Como en todo grupo pasa, en nuestra lista de distribución de Whatsapp hay de todo. En ideología; en preferencias políticas; en opciones sexuales; en amor a determinados colores deportivos y obviamente, integran diferentes actividades. Uno ya sabe quien es quien, para donde patea, como piensa, que representa o pretende representar y también están los contactos profesionales, los que nos ayudan a hacer nuestro trabajo cada día del año. En ese segmento hay "fuentes" las cuales hasta inconscientemente, uno clasifica. Están los fanáticos; los correctos; los inocuos y hasta debe haber algún gil que nos reenvíe lo que copia y pega venga de donde venga. Pero están los confiables, los insospechados, los profesionales, con los que obviamente tenemos más intercambio y a quienes sin ningún acuerdo formal ni tácito, casi ni les chequeamos la info, en general, en un 99,99% nos mandan verdura de la buena y jamás carne podrida.
Este martes temprano nos llegó un envío de una de esas fuentes "posta", consistente en un supuesto comunicado del SMU adhiriendo y convocando para la última marcha del 8M, la de hace un par de semanas. Lo recibimos y lo dejamos allí. Nuestra primera decisión fue no incluirlo en la lista de distribución, es decir, no enviarlo. Pero casi sin solución de continuidad comenzaron a llegar -también de contactos insospechados-, mensajes con el mismo contenido. Fue de tal magnitud la cosa que pensamos que estábamos quedando por fuera de un tema puntual, relacionado directamente con una institución a la que un rato antes le habíamos dedicado un video con una sugerencia puntual de cara a la pandemia. Decidimos postear en redes el supuesto comunicado del SMU en alusión al último 8M. No había pasado ni un minuto cuando un querídismo y prestigioso colega de la radio y la televisión uruguaya tuvo la gentileza de advertirnos que se trataba de una noticia falsa: "Está fotoshopeado todo, hasta la fecha, es de 2019; directivos del CASMU nos dijeron personalmente que este año se abstuvieron de adherir y convocar". De inmediato eliminamos el mensaje de todas nuestras redes y a nuestros contactos de la lista de distribución les explicamos por audio lo que había ocurrido, solicitando las disculpas del caso, la cual hacemos extensiva ahora al propio SMU (a pesar de que casi nadie vio nuestro posteo, ya que no debe haber llegado a estar publicado más de dos o tres minutos.
Hasta aquí la anécdota, pero lo que nos interesa en este artículo, es aprovechar este ingrato suceso para que nos sirva como ejemplo de que la hijaputez no tiene bandera.
Cada día que transcurre más le agradecemos a Dios o a quien sea, habernos iluminado en algún momento de la juventud para optar por la independencia política. Desde nuestro inicios en el periodismo hemos sido orejanos y nada nos hace vislumbrar que cambiemos hasta el último de nuestros días.
En algún lugar del país, en este caso puntual hubo un hdp que adulteró un documento y lo difundió. Ese hdp es ciertamente de derecha, o un ultra y en su enferma mente habrá pensado que con esa acción le hacía daño a la izquierda.
Y en otros puntos del país o del mundo, habrá más hdp pergeñando cosas similares, de un lado para dañar al otro lado.
Hay un solo enemigo
Si el riesgo que estamos corriendo todos, no alcanza para que cada uno dimensione cual es su responsabilidad y decida que no tiene que esperar que el Presidente de la República le diga lo que tiene que hacer, estamos perdidos.
Llegó la hora de que todos se involucren, nadie puede hacerse el distraído. Los 2700 casos de ayer no se componen de una sola forma y todos, cada uno de nosotros, tiene su cuota parte de culpa y de riesgo de vida, también nosotros, a pesar de que no producimos fake news y que desde el 13 de marzo de 2020, por los nuestros, por los demás y por nosotros mismos, nos cuidamos de verdad.
Portal de América