Nuestro “despiste”, término muy adecuado para la ocasión, provenía del hecho que durante los dos últimos meses la atención mediática ha estado centrada en la trágica erupción en la Isla de La Palma, provocando mi asociación inmediata al escuchar la palabra Palma, con volcanes, lava, cenizas y el drama de los palmeros que han perdido casas, negocios, plantaciones e infraestructuras.

Mi error provenía de la similar denominación de tres lugares distintos que comparten el término “Palma”, que paso a aclarar a los otros “despistados” como yo.

Primero, Isla de “La Palma” en el archipiélago canario cuyo aeropuerto es el “Aeropuerto Internacional de La Palma”, código IATA “SPC”, código OACI “GCLA”.

Segundo, “Las Palmas de la Gran Canaria”, ciudad capital de la isla Gran Canaria, cuyo aeropuerto es “Aeropuerto de Gran Canaria”, código IATA “LPA”, código OACI “GCLP”.

Tercero, “Palma de Mallorca”, ciudad capital de la Isla de Mallorca, isla del archipiélago balear, cuyo aeropuerto es “Aeropuerto Son Sant Joan”, código IATA “PMI”, código OACI “LEPA”.
        
Aprovechamos la circunstancia para explicar para los que no son “iniciados” en el transporte aerocomercial, sobre qué significan todas estas siglas.

IATA (International Air Transport Association) es una organización privada formada por la mayoría de las compañías aéreas, las más importantes del mundo, que auto regula en muchos aspectos su actividad, dando orden y seguridad comercial a empresas y usuarios. Entre sus regulaciones está la adjudicación de siglas, que identifican todos los aeropuertos existentes y habilitados por las autoridades competentes de cada país, dividiendo el mundo en tres grandes zonas, 1) América, 2)Europa y África, 3) Asia y Oceanía, que no influyen, a diferencia de los códigos OACI, en la denominación de los aeropuertos, ya que las tres letras que los identifican obedecen a las letras de su ciudad, con las variantes producidas para evitar la repetición de nombres parecidos, siendo muy conocidos para los españoles el MAD de Madrid, el BCN de Barcelona y el AGP de Málaga . Este código ayuda a una rápida identificación de itinerarios, ubicación de equipajes y otros aspectos comerciales de la actividad.

La OACI (Organización de Aviación Civil Internacional), agencia especializada de las Naciones Unidas, al igual que la OMT, regula la actividad coordinando políticas de organismos oficiales, dirigidos no tanto a los aspectos comerciales que persigue IATA, sino a los intereses de los países miembros, como unificar disposiciones y reglamentos, dividendo el mundo en 22 zonas, lo cual conduce a identificar los aeropuertos y estaciones radiofónicas de ayudas a la navegación aérea con cuatro letras, las cuales identifica la primera la región, la segunda el país y las dos últimas el aeropuerto o estación.

Poniendo como ejemplo el “Aeropuerto Adolfo Suarez Barajas” su código OACI es “LEMD”, “L” corresponde a la región Sur de Europa, Israel y Turquía, “E” a España y “MD” identifica Madrid.

Los aeropuertos españoles por su ubicación geográfica tienen cuatro denominaciones diferentes en sus dos primeras letras, “LE” para los ubicados en la península e Islas Baleares, “GC” para las Islas Canarias, “G” por la región Nord Occidente de África y “C” por Canarias, ejemplos La Palma “GCLA” y Gran Canaria “GCLP”. Melilla y Ceuta por estar en la zona Nord Occidente de África llevan en sus dos primeras letras “GE”, “GEML” Melilla y “GECE” el Helipuerto de Ceuta, única estación aérea por carecer de aeropuerto.

Esta denominación se utiliza en aspectos oficiales como la confección de planes de vuelo, por ejemplo, el vuelo protagonista de los hechos que nos ocupan tenía un plan vuelo que lo autorizaba cubrir la ruta Casablanca-Estambul “GMN-LTFM”, vuelo con origen y destino de países fuera del espacio Schengen y de la Unión Europea, con todo lo que ello implica en aspectos de seguridad y migratorios.  

Cuando un pasajero, culmina en tiempo y forma un vuelo cualquiera, quizás no tiene la menor idea de todos los mecanismos que tuvieron que funcionar a la perfección para cumplir con su viaje que, si los conociera, lo haría más comprensivo con los sacrificados funcionarios de tráfico y tripulaciones, cuando los atosigan ante la menor demora en un vuelo, sea por causas meteorológicas, técnicas u operativas en aeropuertos de origen y destino o en ruta.

Las frasecitas comunes, “no nos dicen nada”, “no nos dan ninguna explicación”, “que venga alguien responsable”, “tengo que llegar en hora si, o si”, “mi caso es especial”, aún resuenan en mis oídos veinte años después de haber abandonado los mostradores de Aeroparque “AEP”, “SABE”, Bariloche “BRC”, “SAZS”, Iguazú “IGR”, “SARI”, Montevideo “MVD”, “SUMU” y Laguna del Sauce “PDP”, “SULS”.

Los mecanismos y/o circunstancias que mencionamos en el párrafo anterior, para no aburrirlos vamos a resumirlas lo más posible.

La compañía aérea, debe estar autorizada por las autoridades competentes, para volar en su país de matrícula y permitirse su despegue y arribo a los aeropuertos y países que desee conectar, como asimismo sobrevolar espacios aéreos como el caso del europeo y norteamericano, los más exigentes en cuestiones de seguridad.

El avión a utilizar debe tener al día los certificados de aeronavegación pertinentes y someterse periódicamente a inspecciones y chequeos.

La ruta debe estar autorizada como línea regular o como chárter, haciendo uso de una o varias de las “libertades” para las que los estados involucrados estén habilitados.

Fuente Sociedad Aeronáutica Española.
- Primera libertad: Derecho a sobrevolar sin escalas el territorio de los Estados signatarios (sobrevuelo sin escalas).
- Segunda libertad: Derecho a aterrizar en el territorio de los Estados signatarios por razones no comerciales (escala técnica).
- Tercera libertad: Derecho a desembarcar pasajeros, correo y carga en el territorio de un Estado en el que no esté matriculada la aeronave.
- Cuarta libertad: Derecho a embarcar pasajeros, correo y carga destinados al territorio del Estado en el que está matriculada la aeronave.
- Quinta libertad: Derecho a embarcar y desembarcar pasajeros, correo o carga destinados al territorio de cualquier Estado contratante.
- Sexta libertad: Derecho a efectuar transportes entre dos Estados distintos de aquel en el que esté matriculada la aeronave, sobrevolando el territorio de este país.
- Séptima libertad: Derecho a operar correctamente fuera del Estado de matriculación y a embarcar y desembarcar pasajeros, correo y carga provenientes de o con destino a un Estado tercero, que no es el de matriculación.
- Octava libertad: Derecho a transportar pasajeros, correo o carga de un punto a otro de un mismo Estado, distinto a aquel en el que está matriculada la aeronave. También se conoce como cabotaje.
- Novena libertad: Derecho a transportar tráfico de cabotaje del Estado otorgante en un servicio que se lleva a cabo enteramente dentro de su territorio (Derecho de cabotaje autónomo).

Se debe presentar un plan de vuelo, donde figuren los datos de la aeronave, tipo de vuelo, horarios, aeropuerto de salida, de llegada y escalas cuando corresponda, aeropuertos alternativos en casos de emergencia en ruta, o imposibilidad de llegar a destino o volver al aeropuerto de origen y la ruta a seguir de acuerdo al tipo de aeronave y si se trata de vuelo visual o por instrumentos. Solicitar el combustible necesario y catering como algunos servicios espaciales, como sillas de rueda,

Con la información proporcionada por tráfico, el despachante operativo indicará la distribución de carga y equipaje en las distintas bodegas. Solicitar un parte meteorológico de partida, llegada y ruta.

El despachante operativo tanto en partida como en llegada deberá entregar las copias de toda la documentación exigida firmada por el comandante, que al igual que la tripulación deben estar habilitados para ese equipo, a la autoridad del aeropuerto, sanidad, migraciones, aduanas, meteorología, policía de fronteras.

Cuando el vuelo a aterrizar estaba previsto, el aeropuerto de destino estará preparado para recibir la aeronave, tarea en la que participarán los funcionarios de trafico y operaciones de la compañía transportista, personal de rampa para ubicar la aeronave y facilitar la descarga y el desembarco de pasajeros, los buses o fingers de acceso a la terminal, reposición de catering y combustible, limpieza de cabina, mecánicos habilitados de la compañía, sanidad, aduana, migraciones, policía, meteorología, cada uno para cumplir con su tarea específica, control aéreo, torre de control, etc, etc.

Si el vuelo no era esperado, o si se trata de un aterrizaje de emergencia por razones climáticas, técnicas, sanitarias o de seguridad, tomado conocimiento por la torre de control del evento, informará a todos los involucrados, que de inmediato estarán preparados para recibirlos, cumpliendo protocolos muy estudiados, sumándose de ser necesario de acuerdo a la razón del aterrizaje, bomberos, ambulancias, policía, aviso a hospitales cercanos, inclusive según el caso, el ejército.

Este breve resumen de todo lo que está en juego en un simple vuelo, nos da la magnitud de la tarea y el nivel de preparación de las personas que participan, por ello lo ocurrido el viernes pasado en Palma de Mallorca es inadmisible.

Periodista Digital, nos decía: “Ni un triste coche de Policía”.
“Los inmigrantes marroquíes que iban a bordo del avión de Air Arabia, aterrizado de emergencia en Palma de Mallorca la tarde noche del 5 de noviembre de 2021, tuvieron todas las facilidades del mundo para escapar de la aeronave y del recinto aeroportuario”.
“Pese a la excepcionalidad que siempre acarrea que un vuelo tenga que alterar su hoja de ruta, en este caso por una urgencia sanitaria, aunque finalmente fue una burda artimaña, sorprendió el hecho de que no se produjera una vigilancia mínima para evitar lo que acabó siendo una realidad”.
“Una veintena de marroquíes aprovechó la confusión generada por la atención médica a un viajero para, en cuanto se abrieron las puertas del avión, salir como posesos del mismo y echar a correr por las pistas del aeropuerto de Palma”.
“SORPRESA ENTRE EL RESTO DE PASAJEROS POR EL ‘ESPECTÁCULO’”
“Los pasajeros que se quedaron dentro del avión no daban crédito a la estampa que se estaba produciendo”.
“Aquello parecía la estampida de unos elefantes que corrían como posesos, con la diferencia de que no eran paquidermos ni precisamente el escenario era la selva, sino un aeropuerto de talla internacional”.
“Muchos grabaron con sus móviles la escena y se puede apreciar como los fugados contaron con todas las facilidades del mundo para escapar por las pistas del aeródromo mallorquín y poder saltar sin mayores dificultades las vallas que perimetran el mismo”.
“El bochorno para el Ministerio del Interior, en concreto para su titular, Fernando Grande-Marlaska, es de los que dejan marca indeleble”.
“Y es que, tal y como la oposición, con PP y VOX a la cabeza, han señalado, fallaron todas las medidas de seguridad en el aeropuerto de Palma y aún 12 de los 24 inmigrantes marroquíes no han podido ser localizados y se teme que alguno se encuentre ya alojado en domicilios de amigos o familiares”.

El Mundo titulaba: “La patera aérea de Mallorca: ¿cómo se gestó esta peligrosa nueva forma de inmigración?”

El Diario de Mallorca completaba: “Son Sant Joan arruina la reputación de Mallorca”
“Los pasajeros mallorquines sometidos al habitual trato degradante de ganado en Son Sant Joan no pudieron evitar una mueca al observar ayer a decenas de fugados de origen marroquí correteando por las pistas aeroportuarias a su libre albedrío y capricho”

El resto de los detalles ya han sido suficientemente cubiertos en distintas notas, como la posible participación de un grupo organizado en una red social que desde julio está alentando hechos como el ocurrido, intentando inaugurar una nueva forma de inmigración ilegal, y lo que es más peligroso que estos hechos estén encubriendo la entrada a Europa de terroristas yihadistas.

El juzgado de guardia ha actuado según nos informa el ABC: “Prisión provisional para todos los detenidos por la ‘patera aérea’ de Palma”
“La jueza respalda en su auto la petición formulada por la Fiscalía y desestima la devolución en caliente por la gravedad de los hechos”
“La titular del Juzgado de Instrucción 6 de Palma, que se encontraba de guardia este lunes, ha decretado prisión provisional, comunicada y sin fianza para los doce detenidos por escaparse del avión que hizo un aterrizaje de emergencia el pasado viernes en Palma y que obligó a cerrar el aeropuerto de Son Sant Joan durante cuatro horas”.
“La magistrada suscribe la tesis de la Fiscalía, que pedía el ingreso en prisión de los detenidos porque considera que pueden haber incurrido en dos posibles delitos de sedición, otro de favorecimiento de la inmigración ilegal y un cuarto de desórdenes públicos. Dada la gravedad de los delitos y el alto riesgo de fuga, el Ministerio Público consideraba que la mejor opción es el ingreso en prisión a la espera de juicio. Por su parte, las defensas reclamaban su expulsión automática de España en aplicación de las denominadas ‘devoluciones en caliente’, lo cual ha sido desestimado por la gravedad de los hechos imputados. La mayoría de los detenidos se han negado a declarar, salvo el que fingió el coma diabético, que aseguró ser inocente”.
“Asimismo, la hipótesis de que todo era un plan orquestado previamente, tal y como pensaba la Policía, cobra fuerza después de que la investigación confirmase ayer que varios de los detenidos forman parte del grupo de Facebook marroquí denominado Brooklyn. “Chicos, escuchad, la mayoría quiere emigrar. Sigan este plan: necesitamos 40 voluntarios. Todos los chicos de Brooklyn que reserven en un avión rumbo a Turquía y que sobrevuele España”, reclamaba el pasado mes de julio el usuario con las siglas Y.S., un joven de Casablanca que ejerce como administrador del grupo”.
 
Esta es una perla más de los despropósitos que las autoridades nacionales y las de las Islas Baleares nos tienen acostumbrados.

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