por Ramón de Isequilla, desde Madrid

No se habla más de fútbol, de fútbol en serio, es como si se hubiera entrado en un limbo, sólo se escuchan propuestas burocráticas de los dirigentes de las dos mayores y discutidas instituciones futbolísticas a nivel nacional, más algún escándalo en un club que no quiere ser español, pero de fútbol, nada.

Os preguntaréis qué tiene que ver el fútbol con el turismo español, mucho; sin caer en reiteraciones sobre los atractivos turísticos de España en general y Madrid en particular, miremos únicamente el Eje Prado, Recoletos, Castellana, para algunos el recorrido de museos más relevante del mundo que comienza con el Reina Sofía, continúa con El Prado, sigue con el Thyssen y culmina en el Bernabéu, el cuarto museo más visitado en Madrid que no tiene ni un Guernica, ni unas Meninas, ni un Caravaggio pero si trece “orejonas” .

Aparte de sus atractivos museísticos, el fútbol, es uno de los signos distintivos de España y una forma de difusión del país, por ello, la vuelta inmediata a jugar la Liga (requisito puesto por le UEFA para poder participar de la Champions y la Euroliga), con todas las medidas de seguridad que las circunstancias exigen, sería un valioso instrumento de difusión de España y una vuelta a la confianza de un destino seguro. Los clubes tenían todo listo para hacer esta semana las pruebas de diagnóstico del coronavirus, pero el Ministerio de Sanidad no lo permite.

En la conferencia de prensa del sábado pasado, el presidente del gobierno se refirió dos veces al turismo, primero al inicio de la comparecencia diciendo textualmente: “….en este período hemos visto como la pandemia se ha ensañado en cinco países que se encuentran entre las siete mayores economías de occidente, los mismos cinco países que figuran en cabeza mundial en cuanto a número de viajeros internacionales, nos precedió Italia, siguieron Francia, el Reino Unido y por último Estados Unidos que ha pasado momentáneamente a convertirse en el epicentro de la pandemia y concentra más de un tercio de los contagios del mundo y más de la cuarta parte de los fallecimientos….

Ante una pregunta de la periodista de Esdiario que decía: “…dicho al principio de su comparecencia que el virus está ensañado con los cinco países que tienen más viajeros internacionales, quería preguntarle si esa es la explicación que da el gobierno a que España sea el país con la mayor tasa de mortalidad del mundo, teniendo como hemos tenido durante cinco semanas las medidas, el confinamiento más restrictivo de todo el planeta ……”

Contestó: “..es evidente que sociedades y economías como las nuestras que reciben ochenta y dos millones de turistas al año, pues es evidente que somos sociedades pues desgraciadamente más expuestas a este tipo de epidemias y que golpean de manera muy dura, efectivamente cuando pues tenemos sociedades que dependen efectivamente de un número tan ingente de turistas, no solamente de nacionales sino extranjeros, no digo que sea la única causa, digo que efectivamente puede existir una correlación directa entre una cosa y la otra , me parece además razonable esta apreciación…”.

Culminando el fin de semana, los niños pudieron realizar un pequeño paseo de una hora con sus padres, con un recorrido máximo de su domicilio de un kilómetro, respetando las medidas de “distancia social” establecidas. Nuestros espías berlineses nos cuentan que la actividad se desarrolló con normalidad en las grandes ciudades, pero algunos comunicadores quisieron destacar que la jornada había sido un poco caótica, con algunos desbordes y denuncias, no siendo ratificadas hasta el momento y según nos dicen, tampoco acreditadas.

Como conclusión, el fin de semana nos deja tres temas sobre la mesa, primero hay que volver al fútbol, que se juegue, que se hable, que muestre al mundo nuestra pasión, que sea una vidriera al mundo del turismo de lo que es España. Segundo, si realmente puede existir  una correlación directa entre el turismo y estar más expuestos a epidemias, hay que trabajar sobre ello muy seriamente, pues sin el turismo, no hay ninguna salida posible a la crisis económica, que ya está sobreviniendo a la sanitaria. Y tercero, creemos que no es del todo adecuado cargar sobre los niños y sus sufridos padres la responsabilidad sobre cualquier rebrote que se produzca en la pandemia.

Portal de América