El último censo realizado en Uruguay ocurrió hace más de una década, en 2011. Mientras no realicemos otro que nos diga cuántas unidades habitacionales/parahoteleras tenemos en el país y cuantas habitaciones hoteleras tenemos en todo el territorio, serán falsas todas las medidas porcentuales que se divulguen, sin importar la fuente.
Hasta que no llegue el día en que Migraciones pueda darnos datos desagregados y separe los ingresados por excursionistas; cruceristas; congresistas; corporativos; tripulantes de los diversos medios de transporte; diplomáticos y todos los etcéteras qué hay, además de los ciudadanos que llegan desde cualquier lado y por cualquier medio con motivo de ocio (el turista real), tampoco, ni el MINTUR, ni ninguno de sus jerarcas ni el mismísimo Peteco, podrá decir con exactitud la cantidad de turistas ingresados.
Entonces, mientras no quede instalado el organismo correspondiente dependiente del MINTUR, llámese Observatorio, Barómetro o como se llame y se deje de utilizar el viejo y querido “ojímetro” colorado, blanco y frenteamplista de siempre, seguiremos sin tener datos estadísticos confiables.
Y hablando de confianza, tenemos información concreta y confiable que nos aseguraría que estaríamos próximos a ingresar en un período inédito en esta materia dentro del propio Ministerio de Turismo uruguayo. Se supone que se llamen como se llamen, tendríamos en breve dos ámbitos (no podemos llamarles organismos aún) que nos proporcionarían los datos estadísticos con el nivel de credibilidad reclamado y por otro lado, contando con esa información, una estructura de marketing profesional como la hemos reclamado casi todos los integrantes del sector. Tengamos fe.
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