"Qué lastima!!! Una simple relación de intenciones es confundida con un plan estratégico, y a nadie le interesa", es el escueto y contundente mensaje que nos hizo llegar desde México por correo electrónico, nuestro Consejero Editorial y -sin dudas-, máximo referente académico del turismo uruguayo, Miguel Ángel Acerenza, al remitirnos el PDF conteniendo el documento emitido por el Ministerio de Turismo.
Coherente con la práctica recurrente durante los últimos tres lustros de administración frenteamplista, el Ministerio de Turismo ha sido una máquina de propaganda de muy dudosa credibilidad. Permanentes declaraciones de intenciones y de datos estadísticos antojadizos, carentes en absoluto del más mínimo rigor científico, ha basado su discurso en tres ejes fundamentales, que son las tres grandes mentiras del Frente Amplio con respecto al turismo:
* No hubo nunca en este período más de cuatro millones de turistas
* No se llegó por ende, jamás a 2300 millones de dólares de ingreso de divisas por turismo
* No hay, nunca hubo, 110 mil empleos directos creados por el turismo en Uruguay
A continuación en el citado documento, Kechichian ofende la inteligencia de quienes conocemos la realidad del sector cuando afirma: "Es necesario reconocer el estado actual del sector para desde allí soñar y planificar".
En Punta del Este, principal destino generador de riqueza por turismo en Uruguay, varias empresas de prestigio y reconocida trayectoria, ante la crisis imperante, se ven obligados a recortar por donde se puede el presupuesto y por ejemplo, están cancelando la membresía que le imponía cuotas de pocos cientos de dólares mensuales en importantes organismos de representación del sector, entre ellos, el recientemente certificado por la Organización Mundial del Turismo (OMT), Bureau de Convenciones.
En Montevideo, han cerrado definitivamente varios hoteles, otros se han convertido en residenciales para tercera edad y están a la vista -y estos sí que se multiplicaron- los locales cerrados de otrora prestigiosos restaurantes de la capital.
En el corredor termal, insólitamente opacado en la promoción oficial por el más insólito Corredor de los Pájaros Pintados, durante la última reunión empresarial organizada por la Cámara Uruguaya de Turismo en Salto, faltaron más pañuelos para enjugar tanta lágrima.
Por lo tanto, sin ser activos religiosamente, rezamos a diario; sin ser cabalistas, tenemos todos los pañuelos atados y sin ser economistas ni politólogos, juntamos todo ello para generar la energía necesaria para que la conducción del turismo en Uruguay cambie de signo político, so pena que si no lo hace, en el próximo lustro pueda llegar a quedar convertida a su mínima expresión, en el mejor de los casos.
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