Hace más de 15 años, en un estudio realizado entre las Direcciones Nacionales de Meteorología y de Bomberos, se llegó a la conclusión que el riesgo meteorológico de incendio forestal era una buena forma de medir la probabilidades de un siniestro en una zona. Pero el factor humano era el detonante, siendo aquellas áreas más despobladas y con mayor proporción de población de paso, las más propensas a presentar incendios antes y con mayor frecuencia.
La legislación referida a los cuidados y responsabilidades de las zonas boscosas es profusa y clara. El Edicto del Fuego que año a año emite la Dirección Nacional de Bomberos, así como las penas por responsabilidades directas o indirectas a causa del fuego también son claras, y van desde multas a prisión.
Ahora las autoridades se aprestan a usar todas las baterías contra los responsables que puedan ser identificados. Correcto. Pero ya empiezan a alzarse voces pidiendo subsidios para paliar los costos de mantener limpios los predios. ¡¡¿¿??!! Es como si los propietarios o inquilinos de cualquier edificación pidiéramos un subsidio para el mantenimiento edilicio (limpieza, pintura, electricidad, sanitaria, albañilería).
Cuando algunos periodistas intentaron clarificar la cuota parte de responsabilidades que le corresponde a cada repartición estatal, recibieron distintas respuestas que se pueden resumir en: 1) "círculos" de responsabilidades que dejan importantes áreas que son "tierra de nadie"; 2) recursos humanos y materiales insuficientes para tareas de fiscalización (habría que ver la distribución y eficiencia de los recursos disponibles); 3) poca eficiencia de las medidas disuasivas (esto no es privativo de los incendios forestales, abarca también al tránsito y la seguridad ciudadana).
Habrá muchos que insistan que es un problema de educación. En eso estoy de acuerdo. Pero empecemos a diferenciar entre "mal enseñados" y "mal aprendidos", y que empiece a caer el peso de la ley donde corresponda.
Veremos como sigue esta historia y cual es su desenlace.
Portal de América