Esta cifra, que representa cerca del 2,2% del presupuesto total de viajes de negocios del país (estimado en 23.217 millones de euros por la GBTA), se debe a que el 88% de los viajeros de negocios españoles sufrió algún tipo de problema en sus desplazamientos durante los últimos 12 meses, una tendencia similar a la observada a nivel mundial (89%).
El informe, basado en una encuesta a 1.000 viajeros de negocios en España, revela una creciente inestabilidad en los desplazamientos. El 61% de los encuestados experimentó retrasos de más de una hora en 2025.
Las cancelaciones de transporte se han disparado, afectando ya al 30% de los viajeros de negocios, un aumento significativo respecto al 25% registrado en 2024. A nivel global, la tendencia es aún más acentuada, con un 36% de interrupciones por cancelación.
Los problemas se han extendido a múltiples factores. Así las huelgas siguen siendo un desafío creciente, pasando de afectar al 17% en 2023 al 28% en 2025. Por otro lado los fenómenos meteorológicos: impactaron al 24% de los viajeros, frente al 16% del año anterior.
Otros problemas frecuentes incluyen la pérdida o retraso de equipaje (25%), pérdida de conexiones (25%) y overbooking (15%).
Como consecuencia directa de estas interrupciones, los viajes de negocios en España se prolongaron en una media de 3 horas y 45 minutos.
EL ALTO COSTO DE OPORTUNIDAD Y EL IMPACTO EN EL BALANCE
El impacto financiero no solo se limita a los gastos imprevistos. Las interrupciones obligaron a los viajeros a cancelar o posponer una media de 2 viajes en el último año, lo que resultó en una pérdida de una o más oportunidades de negocio para el 16% de los viajeros, cifra que se eleva al 23% entre los directivos.
Además, el 36% de los profesionales afectados tuvo que incurrir en gastos imprevistos que fueron cubiertos por sus empresas. El sobrecoste anual estimado por empleado afectado en España fue de 256 euros en alojamiento no planificado, 200 euros en transporte local, 194 euros en comidas y dietas, y 232 euros en horas extra.
Más allá de las cifras económicas, las incidencias tienen un profundo coste humano. Las interrupciones generan cada vez más estrés (57%) y afectan negativamente al equilibrio entre la vida personal y laboral (52%) de los profesionales españoles.
El impacto se extiende a la vida personal ya que el 28% tuvo que cambiar o cancelar planes personales, incluidas vacaciones, el 24% no pudo cumplir con una obligación familiar. Además el 17% informó de un aumento en los costes de cuidado de hijos o dependientes.
Para minimizar el impacto, las empresas y viajeros están adoptando medidas preventivas: el 33% de los viajeros reserva ahora tarifas flexibles, el 28% añade tiempo adicional a sus viajes y el 35% consulta actualizaciones con mayor frecuencia.
A nivel corporativo, el 28% de las empresas ha endurecido sus políticas, incorporando billetes flexibles, seguros específicos y exigiendo el uso exclusivo de plataformas de reserva aprobadas.
Pese al aumento del uso de herramientas digitales (el 20% se apoya más en apps), el apoyo humano sigue siendo esencial para los españoles: el 68% prefiere hablar con un agente de atención al cliente por teléfono o en persona cuando se produce una interrupción. El autoservicio digital se sitúa como segunda opción (24%), mientras que los chatbots de IA siguen siendo la opción menos usada (5%).
Portal de América - Fuente: Europa Press