Y comenzaron a llegar las respuestas, varias, alentando la posibilidad, destacando la novedad.
Y en esas varias, hay posiciones que responden a la propia especie humana, nada de aparecer como "que no sé".
Pero hubo otras, por ejemplo, la de Sergio Bañales: "Lo primero es saber si el MSP realizó una inspeccion. Desde alli empezamos a hablar. Pero solo el haber tenido la iniciativa y la visión, ya es un punto muy a favor de estos empresarios y es el tipo de gente que necesita el Turismo"; otro conocido operador que prefiere el anonimato dijo: "De entrada el entrevistado no usa tapabocas y el periodista lo usa de bufanda. Ahí mismo corté de escuchar, al minuto no sé ni que va a decir ...Perdón... palabras sobran" y la de Arnaldo Nardone: "La primera reflexión es que en muchos destinos se está trabajando en protocolos por sector que deben ser aprobados por 2 organismos, el ministerio de Salud del país y la Intendencia o Alcaldía del destino, es decir, un grupo de expertos previamente elaboran esos protocolos y luego de ser reglamentados cada establecimiento debe adoptarlos y se autoriza la apertura previa inspección de las autoridades y luego se procede al control cada 15 días de cada instalación".
En el propio video se establece que el establecimiento es la Posada del Siglo XIX, un prestigioso hotel de la zona termal, de los mejores de Daymán, con una trayectoria impecable, con permanente inversión, pozo de agua termal propio e instalaciones de primer nivel.
Más allá de la oportunidad o el yerro de la reapertura, la relación de hechos que pudimos construir es la siguiente:
En la entendible y válida búsqueda del interés empresarial por sostener la inversión y el negocio en sí, que además de proveer servicios turísticos, obviamente es fuente laboral directo e indirecto para muchas personas, se reabrió el hotel.
Un medio de comunicación local, que, aunque suene perogrullesco, al parecer "no goza de buena prensa", la habría emprendido de arranque nomás contra la reapertura y a ello se habrían sumado otras acciones y opiniones que hicieron poner en alerta a las autoridades locales. Por esa situación, tenemos la información creíble y acreditada que los propios integrantes de la Posada del Siglo XIX, decidieron de inmediato dar marcha atrás y cerrar nuevamente el establecimiento.
Punto final de nuestra parte a la anécdota por el momento, dejando como siempre. abierta la posibilidad para quienes se sientan aludidos o con derecho a expresarse al respecto, como es norma en nuestra casa.
A partir del hecho
Queda claro entonces que en la Nueva normalidad, TODOS deberemos dejar de payar, de guitarrear, de sanatear. "Hay que portarse bien", como siempre, aunque no lo cumpliésemos o lo hubiésemos olvidado por mucho tiempo. Es muy común que a nadie le guste pasar como "que no sabe" de algún tema, todos deberemos aprender a decir: "de esto no sé".
En la Nueva normalidad, la autoridad de salud de cada municipio, de cada departamento o provincia y de cada nación, se integra de aquí en más a los primeros lugares de la consideración, sea empresarial, educativa, deportiva, organizacional de cualquier índole. Pero en lo que respecta al turismo, los organismos de control como ministerios o autoridades correspondientes, deberán trabajar en conjunto con sus colegas de salud a los efectos del control que les compete. En la Nueva normalidad, los "emprendimientos privados", tienen una certificación agregada.
Viendo lo sucedido, queda claro que la reapertura ha sido una expresión de voluntad, mezclado con necesidad, pero lejos de la realidad necesaria de la Nueva normalidad exigida.
Hay protocolos en marcha que parecen de ciencia ficción pero por ejemplo, en un país que ha vendido al mundo su principal atracción, la gastronomía, como es Perú, los restaurantes están cerrados y las autoridades acaban de autorizar recién un protocolo que habilita la función del catering con delivery. El funcionario de cocina, chef, ayudante, etc. debe llegar a su lugar de trabajo y en un primer paso, despojarse de su indumentaria y guardarla en una bolsa, pasar a otra estación y ducharse, luego vestirse con la totalidad de la indumentaria, zapatos, uniforme, mascarilla, gorra y pasar a su lugar de trabajo que está señalizado con cruces en el piso con distancia de un metro y medio entre las personas. Elaboran, empacan en tuppers de doble sellado y luego colocan en bolsa de papel, que va a un lugar intermedio, el salón del restaurante cerrado y allí se deposita para que en primera instancia allí la retire el funcionario que hará el reparto, quien a su vez, pasó por idénticas etapas que sus compañeros de cocina, hasta su primera entrega. Luego, al retorno, pasa por un sistema de nueva desinfección exterior (spray), cambio de guantes, mascarilla, etc. Pero ya no ingresa al salón, la comida le es entregada en una ventanilla donde no tiene cercanía con persona alguna.
La industria de turismo de reuniones ya está trabajando hacia la Nueva normalidad y por ejemplo, todos debemos saber que, para ingresar a un evento, deberemos pasar por mangas esterilizadoras como la que mostramos en la imagen
Las recepciones de los establecimientos hoteleros de la Nueva normalidad, tendrán mampara
Bienvenidos al futuro.
Portal de América - por Sergio Antonio Herrera
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