restricción de visibilidad para el aterrizaje es mayor, por lo que el Aeropuerto de Carrasco permanece “cerrado” para esta operación. 

BQB actualmente posee 2 aviones operativos, dado que ha sufrido inconvenientes severos que incluyeron varios aterrizajes en emergencia con su tercer aeronave.  La reciente incorporación de un Airbus A319-100 para realización de los chárteres del Mundial no ha concluido aún su proceso de obtención del Certificado de Aeronavegabilidad ante la Autoridad Aeronáutica, por falta de cumplimiento de requisitos de seguridad operacional.  La programación de tareas de Mantenimiento a uno de los equipos, dejó inhabilitado su liberación para el orden de vuelo, por lo que los aducidos “problemas operativos” se sumaron a los de mala gestión del taller.  A su vez, se esperaba la llegada de un avión de Buenos Aires que nunca pudo aterrizar debido a las adversas condiciones meteorológicas.  En resumen, las “razones operativas”, se traducen en la falta total de aeronaves para el cumplimiento de los vuelos. 

Cabe destacar, que durante ese período hubo media docena de despegues por parte de otras compañías aéreas en la pista de Carrasco.   También resulta sorprendente que hayan intentado operar desde el Aeropuerto de Laguna del Sauce en Punta del Este, cuando el último vuelo de BQB en dicha terminal data del 28 de abril de este año.  O tal vez, estarían dispuestos a liberar el avión que aún restaba completar su control de  de mantenimiento, en perjuicio de operar bajo protocolos adecuados de seguridad?

Afortunadamente, a pesar de los duros momentos de frustración que tuvieron que vivir los pasajeros fanáticos de la selección uruguaya, haciendo esfuerzos económicos invalorables por el sueño de estar presentes en la Copa del Mundo, ya con el diario del lunes, se evitaron volver con la tristeza de la dura eliminación en el Maracaná.  Pero seguramente nunca se olvidarán de la empresa BQB -que no supo gestionar la perfecta oportunidad de mercado que dejó el vacío de PLUNA- que desconoció y dio su espalda a las necesidades reales de sus clientes: los uruguayos.

Portal de América