por Sergio Antonio Herrera, desde Praga

El Castillo de Praga

El Castillo de Praga es una imponente fortaleza histórica que se alza sobre la ciudad. Es uno de los castillos más grandes del mundo y ha sido el centro de poder en Bohemia durante más de mil años. En su interior, se encuentran el Palacio Real, la Catedral de San Vito y la Calle Dorada, que alberga tiendas y talleres de artesanía, entre otros atractivos. El castillo es un símbolo de la rica historia de Praga y una visita obligada para los turistas.

Lo visitamos dos días seguidos, el sábado 23 con el tour panorámico de Europamundo y el domingo 24 con una excursión específica de tres horas y media que comenzamos abordando el metro en Mustek hasta la estación de Mala Strana, para continuar luego el ascenso en tranvía hasta la entrada del Castillo y lo primero que vimos fue el Jardín Real.

Tuvimos la fortuna de llegar cuando faltaban cinco minutos para el cambio de guardia, lo pudimos registrar y lo compartimos en el video. Seguimos con un pasaje por la Catedral de San Vito (volveríamos más tarde); el Palacio Real, donde admiramos el Salón de Ladislao, estuvimos en la ventana donde se perpretó la tercera defenestración, en el siglo XVII; en el Salón del Trono, donde además hay réplicas de las joyas reales, pasando luego por la Iglesia de San Jorge y asombrarnos con nuestro paso por la Calle Dorada y sus diminutas viviendas, entre las que se encuentra la de la hermana de Kafka. Visitamos luego por dentro la Catedral de San Vito y ya retirándonos, el Palacio del Arzobispado, vimos a lo lejos la torre que semeja a la Eiffel.

La Ciudad Pequeña (Mala Strana)

La Ciudad Pequeña de Praga, también conocida como Mala Strana, es un encantador barrio que se extiende a lo largo de la orilla oeste del río Moldava. Este pintoresco distrito está lleno de calles empedradas, edificios históricos y plazas encantadoras. Transitando las calles de la también conocida como "Ciudad pequeña", llegamos hasta la Isla de Kampa haciendo una parada en primera instancia en el Muro de Johm Lennon, conocido por la reiteración de grafitis pacifistas en contra del régimen comunista que imperaba en la República Checa, para posteriormente llegar al Museo de Arte Moderno y encontrar en sus jardines a los Bebés Gigantes de David Černý.

Volvimos a recorrer coomo el día anterior el puente de Carlos y admirar desde lo alto el Río Moldava surcado por singulares embarcaciones con un marco de estupendas viviendas, restaurantes y parques.. Tocamos para la suerte al perro de Juan Nepomuceno y nos dirigimos caminando hacia la próxima atracción.

La Ciudad Vieja

La Ciudad Vieja de Praga, o Staré Město en checo, es el corazón histórico de la ciudad, sus estrechas calles adoquinadas están llenas de edificios históricos, restaurantes y tiendas. Es un lugar animado y concurrido que atrae a turistas de todo el mundo.. Aquí se encuentra la famosa Plaza de la Ciudad Vieja, con el Reloj Astronómico y la Iglesia (oculta) de Týn. Vimos finalmente en acción a los apóstoles del Reloj Astronómico y enfilamos nuestros pasos hacia la Ciudad Nueva, más precisamente a la Plaza de Wenceslao.

La Ciudad Nueva (Nove Mesto)

A pesar de su nombre, la Ciudad Nueva (Nove Mesto) de Praga es en realidad más antigua que muchos lugares en América. Fue fundada en el siglo XIV como una expansión de la Ciudad Vieja. Esta área es conocida por la Plaza de Wenceslao, un gran bulevar bordeado de tiendas, hoteles y restaurantes. También alberga el Museo Nacional de Praga y muchas otras atracciones.

Dirigimos nuetros pasos en primera instancia hacia la Galería Lucerna para ver la singular escultura «Kůň«, la cual se trata de un caballo muerto, boca abajo, con la lengua fuera, en cuya panza se encuentra sentado San Wenceslao. La escultura se denomina «Kůň«, cuya traducción al español sería caballo. Su autor es David Černý, y fue colocada en 1999. En español se la conoce también como «Montando el caballo muerto», o simplemente el «caballo al revés de David Černý».  Desde allí caminamos unos cientos de metros para ver "La cabeza de Kafka".

Esta estatua fue colocada a finales de 2014, tras la reconstrucción de la estación de metro Národní Třída, como antesala del centro comercial Quadrio ubicado en la misma posición.

También David Černý es el autor de esta curiosidad, que como en toda su obra lleva el sello checo, ya que siempre explora elementos históricos, religiosos, o culturales que impliquen a República Checa, su país de origen. En esta ocasión nos trae a uno de los personajes más importantes de Praga, Franz Kafka.

45 toneladas en diez metros de altura, conforman esta composición, realizada a través de 42 partes móviles en forma laminar, que van rotando aparentemente de forma aleatoria, formando el busto de Franz Kafka.

Hay mucho más para contar de Praga, trataremos de ir haciéndolo en el correr de los días, ahora nos va,os a dormir ya que hay que madrugar para salir hacia Hungría. Este lunes Dios mediante estaremos en Budapest.

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