Terremotos y Tsunamis (1). Para saber en donde estamos parados
Lunes, 28 Marzo 2011

Terremotos y Tsunamis (1). Para saber en donde estamos parados

Las recientes catástrofes geológicas (Haití, Chile, Japón) le han movido el suelo a muchos, tanto literalmente como en sentido figurado. Por ello, resulta importante para el PDA desarrollar una serie de artículos que aclaren el porqué de estos eventos y qué tan expuestos podemos estar según donde habitemos.

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La palabra más sencilla para explicar un terremoto es que la tierra se "acomodó". Del punto de vista geológico, se explica por la deriva de los continentes, por lo que podemos remontarnos a unos 200 millones de años. En la primera figura*, se ven los supercontinentes de Gondwana y Laurasia.

En esa época, ambos supercontinentes sufrieron una fractura simultánea desde el punto de vista geológico, y las partes comenzaron a separarse a razón de unos pocos centímetros al año, tal como se muestra en la segunda figura*. El primero en demostrar científicamente este hecho fue el meteorólogo alemán Alfred Wegener en 1912.

 

 

 

 

 

La corteza terrestre está formada por una placa rígida, formada por la corteza y litosfera, separada en placas, que "flota" sobre una capa blanda, la astenosfera, que está en contacto con el magma. A raíz de esta conformación, el movimiento principal es de las placas rígidas, lo que va provocando su plegamiento (como un acordeón) y eventual fractura, tal como se muestra en la tercera figura*.


La separación mencionada anteriormente, implica que por el lado opuesto hay un acercamiento de las masas continentales, lo que a su vez explica el por qué la principal zona de volcanes y de movimientos sísmicos del mundo se encuentra rodeando al océano Pacífico.


El tsunami, es producto de la fractura simultánea de la litosfera y astenosfera en el fondo oceánico, lo que permite el contacto del agua con el magma a más de 1.600ºC.

 


Debe recordarse que el agua se vaporiza a 100ºC, por lo que este contacto produce una vaporización explosiva en el fondo del océano que desplaza violentamente al agua tal como se muestra en la cuarta figura*.

 

Para tener idea de la potencia de este desplazamiento, sólo basta decir que 18 g de agua pasan a ocupar un volumen de entre 22 y 23 litros (dependiendo de la presión atmosférica y la temperatura) al pasar al estado de vapor. Cabe señalar que la palabra correcta en español para describir este fenómeno es maremoto.

 

La palabra tsunami es de origen japonés y se comenzó a utilizar por los corresponsales de los medios de comunicación masiva de habla inglesa cuando emitían sus reportajes acerca del maremoto que ocurrió el 25 de diciembre de 2004 en el océano Índico, debido a que el inglés carece de un término equivalente.




Portal de América - *Imágenes extraídas de la enciclopedia libre Wikipedia.

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