El Mar Muerto en ocho pasos
Miércoles, 26 Febrero 2014

El Mar Muerto en ocho pasos
A 420 metros bajo el nivel del mar es el lugar más bajo del planeta accesible al ser humano. Hablamos del Mar Muerto, un entorno impresionante, tanto por su paisaje como por el número de yacimientos arqueológicos que esconde. Estos son los ocho pasos que hay que seguir para disfrutarlo al completo.
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Nadie que viaje a Jordania puede perderse el Mar Muerto. Pocas experiencias son comparables con pasar al menos una noche en alguno de sus lujosos resorts desde donde disfrutar de sus tórridos atardeceres mientras se van encendiendo las luces de Jerusalén y de otras ciudades de Cisjordania en la orilla opuesta. Por otra parte es un ecosistema muy frágil y que habría que darse prisa por conocer.

1. Bañarse en el mar

Aunque en teoría hay zonas de la costa que todavía son públicas, en la práctica sólo es posible bañarse en el Mar Muerto a través de sus playas privadas. Si se viene a pasar el día, lo mejor es ir a alguno de los balnearios como Al-Wadi Resort, que ofrece muchos juegos acuáticos para los niños; el Amman Beach, el más popular entre las familias jordanas, o el Oh Beach, que tiene una zona VIP y es el más fashion y lujoso de la zona. Otra alternativa es utilizar algún hotel que admita visitantes que no estén alojados, como el Dead Sea Spa Hotel. En cualquiera de ellos el ritual incluye unos 20 minutos flotando en el mar cuya temperatura suele rondar siempre los 23 grados para luego embadurnarse con barro durante 5 o 10 minutos y volver a enjuagarse primero en el mar, y más tarde en la ducha.

2. Alojarse en un buen hotel

Hay una decena de hoteles y más que se está construyendo. El más lujoso y moderno es el Kempinski Hotel Ishtar. Muchos sin embargo siguen prefiriendo el Mövenpick que ya se le nota los años pero es quizás más acogedor y al tener un a construcción inspirada en un pueblo beduino entre palmeras e hibiscos resulta más atractivo. Entre los algo menos lujosos destaca el Dead Sea Marriott, que está especialmente diseñado para familias con niños. Los tres cuentan con varias piscinas y su propia playa privada donde disfrutar de un baño en el Mar Muerto.

3. Probar alguno de los spas

Todos los hoteles cuentan con su propio Spa pero funcionan de forma separada y no están incluidos en el precio de la habitación. El más lujoso y con el menú de tratamientos más completo es el Anantara, que forma parte del Kempinski; le sigue muy de cerca el Zara Spa, que se encuentra en el Mövenpick y en tercer lugar destaca el Dead Sea Marriott Spa. Todos ellos cuentan con piscinas con agua salada que viene directamente del Mar Muerto y resulta especialmente cómodo para los días de mal tiempo a para quien no quiera bañarse en el mar.

4. Saborear la comida local

Además de los múltiples restaurantes en los hoteles que aceptan a clientes que no se alojan en ellos, resulta especialmente recomendable el Panorama Restaurant, que forma parte del complejo que incluye el Museo del Mar Muerto y ofrece muchas especialidades locales, como el hummus -crema de garbanzos-, baba ghanouj -puré de berenjenas- , fool -crema de habas, ajo y limón-, kubbeh -albóndigas fritas de carne y trigo con cebolla- y un largo etcétera...

5. Visitar un museo

Para una buena introducción a la geología, historia y ecología del Mar Muerto vale la pena visitar el Museo del Mar Muerto. Forma parte del Dead Sea Panoramic Comlex desde donde se divisa una vista panorámica extraordinaria de la zona. Desde allí se puede dar un paseo de menos de dos kilómetros por la zona donde observar la fauna y la flora local.

6. Irse de compras

Además de las tiendas que ofrecen los grandes hoteles desde hace poco hay un nuevo centro comercial llamado Samarah Mall muy cerca del Convention Center que ofrece más posibilidades. Aunque lo más recomendable es acercarse a la cercana población de Madaba cuyo principal atractivo son sus talleres de mosaicos, realizados por artesanos con algún tipo de discapacitación. Se comprometen a mandar cualquier compra al destino sin cargo alguno. Pero además ofrecen otros muchos productos locales en sus mercadillos, desde piezas de cerámica, a telas o productos de belleza relacionados con el Mar Muerto.

7. Explorar con la Biblia en la mano

La zona está cuajada de yacimientos arqueológicos muchos de ellos relacionados con la Biblia, como el Lugar del Bautismo de Jesús; el punto desde donde el profeta Elías emprendió vuelo en un carro de fuego, o las Termas de Herodes y el emplazamiento donde se cree se encontraba la ciudad de Sodoma. Para cualquiera de estos lugares es mejor ir acompañado de un guía o formando parte de una excursión. De forma complementaria se ofrecen excursiones a Jerusalén y Cisjordania de día por unos 200 euros utilizando el Puente del Rey Hussein.

8. Experimentar algo extraordinario

Una experiencia diez es visitar el Hammamat Ma’in, un balneario de aguas calientes en mitad de las montañas con varias cascadas termales. Se puede ir a pasar el día o mejor todavía dormir una noche en el lujoso Evason Ma'in Hot Springs, que incluye el Six Senses Spa. El lugar es excepcional y ha sido incluido entre los establecimientos más exclusivos de esta parte del mundo. Por otra parte para los amantes del senderismo se le ofrecen múltiples posibilidades en la Reserva de la Biosfera de Mujib. Hay rutas fáciles como la del Siq y varias que implican barranquismo como la Malaqi. Es imprescindible ir siempre acompañado de un guía o formando parte de un grupo.

Portal de América - Fuente: www.ocholeguas.com

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