por Ramón de Isequilla, desde Madrid

En la agenda de decisiones estratégicas del Gobierno el turismo “no se ha tenido en cuenta”, afirma José Luis Zoreda, y que se trata de un doble varapalo que llega en la víspera de un Consejo Europeo que abordará, entre otros asuntos, procedimientos para desplazamientos transfronterizos por Europa y las cautelas sanitarias consecuentes con los protocolos que se acuerden, siendo desconcertante la descoordinación entre los distintos departamentos que no esperaban de la reunión de mañana del Consejo Europeo grandes medidas de liberalización de la circulación de personas, pero quizás sí “que se abriera alguna puerta, alguna ventana de oportunidad” para no dar por perdido este año.

La medida es disuasoria para los turistas extranjeros, que tendrían que esperar 14 días para entrar en el país, y también para los españoles que decidan viajar fuera, a los que le pasaría lo mismo a su regreso.

Recuerda Zoreda que hay ya bolsas de demanda de viajes a España, sobre todo a zonas de “sol y playa”, pero las agencias y los operadores deben tener listas sus ofertas con antelación, y la inseguridad que crea no saber exactamente cuándo se dará por finalizado el estado de alarma hace imposible gestionarlas.

Adoptada “apenas 24 horas antes de que se celebre un Consejo Europeo”, no es precisamente una medida “alentadora la que España lanza al mundo”. “Lo lógico es que cualquier ciudadano alemán o inglés que estuviera dudando si viajar o no a España este verano y lea mañana la noticia de la cuarentena en España, reserve en otro sitio”, ha añadido.

El sector concluye "Ningún turista va a venir para estar encerrado" y esta medida destruye los planes del sector turístico para la reactivación.

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