Nosotros y ese cargo
En general no hemos tenido suerte. Hemos mantenido contacto de una u otra forma con algunos de los últimos.
Con uno recordamos que cuando nos atendió nos confesó su aversión a la comunicación virtual por la cual no se permitá siquiera usar una computadora, la miraba como si fuese un objeto extraño. Es de imaginarse la calidad de comunicación que habrá desarrollado.
Con otro, precedido de antecedentes que podían alentar cosas positivas, intentamos, pero no pudimos. En un exceso de manejo ideológico, apuntó su baterías hacia nosotros para "sacarnos de la troya". No fue necesario, nos salimos por nuestros propios medios. Un buen día, cuando había regresado al llano y obviamente había repasado (suponemos), tuvo el buen gesto de acercarse, disculparse y elogiar nuestra trayectoria.
Alguno más reciente (algune, algunx, algun@), llegó a elogiar nuestras propuestas (no directas, simplemente leyó nuestros artículos) y a prometer que las iba a aplicar (pasó su gestión y no vimos ni atisbos de ello). En cierta oportunidad habíamos coordinado entrevistarlo/e/x/@ y el día anterior nos avisó que no podía; intentamos reagendar el encuentro pero no tuvimos suerte. Al parecer le aconsejaron que no le convenía...
Descubrí Montevideo
Quizás Amado que es un muy buen escritor, por lo tanto, conocedor de nuestro idioma, se anime a corregir el exabrupto, la ordinariez berreta que significa el eslógan "Descubrí Montevideo", como frase que supuestamente invita a conocer la capital del Uruguay. Tal vez se anime decimos, a cambiar la última letra, la vocal i con tilde por una simple e y modifique positivamente el mensaje y permita que por ejemplo los hispanoparlantes de fuera de la región entiendan que es una invitación y no la noticia de que alguien descubrió Montevideo.
La "importancia" del turismo para "los de afuera"
En este caso, mal que nos pese, no son de palo.
A la hora de darle al turismo la supuesta importancia que casi todos quieren creer o entender que tiene, "los de afuera" del sector, está visto que no piensan lo mismo que muchos de quienes lo integran (no decimos "integramos", por la sencilla razón de que hace mucho tiempo nos estamos cuestionando a nosotros mismos y hasta ahora no nos hemos respondido, no logramos convencernos de la importancia del turismo de cara a la cruda realidad). Siempre se utilizan los cargos públicos que involucran al turismo para satisfacer el reparto de cuotas, como es claramente el caso de Fernando Amado, que con el turismo, tiene la misma relación que nosotros con la bioquímica, la física cuántica y la astrología...
Pero...
Algo hemos aprendido.
Incluidos nosotros, no hay que prejuzgar.
Dentro de la tristísima realidad que significa que CASI NUNCA se designe a alguien del palo para ejercer cargos públicos en el turismo, en principio queda un solo camino: resignarse y aguardar que, como ha ocurrido en muy contadas ocasiones (léase José Villar Gómez y hasta cierto punto y de alguna manera, con serias dudas de nuestra parte, Héctor Lescano).
¿Suena a conformismo?, puede ser, aunque nosotros pensamos que es realismo.
Buena suerte Fernando Amado!, ojalá aprendas lo más rápido posible y quiera Dios que si aprendes y quieres hacer, aciertes, además de que te lo permitan.
Y aunque no lo creas, estamos a tu entera disposición, ya que sabemos por viejos más que por sabios, que si colaboramos contigo (y aceptas y te dejan), estaríamos haciéndolo por encima de todo, con el destino.
Hemos dicho.
Portal de América