El impresionante Parador de Cardona, provincia de Barcelona.
Parador de Cardona (Barcelona)
Tras una ambiciosa rehabilitación de casi tres millones de euros, el Parador de Cardona reabrió este año sus puertas con nuevas cubiertas, mejor aislamiento térmico, carpintería exterior renovada… y quizás algún espectro un poco desorientado.
El castillo que ocupa data del siglo IX. Sus dueños, los Duques de Cardona perdieron su ducado en la famosa batalla de Lepanto. Sin embargo, parece que su presencia sigue dando algún que otro susto en esta fortaleza emplazada a más de 150 metros de altura.
No sabemos si tanta mejora ha logrado espantar a los fantasmas, pero, si siguen allí, seguro que ahora deambulan con más comodidad por los pasillos.
Stanley Hotel
Stanley Hotel (Colorado)
Inspiró una de las novelas más escalofriantes de Stephen King y, décadas después, sigue provocando escalofríos. El Stanley Hotel, en Colorado, fue el lugar donde el escritor pasó una noche a finales de octubre de 1974 y donde su imaginación empezó a dar forma a El resplandor.
Aislado entre montañas, con salones vacíos y pasillos desiertos, King descubrió un escenario perfecto para su siguiente historia. La habitación en la que se alojó, la 217, arrastra su propia leyenda desde 1917, cuando una explosión dejó malherida al ama de llaves. Desde entonces, hay quienes aseguran que su espíritu sigue allí, ordenando o escondiendo cosas, incluso deshaciendo maletas.
Pianos que suenan solos, luces que se apagan, rostros que aparecen en las ventanas o sonidos de niños jugando en los pasillos forman parte del día a día en este establecimiento histórico y encantado (no confundir con ‘encantador’).
The Langham
The Langham (Londres)
En el centro de Londres, frente a la sede de la BBC, The Langham presume de ser el hotel más embrujado de la ciudad. Su habitación 333 es objeto de fascinación, temor y leyenda. Allí, según numerosos testimonios, se aparece un médico victoriano que asesinó a su esposa en plena luna de miel antes de quitarse la vida. También se ha visto a un príncipe alemán que se arrojó desde una ventana del cuarto piso, y a otras figuras más inquietantes: un mayordomo en calcetines agujereados, un lacayo con peluca empolvada que enfría el ambiente a su paso o un hombre con el rostro herido.
Varios de estos encuentros los protagonizaron periodistas de la BBC, que durante años se alojaron en la tercera planta. Para algunos, eran solo excusas ingeniosas para esquivar fechas de entrega. Para otros, pruebas irrefutables de que algo se esconde entre esas paredes. Lo cierto es que la habitación 333 sigue despertando interés, especialmente en octubre, cuando los espectros, para los ‘creyentes’, se vuelven más activos. ¿Lo más inquietante? Las visitas nocturnas de un espíritu que sacude las camas hasta hacer huir a los huéspedes.
El Convento San Juan de Puerto Rico.
El Convento (Puerto Rico)
La historia oficial dice que El Convento fue el primer convento carmelita de América. Fundado en 1651 en pleno corazón del Viejo San Juan, acogió durante más de 250 años a generaciones de monjas hasta su cierre definitivo en 1903. A partir de ahí, su devenir tomó un rumbo más mundano: fue tienda, salón de baile y, durante décadas, un hospedaje decrépito sin agua corriente ni electricidad. En la actualidad, es uno de los alojamientos con más personalidad del Caribe, restaurado con fidelidad a su arquitectura colonial y a su pasado espiritual.
La historia extraoficial, sin embargo, no se cuenta en los folletos. Habla de Doña Ana Lanzós, viuda de guerra y fundadora del convento, que habría decidido tomar los hábitos tras la pérdida de su esposo. Huéspedes y empleados se han topado con su figura silenciosa, envuelta en un hábito, recorriendo los pasillos en oración. No causa temor, pero su presencia se intuye entre rezos, pasos suaves y el roce tenue de una túnica espectral.
Parador de Limpias.
Parador de Limpias (Cantabria)
Construido en 1890 por encargo del conde de Albox, ministro de Hacienda con Sagasta, el rehabilitado Parador de Limpias arrastra una leyenda que ha captado la atención de varios parapsicólogos. A tenor de sus testimonios, al menos tres fantasmas deambulan por el edificio cántabro: una joven rubia llamada Margarita, sobrina del conde, que murió de pulmonía a los 29 años y que desde entonces toca el piano en la biblioteca; su hijo pequeño, cuya presencia se intuye a su lado; y un antiguo sirviente del que se perdió todo rastro tras desaparecer su cadáver de la tumba.
The Driskill . Estados Unidos.
The Driskill (Texas)
Lujoso y legendario, The Driskill no es solo el hotel más antiguo de Austin, sino también uno de los más misteriosos de todo Estados Unidos. Construido en 1886 como símbolo del poderío ganadero texano, este imponente edificio de estilo Neorrománico Richardsoniano se alza en la famosa Sixth Street, epicentro del bullicioso panorama musical de la ciudad. Su interior, con suelos de mármol, vitrales y obras de arte de calidad museística, habla tanto de su grandeza como de su historia cargada de secretos.
Fundado por el coronel Jesse Driskill, un magnate que vio desmoronarse su fortuna poco después de levantar su ‘palacio hotelero’, el establecimiento ha albergado presidentes, artistas… ¡y fantasmas! El mismo Driskill parece seguir presente: por lo visto aún se percibe el aroma de su cigarro en el vestíbulo. También se han reportado risas infantiles cerca de la gran escalera, donde murió una niña de cuatro años en 1887, y apariciones de un vaquero silencioso en habitaciones ocupadas por músicos.
Por si fuera poco, la habitación 525 ha sido escenario de dos suicidios separados por un siglo, ambos protagonizados por mujeres abandonadas antes de su boda. A día de hoy, algunos huéspedes aseguran ver figuras vestidas de blanco vagando por los pasillos.
Jamaica Inn
Jamaica Inn (Reino Unido)
A medio camino entre Launceston y Bodmin, en Cornualles, se alza una posada que parece detenida en el tiempo. Construida en 1750 como refugio para los viajeros que cruzaban los páramos, The Jamaica Inn no tardó en ganarse una reputación más turbia: la de ser punto de encuentro de contrabandistas, saqueadores y forajidos. Hoy, esa historia oscura aún resuena entre sus muros de piedra, envuelta en leyendas y apariciones.
La escritora Daphne du Maurier se alojó aquí en 1930, tras perderse a caballo entre la niebla. Su estancia en la habitación número 3 inspiró la novela que convertiría la posada en mito literario.
El lugar cuenta con un museo dedicado al contrabando y otro en honor a du Maurier, con cartas originales firmadas por la reina Isabel II, el duque de Edimburgo y lord Mountbatten. Las noches, por su parte, pertenecen a los valientes: cacería de fantasmas, cenas de misterio y fenómenos inexplicables siguen atrayendo a curiosos y escépticos.
The Queen Mary
The Queen Mary (California)
The Queen Mary fue en su día sinónimo de glamour oceánico y poderío bélico. Construido en los años 30 como crucero de lujo y reconvertido en buque de tropas durante la Segunda Guerra Mundial –llegó a transportar a más de 800.000 soldados–, hoy descansa para siempre en Long Beach, California. Pero aunque ya no cruza el Atlántico, muchos aseguran que no está en absoluto en reposo.
Este transatlántico convertido en hotel-museo presume de contar con algunos de los fenómenos paranormales más inquietantes del planeta: apariciones espectrales en sus piscinas clausuradas, susurros infantiles en camarotes vacíos, portazos sin causa aparente, cambios de temperatura repentinos y una puerta en la sala de máquinas –la número 13– donde, según cuentan, al menos dos personas perdieron la vida. La historia oficial habla de ingeniería naval y conquistas marítimas; la otra, de sombras que no abandonan el barco.
Castle Leslie
Castle Leslie (Irlanda)
Levantado entre los campos ondulantes de Monaghan, Castle Leslie no solo conserva siglos de historia aristocrática: también guarda secretos que escapan a toda lógica. Fundado en 1665 por el obispo John Leslie y transformado en una joya del Renacimiento Gótico en el siglo XIX, el castillo irlandés sigue habitado por descendientes de la familia original… vivos y muertos.
El más célebre de sus inquilinos fantasmales es Norman Leslie, soldado caído en la Primera Guerra Mundial, cuya silueta con uniforme aún se deja ver en los pasillos. En la llamada “Habitación Roja”, los huéspedes han reportado susurros, puntos fríos y una inquietante sensación de ser observados. Los Leslie nunca han negado estos fenómenos: los espíritus forman parte del edificio, igual que sus muebles centenarios y sus retratos familiares. Porque, como ellos mismos confiesan, un castillo sin fantasmas no es más que una mansión sin alma.
The Taj Mahal Palace . India
The Taj Mahal Palace (Mumbai)
En Mumbai, frente a la Puerta de la India, se alza uno de los hoteles más emblemáticos del país: The Taj Mahal Palace. Inaugurado en 1903, este palacio reconvertido en hotel fue concebido como un refugio de lujo para viajeros exigentes y se convirtió rápidamente en símbolo de la elegancia colonial de la India. Su fachada, mezcla de estilos europeos e indios, refleja la diversidad de la ciudad.
Pero detrás de sus cúpulas y mármoles se esconde también una historia de misterio. Entre los pasillos del ala antigua –dicen– vaga la silueta de una mujer vestida de blanco, una figura melancólica a la que muchos huéspedes han asegurado ver antes del amanecer. No es la única: hay quien ha escuchado susurros, pasos o ha notado movimientos inexplicables en habitaciones vacías. La leyenda más popular apunta incluso a que el arquitecto del edificio, tras descubrir que el ala central se había construido en dirección opuesta a su diseño, se quitó la vida en el interior.
Fairmont Banff Springs
Fairmont Banff Springs (Canadá)
Escondido entre las cumbres del Parque Nacional de Banff, en Alberta, Fairmont Banff Springs Hotel –conocido como el “Castillo de las Rocosas”– combina el esplendor de la arquitectura escocesa con una larga tradición de historias paranormales. Desde su inauguración en 1888 como parte del ambicioso plan ferroviario del Canadá, ha recibido a figuras como Marilyn Monroe o la reina Isabel II… y, según algunos, también a huéspedes que jamás se marcharon.
Entre sus leyendas más inquietantes se encuentra la del fantasma de la novia: una joven que, en los años treinta, murió al caer por la escalera de mármol tras prenderse fuego su vestido. Cuentan que aún se la puede ver subiendo los peldaños o bailando sola en el salón de baile Cascade. Otra figura recurrente es Sam, un botones escocés que, tras prometer en vida que jamás dejaría su puesto, parece seguir ayudando a los huéspedes desde el más allá.
A eso se suman los rumores sobre una habitación tapiada en la octava planta –la 873–, donde la leyenda asegura (el hotel niega oficialmente estas historias) que un hombre mató a su familia antes de suicidarse. Desde entonces, se han reportado gritos, huellas ensangrentadas en el espejo y fenómenos que muchos atribuyen a los espíritus de aquella noche.
Parador de Sigüenza
Parador de Sigüenza (Guadalajara)
Tras una profunda remodelación, el Parador de Sigüenza –instalado en un castillo del siglo XII– ha reabierto sus puertas con una imagen renovada, nuevas obras de arte y una clara apuesta por la sostenibilidad y la eficiencia energética. Pero en sus muros, además de historia y diseño contemporáneo, aún resuenan leyendas del pasado.
Entre las sombras de sus estancias, algunos huéspedes aseguran haber sentido una presencia etérea: la de Doña Blanca de Borbón, sobrina de Carlos IV El Hermoso y esposa repudiada de Pedro I de Castilla. Encerrada en una torre del castillo durante cuatro años y posteriormente asesinada por orden del rey, su figura vaga –cuentan– por los pasillos al caer la noche, flotando en silencio como si aún buscara justicia.
El renovado parador no esquiva su pasado. En la nueva instalación artística se exhibe Ciris, una obra de Gerard Mas que evoca precisamente el encierro de Doña Blanca. Una pieza contemporánea que dialoga con el imaginario popular, en un espacio donde la historia, el arte y el misterio se entrelazan con naturalidad.
Hotel del Coronado San Diego California
Hotel del Coronado (California)
En la luminosa costa de San Diego, entre palmeras y arquitectura victoriana, el Hotel del Coronado esconde una historia que contrasta con su fachada soleada. En 1892, una joven llamada Kate Morgan llegó sola al resort, supuestamente para encontrarse con un hombre que nunca apareció. Cinco días después, fue hallada muerta por un disparo. La prensa de la época la bautizó como “la bella desconocida” hasta que se confirmó su identidad: era una mujer casada, separada, que había trabajado como criada en una casa adinerada de Los Ángeles.
Desde entonces, el espíritu de Kate parece seguir habitando el hotel. Especialmente activa se muestra la habitación original del tercer piso, donde huéspedes y empleados han descrito luces que parpadean, televisores que se encienden solos, olores inexplicables, objetos que se mueven, puertas que se abren sin razón o cambios bruscos de temperatura. También hay quien afirma haberla visto paseando por los pasillos o junto a la orilla del mar.
El interés por su historia ha llegado incluso a motivar investigaciones con equipos de detección infrarroja, sensores de radiación y sistemas de imagen nocturna. El resultado: más preguntas que respuestas. Hoy, la habitación donde se alojó Kate es la más solicitada del hotel, y en la tienda de regalos del vestíbulo, otro foco de actividad extraña, se ve cómo los objetos caen solos, pero nunca se rompen.
The Russell
The Russell (Sídney)
Ubicado en el corazón del barrio más antiguo de Sídney, The Rocks, The Russell combina hospitalidad tradicional con una atmósfera marcada por el misterio. Fundado en 1887 sobre los restos de un antiguo hospital de convictos –y, según se rumorea, también un burdel–, este hotel boutique de gestión familiar es conocido tanto por su cálida bienvenida como por sus inquietantes huéspedes.
La habitación 8 es la más temida: allí se manifiesta el fantasma de un marinero asesinado, cuya silueta agazapada al pie de la cama solo aparece a mujeres que duermen solas. También hay reportes de una figura femenina con ropa de época descendiendo las escaleras antes de desvanecerse. Puertas que crujen sin motivo, bajadas repentinas de temperatura y la sensación de estar siendo observado completan el catálogo de fenómenos paranormales.
Gran Hotel La Perla
Gran Hotel La Perla (Pamplona)
Fundado en 1881, el Gran Hotel La Perla presume de ubicación privilegiada, en la plaza del Castillo, y de historia: ha sido lugar de paso para jefes de Estado, actores y escritores. También de un fantasma ilustre: el huésped espectral más célebre sería el mismísimo Ernest Hemingway, quien se alojó en varias ocasiones durante los Sanfermines. Su silueta, si atendemos a los relatos populares, se ha dejado ver en la que era su habitación favorita, donde solía escribir y descansar. A esto se suman testimonios sobre el sonido de una máquina de escribir que resuena en el silencio, incluso cuando la estancia está vacía.
Portal de América - Fuente: Condé Nast Traveler