Buenos Aires; Río de Janeiro; Madrid y Miami: volveremos
Martes, 20 Octubre 2020 02:33

Buenos Aires; Río de Janeiro; Madrid y Miami: volveremos

Estas cuatro ciudades no son elegidas al azar, forman parte de una historia de muchos años, durante los cuales se convirtieron en lugares del mundo que estando o no pisando su suelo, sentimos como propios. En estos largos meses de frustraciones y de distancia, mentalmente una y mil veces recorrimos sus calles, aspiramos sus aromas, disfrutamos sus colores y realmente, sonreímos, nos emocionamos, agradecimos y prometimos.

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SACRAMENTO radisson

por Sergio Antonio Herrera, desde Salinas, Uruguay
@DelPDA - Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Buenos Aires

Con apenas quince años llegamos por primera vez en el legendario ferry Nicolás Mihanovich desde Colonia, adonde habíamos llegado en ONDA. Aún sin comprender bien de que se trataba, fuimos como tour-conductor, a cargo de 40 personas que viajaban a ver la semifinal de la Libertadores en Núñez, el día que debutó Ladislao Mazurkiewicz en Peñarol contra el fabuloso Santos de Pelé, que para vencer al Chiquito tuvo que matarlo de volea desde adentro del área chica. Joya y Sasía se encargaron de conseguir la victoria 2 a 1.

Fueron poco más de 24 horas en las que navegamos; manejamos un rooming list; nos alojamos en un hotel (el Waldorf de la calle Paraguay); "marcamos" pasajes de retorno para un grupo; fuimos al estadio de River Plate; cenamos en la calle Corrientes y nos maravillamos con el Obelisco y su entorno, todo, por primera vez.

El olor especial de la gasolina; el glamour en la vestimenta de hombres y mujeres por la calle y las marquesinas de los teatros, quedaron por siempre grabados.

No pasa un sólo año sin darnos el inmenso placer de cruzar el charco para ir a ver teatro, comprar ropa y disfrutar la impresionante gastronomía del lugar, de ese lugar, uno de nuestros rincones preferidos en el mapamundi.

Río de Janeiro

Estar en el bar que adoptó el nombre "Garota de Ipanema", en ese bar que había estado (junto a Tom Jobim, que hizo la música)), Vinicius de Moraes que compuso la letra, viendo pasar a Helô Pinheiro rumbo a la playa, es uno de esos placeres que pueden parecer "cholulos", pero para quien ama ese suelo y suele reiterar que de haber podido, habría vivido al menos "una semana por mes" en la Ciudad Maravillosa, era un mandato.

Ir a escuchar Bossa Nova en alguno de los tantos bares de la Avenida Atlántica en la década de los ochenta no tenía precio y mucho menos aún, en el apogeo de María Bethania, verla y oírla cantar en el inolvidable Canecão, fue una experiencia casi imposible de relatar.

Río tiene todo a lo que un Bon vivant puede aspirar. Además es bella, como pocas ciudades del mundo, disfrutable, inolvidable.

Sí, hay que cuidarse, pero es un lugar que provoca vivirlo al límite. En un baile en Lapa; en el Sambódromo en Carnaval; en la magnificencia del Corcovado o en el "requinte" de Barra de Tijuca.

Siempre queremos volver.

Madrid

Somos de los que agradecemos que los vuelos directos desde Montevideo a Europa, tienen como destino la capital española. Si vamos "solamente" a Madrid es cuando más la disfrutamos y cuando más la caminamos. Y siempre descubriendo cosas nuevas aún muy viejas. Las cañas y los jamones en sus mercados, en sus calles estrechas o en sus plazas tan identitarias son "lo más".

Pero es otro el disfrute aunque más acotado en el tiempo, cuando volvemos a Madrid "después de", para embarcar de retorno al otro lado del Atlántico. Es "llegar a casa" y aunque nos propongamos variar, es salir a dar "la vuelta del perro". Aunque ...-Dios quiera los reabran-, ya no encontraremos los "Museo del Jamón" o el increíble Mercado de San Miguel, y esperamos reencontrar las diferentes opciones de la Calle de Cuchilleros o de la bajadita de La Montera.

Fotografiar por enésima vez El Rastro; el edificio del Correo; la Puerta de Alcalá; Las Cibeles; El Oso y el Madroño en Sol o las marquesinas y las joyas edilicias de la Gran Vía.

En este caso, no solamente queremos volver, quisiéramos hacer algo para que la querida Madrid sea reivindicada, de tanto ataque de la actual peste viral y también de la peste política, más letal aún.

Volveremos, apenas podamos.

Miami

Nuestro lugar dual, el del placer de nuestros viajes turísticos o de trabajo, y el del breve, pero durísimo exilio pretérito.

No logramos entender a quienes nos dicen que no les gusta (y no son pocos). Hemos aprendido a quererla y respetarla, a pesar de todos sus pesares.

Tiene su impronta particular a partir de las etnias que allí se han desarrollado en muy diferentes circunstancias. Sus colores y sus músicas pero también su imponencia natural y edilicia.

Es una tierra de amigos, de afectos, de oportunidades. Es un lugar de los nuestros, en un país tan distante y tan frío con el foráneo.

Nos hemos maravillado en Ocean Drive o en Key Byscaine; asombrado en Brickell; disfrutado en Coral Gables y emocionado hasta las lágrimas en el Bayside, además de caminar y caminar la Flagler.

Siempre volvemos, ojalá podamos hacerlo pronto.

En la nueva normalidad

Queremos volver a "La Cabrera" y "partirnos la boca" con su parrilla y en la noche, salir de un teatro y entrar al otro en la calle Corrientes. Fantaseamos beber una "cerveja estúpidamente gelada" en la rambla de Ipanema y también partir en un saveiro a las Islas Tropicales. Subir de noche al tercer piso del Mercado de San Antón en Chueca, luego de pasar por el segundo de tapas, y una tarde, comer los churros con chocolate de San Ginés. Frutos de mar o exquisitas pizzas en Española Way y el tenedor libre de The Knife en el Bayside, son dos opciones obligatorias.

Son objetivos claros, promesas con nosotros mismos, porque...no podemos creer que no sepamos cuando...

Portal de América

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