Aeropuertos: ¿privados o públicos?
Jueves, 14 Septiembre 2017 21:33

Aeropuertos: ¿privados o públicos?

"Una tasa de embarque única para la región, superior a las tasas domésticas, pero más baja que las tasas internacionales, dispararía en forma casi inmediata un fuerte aumento del intercambio económico y turístico”, dijo Holger Paulmann, CEO de la aerolínea Sky. Aviacion news. 14/9/17.  Ignacio Cueto apuntó sus dardos hacia el aeropuerto de Santiago el que calificó de saturado y caro, a los cobros que se le hace a la industria aérea y al actual modelo de concesiones, que a su juicio es anacrónico. www.aerolatinnews.com.

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por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires

 

Hace ya un tiempo comencé a plantear la cuestión aeroportuaria en cuanto “negocio”.

 

Anticipo que cuando se comenzó con el proceso privatizador estuve de acuerdo, pero desde entonces he venido reflexionando sobre la cuestión y he revisado mi propia jurisprudencia.

 

Creo que los aeropuertos, las terminales de buses, marítimas, fluviales y de trenes deben ser públicas, explotados de modo directo por el estado y de acceso gratuito para todos los usuarios, es decir pasajeros y medios de transporte.

 

A diferencia de la propuesta de Holger Paulmann,  pienso que esa tasa se debe eliminar, ya que ni el pasajero ni las líneas aéreas pueden obviar el uso de un aeropuerto para acceder a un avión, del mismo modo que un barco no se puede abordar en una playa y un tren en el medio del campo.  

 

Es obvio que en ningún medio de transporte se puede obviar el uso de una terminal de salida y de arribo que debe ser pública y de uso gratuito.

 

El transporte aéreo es una de las pocas actividades cuyos precios no solo han bajado en términos nominales y reales, lo que significa que han superado  a la inflación. Diría en el transporte aéreo hubo deflación constante.

 

La relación entre el precio del billete y el precio de las tasas aeroportuarias que  representan según Paulmann el 30/40% del valor del billete, han perdido todo sentido lógico y económico y hasta podrían convertirse en un disuasivo para el uso del transporte aéreo.

 

Esto significa que el negocio aeroportuario encarece el precio del billete aéreo.

 

Lo mismo ocurre con impuestos que se aplican sobre el valor facial del billete aéreo, como el 7% destinado al fondo nacional de turismo  que se aplica asimismo a los pasajes marítimos y fluviales al exterior, creados por la ley 25997 del año 2005.

 

Personalmente, creo que estos impuestos son distorsivos y habría que pensar en su eliminación. En Argentina una gran cantidad de negocios reciben subsidios que se neutralizan en cierto modo con la grosera presión fiscal  que impacta en los costos, los precios y la rentabilidad.

 

Con todo este sistema fiscal con fines promocionales tenemos que un 32% de los hogares en la Argentina requieren de la asistencia pública para poder subsistir, como lo expuso Agustin Salvia en una entrevista que publica el portal www.infobae.com .

 

Vemos que todos estos fondos en verdad han fomentado la pobreza y la indigencia, además desvían la genuina inversión de riesgo.

 

Retomando, lo absurdo es que el estado además cobra a los usuarios por los servicios de migraciones, seguridad y otros que hacen a lo que llamaríamos poder de policía del estado y poder de policía administrativo.

 

Con relación a la propuesta de Paulmann, considero que se la debe superar y se debe ir en todo sentido a lo que he llamado “cielo único regional”, o mejor dicho America Latina como territorio único. Ello no se refiere solo a la facilitación del transporte aéreo, sino que se debe tender a una facilitación de la circulación entre nuestros países, similar al llamado “espacio Schengen”.

 

Los aeropuertos generan una importante actividad comercial que también ayuda a su financiación, pero esta si bien es independiente del transporte aéreo, no puede negarse que es su causa directa.

 

Lo que podría ser objeto de privatización es la explotación comercial de los aeropuertos, pero no la prestación del  servicio aeroportuario.

 

Lo que se debe proponer es una política de integración sectorial que en el transporte aéreo no solo es esencial, sino que la impondrá su propia dinámica, como lo ha demostrado el grupo LATAM y ahora el grupo AVIANCA. Pasa que esta integración privada resulta excluyente.

 

Cielo  y un territorio único, considerado desde el punto de vista de la libre circulación de personas en una primera etapa, impulsará el crecimiento del transporte aéreo en progresión geométrica y contribuirá a que se desarrollen y se conecten zonas de nuestros países que hoy están  condicionadas por las grandes ciudades. En Argentina seria el caso de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Rosario y Neuquén, que hoy son polos absorbentes, en especial Buenos Aires.

 

Hoy necesitamos de la conectividad regional, que fue lo que se intentó promover con el acuerdo de Fortaleza.

 

Creo que el punto de partida que propone Paulmann es modesto y limitativo, salvo que se lo considere como un primer escalón de una propuesta más ambiciosa desde una perspectiva política, pero en ese caso no sé si sería un buen inicio.

 

Así como se la presenta, parece más bien una propuesta económica, pero a la gente la mueve la política y la motiva los desafíos trascendentes que se le proponen.

 

Portal de América

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