También hay políticos que manejan tal posibilidad como si fuera “la gran obra” y se enancan en anuncios proselitistas que generalmente no resisten archivos. En un mercado tan diminuto como el uruguayo, hacer que el pago del voluminoso canon anual sea posible, demanda una gestión y una operativa quasi perfecta.

Si el negocio fuese tan formidable como lo pintan, si ese mercado tan endeble fuese tan pródigo, cuántos Enjoy Punta del Este tendríamos?.

Giuseppe Cipriani

Lleva invertidos más de 40 millones de dólares en el proyecto que sustituiría al ya derrumbado San Rafael, debería haber firmado la concesión el pasado 21 de diciembre pero adujo positivo de Covid 19 supuestamente en Dubái y se le otorgó una nueva fecha límite para hacerlo el pasado 14 del corriente mes y tampoco vino.

El próximo jueves 28, o sea en poco más de una semana será la hora de la verdad, la última oportunidad. De no comparecer cae la chance de concesionar.

Hay versiones que indican que no viene más.

Venga o no venga, lo de Cipriani hasta ahora no ha sido serio y no se corresponde con la actitud del Estado uruguayo de cara a su proyecto.

Si por él hubiera sido habría venido recién para marzo o abril porque “el estudio de abogados estaba cerrado”.

Creemos que está jugando al póker. Pidió cartas, semblantea, veamos que muestra.

Portal de América