El tercer programa “Previaje” (la incontenible levedad por el subsidio)
Martes, 12 Abril 2022 10:13

El tercer programa “Previaje” (la incontenible levedad por el subsidio)

El Ministerio de Turismo y Deportes argentino confirmó que se lanzará la tercera edición del “Previaje”, con una diferencia sustancial respecto a las dos ediciones anteriores: el crédito del Previaje 3 será para las temporadas baja y media-baja; es decir, entre agosto (después de las vacaciones de invierno) y noviembre o diciembre de 2022.

CIFFT 1250x115
Arapey 1250x115
Fiexpo 2024 1250x115
TSTT-1250x115
Mintur verano 1250x115
SACRAMENTO - proasur
SACRAMENTO radisson


por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires, Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. @007Rizzi

Diría que para los políticos argentinos el “subsidio” es un “TOC”, cuando se trata de reactivar alguna actividad o garantizar alguna de las “soberanías económicas” se recurre al subsidio o al beneficio fiscal como si éstos fueron medios patrióticos y gratuitos.

Lo grave es que además se piensa en el subsidio o el beneficio fiscal a la “oferta”, cuando el sentido común dice que en todo caso deberían dirigirse a la demanda, precisando de modo muy específico los casos de su procedencia.

El gobierno insiste en ese costoso programa que es lisa y llanamente un subsidio al turismo, me refiero al “Previaje”, que consiste en un reintegro del 50% del gasto efectuado por una persona, de donde en el grupo familiar podría generarse que el beneficio lo reciban varias personas.

Como es sabido ese dinero se reintegra en una tarjeta de crédito o billetera virtual y el beneficiario lo puede gastar en el mismo viaje en que tramitó el beneficio, o en uno siguiente, o bien en su lugar de residencia, aclarando que hay algunos comercios que no aceptan esa forma de pago. De paso, acoto, que el reintegro no se puede usar para pagar combustible en el viaje ni en el lugar de destino.

Hay también una limitación de tiempo que en los dos últimos programas fueron el último día del año, obvio el dinero no usado se pierde.
Nosotros hemos criticado reiteradamente ese programa ya que en definitiva se trata de un privilegio concedido a una determinada actividad que, es cierto, se vio casi totalmente paralizada durante “la peste”, pero también es cierto que fueron muchas las actividades afectadas, tanto comerciales como profesionales.

Me animo a afirmar que podría ser además inconstitucional, dado que altera la garantía de igualdad ante la ley, ya que se direcciona al negocio del turismo y del transporte exclusivamente.

En mi opinión hubiera sido más justo una rebaja de los impuestos que gravan de modo directo al consumo, como el IVA e Ingresos Brutos, aunque en un concepto económico amplio, todos los impuestos en definitiva se trasladan al consumidor, pero esto ya es otra historia.

Rebajando o eliminando durante un lapso por ejemplo los consumos en transporte, hotelería y gastronomía, podría ser una variante que no exigiría desembolso por parte del Estado, y por otra parte delegaría en la demanda la elección en la prioridad del gasto personal. Habría otra consecuencia, los gobiernos deberían gastar menos o menos mal.

Pasa que en este tema debemos tener en cuenta el peso del “toc”, luce más distribuir dinero (subsidiar), que bajar impuestos, que en definitiva es emisión lisa y llana, que además lo diluye el impuesto inflacionario. Recordemos que la inflación prevista para este año es del 60%, un promedio, en números redondos, del 4% mensual.

El beneficio fiscal a la demanda, disminución o eliminación del IVA e Ingresos brutos, encuadraría mucho más en un sistema federal, ya que la Nación y las provincias serían las que establecerían la medida del beneficio y obligaría a fijar más allá de una política nacional, políticas locales según las características y capacidades de cada destino.

Es posible que incluso de este modo se convengan políticas zonales, por ejemplo para la Mesopotamia, el Noroeste, Cuyo, Patagonia y el centro con Córdoba como punto central de referencia, es obvio que quedan decenas de destinos que serían esos de atracción local durante todo el año.

Al margen de estas consideraciones debemos tener en cuenta que cuando se considera necesario subsidiar o conceder beneficios fiscales, la verdadera causa es la insuficiencia de capacidad de gasto por parte de la gente, es decir, se trata de una cuestión de macroeconomía que se pretende resolver con criterios de “microeconomía”

En última instancia, el programa del “Previaje” no deja de ser una suerte de “plan social” que en vez de administrarlo el “Ministerio de Bienestar Social” (sic), lo gerencia el de Turismo dirigido a los sectores de mayores ingresos.

Este tercer “Previaje” apunta a lo que llamamos temporada baja o media-baja, y sería para quienes puedan viajar entre agosto y noviembre/diciembre”, sólo incluiría hoteles de no más de dos estrellas y otras limitaciones aún no definidas.

Dado que este “toc” no parece curable en lo inmediato, pienso que debería limitarse a familias, fijándose una base máxima de ingreso familiar total, acreditar inscripción fiscal, si se trata de familias con hijos en edad escolar, sea primaria o secundaria, se deberá acreditar la regularidad de los estudios y no haber recibido planes sociales en los últimos 15 meses, salvo la AUH.

Debería dejarse de lado esta idea absurda de considerar al “Previaje” como Política de Estado, y fijar este año 2022 como el último año de implementación, para cerrar las expectativas inerciales que siempre son perjudiciales.

En todo caso debería, dentro de una reforma fiscal integral, fijarse políticas fiscales sectoriales en acuerdo con las provincias, debiendo entrar en vigencia de modo simultáneo, para que el respectivo esfuerzo resulte concurrente.

Recordemos que estamos fundidos y dudo que haya crédito o inversión para financiar gastos corrientes.

Portal de América

Escribir un comentario

Promovemos la comunicación responsable. No publicamos comentarios de usuarios anónimos ni aquellos que contengan términos soeces o descalificaciones a personas, empresas o servicios.