por Nicolás Raffo Menoni, desde Montevideo
Si bien esa realidad es cierta, lo que ha cambiado hoy es que el mundo está hecho un caos y vivimos un momento donde las tensiones son una cotidianeidad. Más de la mitad de los países que integran la ONU se encuentran enfrascados en algún tipo de conflicto y la humanidad vive en su momento de mayor conflictividad desde la segunda guerra mundial.
Estos datos deberían de impactarnos, pero como los vivimos han pasado a formar parte de lo que consumimos diariamente.
Guerras en Ucrania, en Medio Oriente, entre India y Pakistán, en África y muchos lugares más, que sin dudas impactan en el desarrollo del Turismo y en las mentes de las personas a la hora de elegir un destino a donde viajar.
Construir una imagen de marca lleva años y destruirlas se logra en un instante.
Nuestro país tiene un marco de privilegio en ese sentido, una fortaleza que debemos ser capaces de aprovechar y sobre todo comunicar.
Uruguay es un país hermoso, tranquilo, con infraestructuras turísticas más que aceptables, con gente amable y educada y con una tradición de respeto de las tradiciones democráticas que a los uruguayos nos gusta destacar. Si nos gusta destacarlas, comuniquémoslas entonces.
Uruguay es un país seguro, con buena calidad de vida, a escala humana por las distancias que tenemos y con propuestas para mostrar y creo firmemente que la seguridad será un activo y una variable relevante para los tiempos que se vienen.
En lo que refiere a la Sostenibilidad, tan de moda en estos días y tan necesaria también para que el Turismo sea viable, nuestro país también tiene un sitial de privilegio.
Tenemos nuestra matriz energética que se basa prácticamente en un 100% sobre energías renovables. Somos el único país latino en el top 10 global, en lo que respecta a la promoción de la sostenibilidad y son cifras atestiguadas en varios rankings de carácter internacional que se dedican a mostrar y medir esos resultados.
Si se toma el día del sobregiro de la Tierra, que es una iniciativa que mide a nivel global el consumo de recursos energéticos de la Tierra por cada país en el plazo de un año, y que establece que para que un país haga un uso responsable de esos recursos, debería de consumir en un año los recursos que la Tierra es capaz de regenerar en ese mismo período de tiempo; la realidad indica que desde la década del 70, fecha en la que se empezó a medir, los humanos consumimos como si dispusiéramos de 1,7 planetas Tierra; o sea que consumimos en déficit y no le permitimos a la Tierra recuperarse de los consumos abusivos que hacemos.
Traducido a fechas, si un país consumiera en equilibrio, su consumo de recursos debería desarrollarse hasta el 31 de diciembre de cada año, lo que implicaría consumir recursos en el mismo plazo de tiempo que el planeta podría regenerarlos.
Lo cierto es que hay países que consumen todos sus recursos en apenas dos meses y otros en apenas 4 meses, lo cual genera desequilibrios enormes. El consumo no es igual por países.
Uruguay para este año espera que su punto de inflexión sea el 17 de diciembre del 2025, lo cual nos dice que debemos mejorar, seguro; pero también nos dice que no estamos tan lejos y que seríamos casi sostenibles. A nivel global, esa fecha se espera alcanzar para el 24 de julio y lo triste es que cada año se viene alcanzando antes.
Si nos enfocamos en la dimensión social de la sostenibilidad, nuestro país también tiene aspectos relevantes y demostrables en lo que respecta al desarrollo social que tenemos y que se reflejan en la calidad de vida de nuestra población, entre las mejores de América Latina logro que se mantiene desde hace tiempo y en forma sostenida.
En la dimensión económica podemos hacer gala de las certezas jurídicas que tiene nuestro país para hacer negocios y en la estabilidad que mostramos desde hace tiempo.
Estas realidades, también debemos poder comunicarlas y sobre todo capitalizarlas, porque son fortalezas que también tenemos.
Entonces para resumir; creo firmemente que en la seguridad y en la sostenibilidad nuestro país tiene dos pilares que son verdaderas fortalezas y que podrían ser también ventajas competitivas.
Creo también que son dos focos en los que Uruguay podría basar una estrategia viable y sostenible y no entrar en una carrera de incorporación de TICs a diestra y siniestra que por nuestras capacidades; sobre todo económicas, sería una carrera en la que tenemos más debilidades y carencias, que fortalezas.
Aclaro que No descarto, ni omito, la necesidad de innovar y de mantenerse actualizados en materia del uso de las TICs, pero sí que debe hacerse en la medida de nuestras posibilidades reales, que son acotadas y también creo que las experiencias turísticas seguirán siendo por y para las personas, y en entornos y destinos donde residan personas, por lo cual la seguridad y la sostenibilidad serán fundamentales
En ese contexto los dos primeros activos pesan, se valoran y pesarán aún más hacia adelante a nivel global a la hora de definir y decidir un viaje; y nuestro país tiene un recorrido más que interesante y en el que somos referencia hoy.
Poder comunicarlo y también capitalizarlo son objetivos que podríamos establecer, ya que ambos son específicos, medibles, alcanzables, relevantes y medibles.
Sin dudas fácil no es, pero las oportunidades y los desafíos están ahí y lo lindo es poder desafiarse y medirse en base a un planteamiento sensato y razonable; en base a las posibilidades reales que se tienen, para poder ver para qué estamos y hasta dónde llega.
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