por Ramón de Isequilla Real de Azúa, desde Madrid

Pero hasta ahora la “cómoda” Europa miraba el problema desde lejos, ya que con suspender los vuelos a China, problema resuelto. No fue así, el virus llegó a Italia, con contagiados y ya cinco muertos. Cancelado el Carnaval de Venecia y los partidos de futbol, pueblos en cuarentena, hoy lunes los colegios cerrados, un tren demorado al entrar a Austria y el fantasma  del cierre de fronteras en el Espacio Schengen.

En España aparecieron varios posibles casos, en personas que habían viajado a Italia, que por ahora se han ido descartando uno a uno. El gobierno español garantiza que todos los protocolos de seguridad sanitaria están funcionando a pleno.

Para completar el panorama, las Islas Canarias están sufriendo pavorosos incendios alimentados por vientos de más de cien kilometros por hora, con cientos de evacuados y consecuencias inciertas. Esos vientos trajeron desde el desierto africano la “calima”, una tormenta de arena, que cerró varias horas los aeropuertos, con 800 vuelos suspendidos por la falta de visibilidad, a lo que se sumó el cierre de los puertos por las fuertes marejadas.

Mucha gente está sufriendo, el turismo está sufriendo, por ello “No fue un buen fin de semana”.

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