El avión de Emtrasur
Domingo, 26 Junio 2022 14:32

El avión de Emtrasur

Para escribir esta nota nos hemos basado en información “no oficial” que nos merece plena fe, he “filtrado” las publicaciones periodísticas, tratando de distinguir entre lo que podría ser “información” y “opiniones” personales, algunas de éstas debo decir muy sesgadas. En una palabra, he tratado de ir a los hechos, un avión que ingresó al país, con matriculación venezolana, como no regular, transportando carga comercial, su escala obligada en Córdoba por cuestiones meteorológicas, su vuelo fallido del 8 de junio a Montevideo, su espera sobre el Río de la Plata y regreso a Ezeiza, y todo lo demás de lo que sabemos poco, pese al exceso de información, en muchos casos manchada con opiniones personales respetables, pero con las que discrepo. El proceso penal que tramita ante un Juez federal de Lomas de Zamora, sigue secreta a la fecha y creo que sin rumbo.

Arapey 1250x115
Mintur verano 1250x115
TSTT-1250x115
Fiexpo 2024 1250x115


por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. @007Rizzi

Comienzo transcribiendo estos artículos del Código Aeronáutico Argentino.

ARTICULO 65. –Este código denomina explotador de la aeronave, a la persona que la utiliza legítimamente por cuenta propia, aun sin fines de lucro.
ARTICULO 66. –El propietario es el explotador de la aeronave salvo cuando hubiese transferido ese carácter por contrato debidamente inscripto en el Registro Nacional de Aeronaves.
ARTICULO 67. –La inscripción del contrato mencionado en el artículo anterior, libera al propietario de las responsabilidades inherentes al explotador, las cuales quedarán a cargo exclusivo de la otra parte contratante. En caso de no haberse inscripto el contrato, el propietario y el explotador serán responsables solidariamente de cualquier infracción o daños que se produjesen por causa de la aeronave.

En el transporte aéreo moderno la mayoría de los aviones “que vuelan por el aire”, son usados por empresas que los toman en leasing en sus diferentes variantes, “wet lease”, ACMI y “drylease”, las más usuales.

Según su último balance (2021) Aerolíneas Argentinas posee una flota de 72 aviones de los que en propiedad son 24: 22 Embraer, de la absorbida Austral Líneas Aéreas, y 2 Boeing 737-700, los demás son utilizados bajo la figura del “leasing” operativo y financiero, que en los hechos se trataría de aviones tomados en alquiler con opción de compra.

Esto encuadra en lo dispuesto en los artículos transcriptos más arriba del código aeronáutico argentino, en la figura del “EXPLOTADOR” de aeronaves, que es lo decisivo a los fines de una correcta dilucidación del caso.

Dos detalles, el respectivo contrato de “alquiler”, en definitiva, de eso se trata, debe estar inscripto en el Registro Nacional de Aeronaves, y esa inscripción libera al propietario del avión, el “LESSOR” de toda responsabilidad generada por su utilización, diría que esto una exigencia universal.

El avión de Emtrasur ingresó al país luego de haber obtenido la respectiva autorización por parte de la ANAC para realizar el respectivo vuelo “no regular” de carga aérea que dio origen a esta cuestión que he dado en llamar “El avión gris”, porque impera una gran confusión autogenerada a su alrededor.

Según información que me fue dada, el respectivo contrato de “leasing” entre el propietario del avión y “Emtrasur estaría inscripto en la República Bolivariana de Venezuela. Es probable que en la causa que tramita en Lomas de Zamora, el juez ya haya requerido esta información al gobierno de Venezuela. También se habla de un “contrato de compraventa” que según algunos datos que fueron difundidos, sería más bien un leasing operativo con algunos ingredientes del ACMI.

Según información disponible el avión ingresado a la Argentina es el siguiente: Boeing 747, MSN 23413, MATRICULA yv 3531, Explotador “Emtrasur” subsidiaria de CONVIASA. (/airfleets es, “perfil.com”)

El avión pertenecía a Mahan Air desde 2007 que lo usaba con matricula de Armenia “EK” y a partir de 2009 con matrícula de Irán “EP”, a partir del 22 de enero de 2022 se rematriculó en Venezuela como YV 3531.

Para dilucidar esta cuestión lo que interesa saber es la “historia del avión” a partir de su inscripción en Venezuela y su ingreso al país, lo anterior diría a los fines de esta nota no interesa, aunque el “747” se hubiera utilizado para los fines más perversos, lo que debería ser materia de otro tipo de investigación y habría que precisar cuál sería la justicia competente.

A esta altura vale decir que la OFAC (Oficina de Control de Bienes Extranjeros) dependiente del Departamento del Tesoro de los EE.UU. tiene incluidas en sus listas (Nacionales especialmente designados) a países, empresas y sociedades con las que prohíbe contratar a sus ciudadanos y residentes, entre estos se incluye a empresas y personas extranjeras que realicen algún tipo de actividad en el país, por ejemplo, cotizar en bolsa, que es el caso de YPF, SHELL y AXION ENERGY, proveedoras de combustible en Ezeiza.

Según lo que sabemos, Emtrasur presentó ante la ANAC la respectiva solicitud para el vuelo, acreditó su legitimidad para la utilización del avión, la habilitación de los pilotos tripulantes, el respectivo seguro vigente, con lo que se autorizó correctamente el vuelo y obviamente su AOC.

Va de suyo que Emtrasur sabía que no podría reabastecerse de combustible en Ezeiza, ya que la sociedad esta incluida en la "lista negra” de la OFAC. Por ese motivo es posible que el avión viniera con sólo 40 y pico de toneladas de carga comercial, para tener la posibilidad de cargar la máxima cantidad de combustible posible. Según nos cuenta gente de la que doy fe, el plan de vuelo del avión era Caracas, Venezuela lugar de origen y destino Ezeiza.

Pasa que a veces, o bien el Diablo mete la cola o Dios pone el dedo, difícil saberlo, y el avión tuvo que ser desviado a Córdoba por condiciones climáticas adversas en Buenos Aires, que no le permitían al avión por la calificación de su tripulación aterrizar en Ezeiza bajo mínimos. Esta escala nunca estuvo prevista en el plan de vuelo,

Esta circunstancia se convertiría en un problema para la tripulación, ya que esa maniobra imprevista, el aterrizaje y posterior decolage en Córdoba, hizo consumir más combustible que lo previsto en el programado vuelo original que incluiría reabastecimiento en Viru Viru, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, en el vuelo de regreso a Caracas.

El avión aterrizó normalmente en Ezeiza el 6 de junio, se desembarcó su carga y la tripulación se fue al hotel donde pernoctaría.

Respecto a la tripulación habrían ocurrido algunas diferencias entre las nóminas y las personas realmente ingresadas. Esto es un tema de migraciones y de la “security” local. Puede ocurrir en cualquier vuelo, para eso se hacen los controles rutinarios respectivos.

El 8 de junio, y luego, según nos cuentan, de supuestas y reservadas negociaciones entre los gobiernos argentinos y venezolanos, Emtrasur no habría logrado el necesario reabastecimiento de combustible. YPF fue muy categórica en su negativa. Debemos aclarar que el combustible del que disponía era insuficiente para llegar hasta Viru Viru.

Por ese motivo se opta por volar a Montevideo, Uruguay, dado que, ANCAP, al no tener actividad en los EEUU, podría reabastecer al avión.
Se presenta el plan de vuelo Ezeiza-Montevideo), que es autorizado por la autoridad aeronáutica del Uruguay. Una vez que despega el avión y contacta con el ATC del Uruguay, les informa que debe hacer espera sobre el Rio de la Plata, lo que explica su orbitación durante unos 20 minutos, con lo cual continuó consumiendo combustible.

Finalmente, se le niega el ingreso al espacio aéreo y el avión debe retornar a Ezeiza. Es obvio que desde que se aprobó el plan de vuelo hasta su posterior cancelación, algo ocurrió en el país hermano. Se podría haber permitido el aterrizaje, negar el reabastecimiento y en su caso, negar el ingreso de los “tripulantes” del avión y disponer su inmediato egreso en próximos vuelos.

Es obvio que hubo algún “apuro”.

De regreso a Ezeiza del 747 comenzó una saga de informaciones, opiniones y falta de idoneidad para resolver el problema, y una investigación judicial que no sabemos qué investiga.

No veo la comisión de delito alguno por el ingreso del avión. Tampoco se advierte que la ANAC hubiera incurrido en alguna anomalía, si controló debidamente la documentación presentada con la solicitud del vuelo.

Lo que se estaría investigando es la historia del avión y sus anteriores propietarios, desde ya una cosa, como es un avión, no puede ser sujeto pasivo de una investigación. Debieran serlo sus explotadores o propietarios anteriores, pero no creo que la Argentina tenga jurisdicción para tal investigación sobre hechos que habrían ocurrido a miles de kilómetros de distancia.

No le veo sentido al secuestro de la “caja negra” que solo graba los 30 minutos inmediatos anteriores al aterrizaje, esto demuestra la falta de rumbo del Juez interviniente.

Habría en la causa informes remitidos por organismos internacionales, como el Mossad y el FBI, sobre la historia del comandante del avión y su copiloto, pero no pesa ninguna orden de detención o restricción de sus libertades ni del resto de los tripulantes, diría que todo ese despliegue de actividad jurisdiccional es una pérdida de tiempo.

Cuesta entender la inmovilización del avión que de hecho se produce porque carece de combustible y además sería necesario que la Boeing lo rehabilite, ya que se habrían desarmado durante los procedimientos policiales, partes sustanciales, como el retiro de la “caja negra”.

La inmovilización fue una decisión al cuete que podría generar responsabilidad por parte del Estado.

Se siguen desplegando conjeturas sobre supuestos hechos como que se habría ingresado dinero o armas o no sé qué de modo clandestino, es una cuestión de prueba, ningún derecho se sustenta en “suposiciones”.

Lo concreto, sobre la carga no se detectó anomalía alguna, tampoco sobre la conducta de las personas, mas allá de la antipatía o simpatía que nos puede generar los antecedentes de algunos tripulantes.

En fin, ahora es difícil salir de este supuesto entuerto, pienso que la investigación judicial terminará en un “archivo” de la causa, el gobierno fue víctima de su falta de tacto e idoneidad para tratar el tema y de su simpatía bolivariana, la política quiso hacer de un modesto 747 una historia de intrigas, enemistades y simpatías, según dónde se estuviere ubicado, el periodismo, diría no se lució en el tratamiento del tema y nosotros como país mostramos nuestras limitaciones, somos esto.

Nicolás Maduro podría pensar, cuídame de mis amigos…

Para mí, pienso que todo esto me hizo acordar a la “Armada Brancaleone”, aquella película estupenda de Vittorio Gassman, aquello fue divertida ficción, esto del avión es triste realidad.

Asi no se enfrenta al terrorismo de verdad, ni menos al de ficción.

Portal de América

Comentarios  

Buen análisis. Yo tampoco veo ningún delito ni ninguna contravención aeronáutica, y tampoco veo como "raras" muchas cosas que hizo este avión, los vuelo de carga no regulares son así.

Y un dato: lo mejor es compararlo con los vuelos de Aerolíneas, y resulta que los vuelos que se hicieron a China y Rusia para traer vacunas e insumos siempre estuvieron en el orden de los 15/20 tripulantes.

Escribir un comentario

Promovemos la comunicación responsable. No publicamos comentarios de usuarios anónimos ni aquellos que contengan términos soeces o descalificaciones a personas, empresas o servicios.