La razón del cierre de PLUNA
Jueves, 06 Julio 2017 12:05

La razón del cierre de PLUNA

Un día como hoy hace cinco años cerraba la primera línea de navegación aérea del Uruguay. El expresidente Pepe —que nada sabe ni le interesa la aeronáutica—argumentó que el motivo del cierre era que el Estado uruguayo tendría que afrontar 3.000 juicios de exfuncionarios de VARIG, producto de la quiebra de la empresa brasileña a la que PLUNA había estado asociada a mediados de la década del '90.

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por Alejandro Spera, @alejandrospera, desde Orlando

 

Esta falacia utilizada públicamente se basó en un cálculo ridículo del gobierno a partir de la sentencia de dos juicios que exempleados de VARIG habían ganado ante los tribunales brasileños, que la condenó al pago de unos 500 mil dólares. Frente a la posibilidad de no pago debido a la falta de activos de VARIG, esto podría haber recaído en la aerolínea uruguaya.  Esa cifra multiplicada por los 3.000 funcionarios que ostentaba VARIG al momento de su cierre podría haber significado una erogación para PLUNA de 1.500 millones de dólares.

 

A cinco años de aquel día puede saberse a simple vista que nada de esto sucedió. Este cálculo fue muy alejado de cualquier realidad; apenas se trató de la consideración de una contingencia que, de huber ocurrido, podría haberse resuelto por la vía política entre ambas naciones.

 

Sin embargo, el gobierno de Mujica optó por cerrar la aerolínea y causar pérdidas directas de 300 millones de dólares para el país, sin mencionar el costo oportunidad que significó durante estos años la no existencia de PLJNA en la operativa aeronáutica, que es posible estimar en 1.500 millones de dólares en cinco años.

 

Esta aproximación viene dada por el modelo de Oxford Economics de acuerdo al aporte directo, indirecto e inducido del año 2011. En este dato no se considera la contribución catalítica, es decir, el aporte de divisas para el país producto del ingreso de turistas que viajan en la compañía aérea, ni la concreción de negocios de aquellos pasajeros en viajes corporativos.  A modo de ejemplo, sólo por la operación de la ruta Punta del Este/Buenos Aires en el último verano operativo de PLUNA, aportó al país más de 100 millones de dólares de divisas por el movimiento de turistas hacia nuestras costas (basándonos en los datos de gasto por turista del Ministerio de Turismo del Uruguay).

 

Más allá de la parodia de subasta que tuvo lugar a unos meses del cierre para intentar transferir los activos de PLUNA a un testaferro de López Mena (por aquel entonces dueño de BQB Líneas Aéreas), nada de este proceso concursal tuvo un beneficio para la sociedad uruguaya.

 

En este momento estamos a pocos días de la subasta de lo que queda como "chatarra" de la excompañía (dos aeronaves Boeing 737-200 más un Vickers Viscount inhabilitados para volar), y ni siquiera se menciona o se ilustra correctamente el lote, dada la complejidad técnica de los elementos aeronáuticos a rematar.

 

Con el cierre de PLUNA todos  perdieron: la sociedad uruguaya, el Estado, los empleados, los proveedores, los aeropuertos... En alguna oportunidad nos hicimos la pregunta de para qué debería existir un ente regulador como la Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica (DINACIA) con un plantel de más de un millar de funcionarios asignados al contralor de la aviación comercial local si acaso este sector apenas existe... ¿Cuánto representa mantener esta estructura de poca productividad, derrochando recursos para la economía del país?

 

El Pepe, como forma de intentar tapar el sol con el dedo, le regaló 15 millones de dólares a un sindicato aeronáutico para crear una idea que jamás hubieran soñado: certificar una compañía aérea desde cero. Sin embargo, el nuevo gobierno —que se jacta de tener una disciplina partidaria en su toma de decisiones— le dio la espalda al proyecto y se perdió su repago por no haberle brindado un préstamo 'puente" que le permitiera llegar a la temporada de verano, momento en el que hubiera facturado más de 10 millones de dólares y significado una contribución catalítica de más de 15 millones. Una vez más, la improvisación y los intereses políticos conspiraron contra la aviación comercial local.

 

El gobierno no ha podido darse cuenta que cada mala decisión en este rubro impacta sobre el PIB... como si la idea fuera  dar la espalda a la posibilidad de generar aporte genuino.   De seguir la línea recesiva de la consolidación fiscal junto al tarifazo y la paramétrica desconocida del combustible, sin apegarse a los principios establecidos en la normativa firmada por el mismo Pepe Mujica, la aviación comercial uruguaya seguirá por ese camino de ensayo y error que tanto dinero le cuesta a cada ciudadano del Uruguay.

 

Portal de América

Comentarios  

Ale, muy claro análisis de la barbaridad más grande que se tenga memoria y que nos transformó en una provincia aeronáutica del extranjero. Quién ganó con el cierre de Pluna?, solo los divertidos que cobraron la comisión de compra por 13 aviones inadecuados y que por ello pagaron unos meses dando clase de reiki en Campanero. Pero el desenlace de esta atrocidad tuvo un componente menos técnico y más visceral. Recuerda que dias antes Astori, que fue quien trajo entre bombos y platillos a los inversores estrella del otro lado del Plata, manifestó públicamente que haber hecho entrar a Venezuela al Mercosur por la ventana era un disparate. La venganza no demoró una semana. Lo político, que se argumentó estar antes de lo jurídico, también estuvo sobre lo económico, lo social y lo racional. "Gracias Pepe" gritaria alborozada la dirigencia sindical meses más tarde. De locos.

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