por Diana Sanz
El East End nació como suburbio industrial a extramuros de la city medieval. Era, literalmente, el final al este. Un distrito desidioso, sucio y marginado; hacinado de fábricas, epidemias (peste, tifus, tuberculosis), prostitutas y criminales. Lo habitaron, primero, hugonotes franceses huidos durante las guerras de la religión del siglo XVI. Y después, irlandeses, judíos, hindúes y pakistaníes... Cientos y miles de inmigrantes que buscaron en la que entonces fue la ciudad más grande del mundo un mejor porvenir. Para finales de los 90 (y gracias a las políticas de regeneración urbana de la era Thatcher), el siempre mutante Este industrial cambió de cara; y no al cabo de mucho tiempo, logró hacerse hueco junto al Soho y Covent Garden en las revistas de viajes y tendencias. Es la suerte de quien supo reinventarse.
1. Brick Lane (o Banglatown)

Territorio trendy, fashion, indie, hipster y mil veces especiado.Brick Lane Street es el corazón de la comunidad bengalí. De hecho, popularmente a esta zona se la conoce como Banglatown. La calle, larga como ella sola, es una mezcla de olor a curry,música bhangra proveniente de las teterías bengalíes y ladrillo a mansalva. Está (como quien dice) a un paso de la City y arranca turistas y curiosos a los siempre londinenses Camden y Notting Hill. Cafés, mercadillos, galerías de arte, tiendas-boutique... Bullicio,gente y puestos callejeros los hay a todas horas, pero para verla en todo su esplendor, es mejor ir en domingo.
2. Street Art (y la obra de Banksy)

Varón de entre 28 y 35 años, alto, rubio y probablemente nacido en Yate (Bristol). Los datos acerca de su identidad son inciertos y se desconocen detalles de su biografía, pero el nombre de Banksy ya es todo un referente en el cada vez más pujante street art británico. En el East End, el pistoletazo de salida lo dio él. Después llegaron Roa, Invader, Ronzo, Conor Harrigton, Don Smith o C215. Artistas callejeros venidos de todo el mundo que llenaron los ladrillos de Brick Lane (y alrededores) con sus obras de arte; algunas, dedimensiones estratosféricas. Son piezas satíricas, trampantojos y escenas de apariencia naif o de cómic que llaman (gratamente) la atención del viandante y traen de cabeza a los servicios de limpieza. Lo último: tours guiados para no perderse detalle.
3. Curry houses y gastro-pubs

Puntera, competitiva y máscreativa que la del Soho. La del East End es una suerte entrecocina de calle y gourmet. El fenómeno del momento son losgastro-pubs: pubs a la inglesa (con buenos precios y todo su acento british) reconvertidos al arte culinario. También las curry houses, restaurantes indios famosos por su oferta bring your own drink, vienen pisando fuerte. La guisa es fácil: ellos no sirven bebidas alcohólicas y se ahorran lo propio en la licencia, y usted trae lo suyo. Lo que quiera. Cerveza, vino, champagne... Del súper al bolso; y del bolso, a la mesa. Si prefiere algo más convencional, no se pierda Pizza East, una pizzería de lo más moderna instalada en una antigua fábrica de bacon; tampoco Hawksmoor (con la mejor carne de Londres) ni Poppies, toda una institución del famoso fish & chips.
4. Spitalfields, Columbia Road y más

Los mercados del East Endse aglomeran en el área comprendida entre Shoreditch, Brick Lane y Bethnal Green, y arrancan popularidad a los de Camden o Portobello. Los hay para dar y tomar: el deSpitalfields es uno de los más antiguos de todo Londres. Vende prendas de diseño, vinilos, joyería, colecciones de revistas y fotos vintage; el de Columbia Road Market ofrece plantas y flores (y semillas, bulbos, abonos...). Sólo por su aroma merece la pena conocerlo; el de Boiler House Food Hall es un mercado gastronómico. Está escondido (sin cartel que lo identifique) y es difícil de encontrar. Allí puede probar la cocina vietnamita, etíope, turca... Luego están los de Brick Lane, Sunday Up, Backyard,Whitechapel, Roman Road, Petticoat Lane, Broadway... Todos, con el correspondiente apellido de Market al final.
5. La City, distrito vertical

Aunque propiamente no forma parte del East End, La City es uno de los principales atractivos del este londinense. Lo suyo es comenzar la visita al inicio deQueen Victoria Street (previa parada en el Blackfriars Bridge, del siglo XVIII), el acceso al corazón del centro financiero más importante de Europa. Desde ahí se puede caminar hasta la neoclásica Mansion House, residencia oficial del Lord Mayor (el alcalde de la City); el colosal Bank of England y el Royal Exchange; y el Guildhall, la sede oficial del ayuntamiento de la City. Después sólo cabe lanzar la mirada al cielo, y buscar (o encontrar), en las nubes, algunos de los muchos rascacielos que han hecho de este distrito una ciudad vertical. El rallador de queso, el pepino, elwalkie-talkie... Todos tienen su nombre de calle.
6. Whitechapel

Multiétnico, especiado (otra vez) y mundialmente conocido por ser escenario de los crímenes cometidos por Jack el destripador. El de Whitechapel es un barrio de calles estrechas, basura en el suelo y edificios de ladrillo rojo. Testimonio de las tendencias políticas de la zona es la Freedom Press, una pequeña librería anarquista situada junto a la Whitechapel Art Gallery. Luego están su mercado (el de Whitechapel Market), su mezquita (la East London Mosque); y las rutas guiadas de Jack the ripper, que recorren los escenarios de sus víctimas y cumplen con la obligada parada en The Ten Bells, el pub que en 1888 frecuentó el famoso asesino.
7. De cloaca a villa olímpica

Antes de la llamada olímpica,Stratford era uno de los peores suburbios londinenses (ese del que toda ciudad rehuye comentar). El 6 de julio de 2005, Londres venció a París, Madrid, Nueva York y Moscú en cuatro rondas de votación y se convirtió en sede de los Juegos Olímpicos de 2012. Toda una gloria. Hoy (casi dos años después), la villa olímpica aún puede visitarse. Está en plena remodelación,pues la zona pasará a ser el Queen Elizabeth Olympic Park, un área residencial con 300 tiendas, 70 restaurantes, tres hoteles, un casino... En recuerdo a los Juegos, conservará sus instalaciones más emblemáticas, como el famosos Estadio Olímpico.
8. Mejor, como un local

Amanecer en el East End y desayunar (sin prisas y aún con el pijama puesto) en el sofá de su salón es uno de esos placeres mundanos que nos hacen sentir bien. A gusto. Alojarse en un apartamento es una tendencia al alza en el sector turístico. ¿Las razones? desde luego a tenerlas en cuenta: libertad de horarios, autonomíae intimidad y precios infalibles. HouseTrip, uno de los principales proveedores de alquileres vacacionales del mundo, cuenta con aproximadamente 275.000 propiedades (entre casas, villas, castillos, barcos, torres medievales y, sobre todo, apartamentos) repartidas en más de 15.000 destinos. En el East End, el intervalo de precios para una noche de apartamento oscila entre las 61 y las 599 libras (entre 73 y 723 euros/noche). Si va con la familia o los amigos, desde luego el precio sale a cuenta.
Portal de América - Fuente: www.ocholeguas.com