España, junto con Francia, Italia y Alemania, soporta más del 60% de los viajes turísticos en Europa. A ello se suma que una de cada tres estancias se produce en julio y agosto, lo que multiplica los problemas de estacionalidad y masificación.
Estos retos marcaron la conversación entre Maja Bakran-Marcich, directora general adjunta de Movilidad y Transporte de la Comisión Europea, y Tao Tao, COO y cofundador de GetYourGuide, durante el Unlocked Summit celebrado en Berlín.
“Estamos batiendo récords, pero necesitamos una mejor distribución geográfica y estacional del turismo”, advirtió Bakran-Marcich, consciente de que países como España se encuentran en el centro del debate por el impacto del turismo masivo en comunidades locales, vivienda y recursos naturales.
España, en el epicentro del debate sobre masificación
El verano de 2025 ha estado marcado por las protestas contra el turismo en ciudades españolas como Barcelona, Palma o San Sebastián. Estas movilizaciones evidencian la tensión entre el crecimiento económico del sector y la percepción social de saturación.
Bakran-Marcich no citó casos concretos, pero su diagnóstico encaja de lleno con la situación española:
- Concentración geográfica: España figura entre los destinos más visitados del mundo, con más de 93 millones de turistas internacionales en 2024.
- Concentración estacional: julio y agosto suponen auténticos picos de presión sobre infraestructuras, vivienda y espacios urbanos.
- Relación con la comunidad local: “El turismo debe contribuir a las comunidades locales; sin estas comunidades, no hay turismo”, remarcó la responsable europea.
Para la Comisión, la solución pasa por redistribuir los flujos turísticos hacia otras regiones menos saturadas y hacia épocas del año menos concurridas. Algo que afecta directamente al modelo español, donde la dependencia del sol y playa y la falta de diversificación territorial agravan la presión sobre destinos ya maduros.
Bruselas prepara la primera estrategia europea de turismo sostenible
La Comisión Europea presentará en primavera de 2026 la primera Estrategia Europea de Turismo Sostenible, un documento que, aseguran, marcará un antes y un después en la política turística comunitaria.
El texto se apoyará en tres pilares:
- Gestión de flujos turísticos como prioridad.
- Indicadores de sostenibilidad modernos para sustituir al tradicional número de noches.
- Guías y buenas prácticas para que los destinos implementen soluciones adaptadas.
La estrategia se basa en una consulta pública con más de 1.000 aportaciones de Estados miembros, destinos y asociaciones. Según Bakran-Marcich, “el turismo no es una competencia central de la UE, pero los Estados nos empujan a liderar, guiar y financiar. Y estamos dispuestos a hacerlo”.
Trenes frente a aviones: la gran apuesta de futuro
El transporte ocupó buena parte del debate. La responsable comunitaria fue clara: “No hay otra manera de reducir las emisiones del transporte que trasladar viajeros al tren”.
El plan de Bruselas es duplicar la red de alta velocidad para 2050, con trenes de 250 km/h conectando capitales europeas. La inversión estimada asciende a 500.000 millones de euros.
El reto es mayúsculo:
- Infraestructuras envejecidas y con escasa coordinación transfronteriza.
- Cuatro anchos de vía distintos en el continente.
- 34 sistemas de señalización diferentes solo entre Bruselas y París.
- Precio del billete: según Greenpeace, en 2023 los trenes fueron de media el doble de caros que los vuelos en 112 rutas europeas.
España, con una de las redes de alta velocidad más extensas del mundo, podría jugar un papel clave en esta transformación, siempre que logre resolver la brecha entre el tren y el avión en términos de coste y conectividad.
El papel de las pymes y la necesidad de retener talento joven
Por otro lado, el tejido turístico europeo está formado en un 95% por pymes. Su supervivencia depende de la capacidad de adaptarse a la digitalización y a las nuevas demandas del viajero, pero también de contar con personal cualificado y estable.
“Si perdemos a los jóvenes en los destinos, lo único que quedará serán piedras sin nadie que las cuente”, advirtió Bakran-Marcich.
En este sentido, Bruselas trabaja en la creación de una Academia Europea de Turismo, en formato virtual, que ofrecerá formación en competencias digitales, sostenibilidad y narración cultural.
Indicadores de sostenibilidad: más allá del número de noches
Una de las grandes novedades será la reforma del sistema estadístico turístico europeo. El objetivo: dejar atrás métricas simplistas como las pernoctaciones y avanzar hacia indicadores que midan el impacto real del turismo en la sociedad, la economía y el medio ambiente.
En palabras de Bakran-Marcich: “Uno de los principales logros de la futura estrategia será modernizar las estadísticas turísticas. Necesitamos datos que reflejen de verdad qué es sostenible y qué no”.
Por ende, el futuro del turismo europeo pasa por un nuevo pacto entre destinos, empresas, comunidades locales y Bruselas. Las claves están claras:
- Diversificación territorial y temporal de los flujos.
- Inversión en movilidad ferroviaria y conectividad multimodal.
- Reparto justo de los beneficios en las comunidades.
- Retención y formación del talento joven.
- Nuevos indicadores para medir sostenibilidad.
España, como uno de los epicentros del turismo europeo, tendrá que asumir un papel protagonista en esta transformación. La pregunta es si logrará reconducir un modelo altamente concentrado hacia uno más equilibrado y sostenible, capaz de mantener el liderazgo sin sacrificar la calidad de vida de sus ciudadanos.
En conclusión, Europa quiere seguir siendo el primer destino turístico mundial, pero ya no a cualquier precio. El mensaje desde Bruselas es claro: el éxito del turismo europeo dependerá de su capacidad para redistribuir flujos, reducir emisiones y fortalecer el vínculo con las comunidades locales.
“Europa tiene algo especial: historia, gastronomía, cultura. Pero para preservarlo debemos invertir en la gente y en las comunidades que lo sostienen”, concluyó Bakran-Marcich.
España, que hoy concentra buena parte del turismo mundial, se encuentra en el ojo del huracán: será uno de los grandes beneficiados si la transformación funciona, y uno de los más perjudicados si no lo hace.
Dubrovnik: de símbolo del overtourism a referente en gestión de flujos
Dubrovnik, la ciudad croata amurallada declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, se convirtió hace apenas una década en el ejemplo más claro de overtourism en Europa. Sus estrechas calles del casco antiguo, popularizadas además por la serie Juego de Tronos, llegaron a ser prácticamente intransitables en temporada alta.
El problema tenía un origen concreto: la llegada simultánea de cruceros. En determinados días, más de cinco barcos desembarcaban a la vez miles de pasajeros en un espacio reducido, colapsando la ciudad y generando un fuerte rechazo vecinal.
“Hace cinco años, era imposible moverse por el centro histórico cuando coincidían varios cruceros”, recordó Maja Bakran-Marcich durante el Unlocked Summit de GetYourGuide en Berlín.
La solución: limitar y escalonar
La respuesta del Ayuntamiento, en colaboración con la industria de cruceros y con la supervisión de la Unesco, fue implantar un sistema de “slotting”, es decir, franjas horarias obligatorias para la llegada de barcos.
- Número máximo de cruceros al día: dos.
- Número máximo de pasajeros simultáneos: 4.000.
- Escalonamiento de horarios: se prohíbe el desembarco masivo en el mismo intervalo.
Este modelo, respaldado por la asociación internacional CLIA, permitió repartir los flujos y recuperar la habitabilidad del casco histórico.
Impacto positivo
Las medidas tuvieron efectos inmediatos:
- Reducción del colapso urbano y mejora de la movilidad peatonal.
- Mayor satisfacción de los residentes, que percibieron una mejor convivencia.
- Incremento en el gasto medio por visitante, al favorecer estancias más largas frente al turismo de un solo día.
- Reconocimiento de la Unesco, que valoró positivamente la protección del patrimonio cultural.
¿Un modelo replicable en España?
El caso de Dubrovnik abre una vía de reflexión para destinos españoles que viven una presión similar, especialmente en ciudades portuarias como Barcelona, Las Palmas o Cádiz, donde la llegada simultánea de cruceros sigue siendo uno de los factores de mayor saturación turística.
La clave, según Bruselas, está en la colaboración entre administraciones, operadores privados y comunidades locales, así como en establecer límites claros y medibles que protejan tanto al patrimonio como a los vecinos.
Portal de América - Fuente: Tecno Hotel News