por  Lluis Mesalles

Cuando uno se asoma a sus orillas, no puede más que maravillarse por la meticulosa ciencia aplicada. Y esto fue  hace ya cien años, cuando la tecnología no se parecía en nada a lo que tenemos hoy. Es casi increíble comprobar toda la tecnología, la programación logística que se aplica en una obra de influencia mundial, creada hace ya tanto tiempo.

Era un tiempo en el que se usaban picos, palas y carretas para el movimiento de tierras, mucho sudor humano, mosquitos y calor. Cosas que no desanimaron a los constructores de aquella época. Y lo hicieron tan bien, que la obra sigue funcionando como un reloj bien mantenido desde hace un siglo.

Aunque no figure de forma demasiado destacada en los programas de los operadores turísticos, miles de personas vienen cada día, de la mañana a la tarde, a asombrarse frente a tan  impresionante maravilla.

Los curiosos vienen también a comprobar como una obra correctamente programada, con un estricto juego de normas de mantenimiento y operación, se mantiene joven y al día a pesar de su edad.

El paso de los barcos no se interrumpe en ningún momento, no hay fiestas, no hay vacaciones, y el mantenimiento se programa de la mejor forma para no interrumpir el colosal flujo intercontinental de mercancías.

Los barcos han crecido, algunos pasan a centímetros de los muros de las esclusas. Y en buena programación estratégica, ya se están preparando esclusas más amplias para acoger a los nuevos y futuros barcos de mayor tamaño.

Si el hombre puede inventar y poner en marcha tales proyectos, por qué no aplica su inventiva a todo lo demás?. Hay tantas cosas que con tan solo un poco de sentido común, tecnología y buena voluntad funcionarían mejor para hacernos a todos los humanos la vida un poco más feliz..

Portal de América - Fuente: www.boletin-turistico.com