Ponencia de Ramón de Isequilla

Autoridades del Diario Sur, autoridades de Unicaja Banco y Don Pedro Luis Gómez, muchas gracias, no sólo por vuestra gentil invitación, sino principalmente, por la extraordinaria labor que han desarrollado durante los últimos 35 años, promocionando Andalucía en Londres.

Ante la cancelación de la World Travel Market, haciendo gala de vuestra capacidad imaginativa y con una respuesta inmediata ante los desafíos han organizado este importante evento, que lejos de pretender ser un funeral de la WTM es el punto de partida de una nueva época de promoción de este espectacular territorio que es Andalucía, ante el público británico y ante el mundo que se da cita en esa feria.

Es mi intención en esta ocasión, aportar mi humilde reflexión sobre el tema que, como provengo de la España del otro hemisferio, esto les puede dar una visión distinta al respecto.

Cuando daba mis primeros pasos en el turismo, empezaban a valorarse las interpretaciones académicas de los distintos fenómenos y nos recomendaban abandonar el juicio empírico y la experiencia de nuestros sabios predecesores, encaminando las empresas hacia una conducción basada en datos y novedosos métodos gerenciales.

Durante este 2020 nos han intoxicado con datos y aseveraciones provenientes de centros académicos, aseveraciones que una a una se han ido desarmando y contradiciendo hasta convertirse en un gran caos, y realmente nadie sabe donde estamos parados, que nos espera en el futuro y qué debemos hacer, por ello mi decisión personal es apagar las usinas de las redes sociales y recurrir a los que hicieron el turismo y desgajar de sus experiencias fórmulas que nos ayuden a entender este “gran lio”.

En esta ciudad, en esta provincia y en esta comunidad autonómica, sobran mentes preclaras a las cuales recurrir, no olvidemos que el fenómeno turístico moderno, que en 2019 movía 1.500 millones de personas en el mundo, nació aquí, en la Costa del Sol. Siempre que me refiero a Torremolinos digo que “es el lugar donde comenzó todo”.

Esos primeros “próceres” del turismo todavía tienen muchas cosas para decirnos, y si hacemos un ejercicio intelectual de combinar el desarrollo tecnológico, con la experiencia de los que tienen las manos curtidas por el trabajo y que hoy rigen verdaderos imperios turísticos, podremos encontrar caminos a seguir en esta coyuntura.

Realizadas estas salvedades aterrizamos en el tema de esta Mesa Redonda, que está enfocada al turismo internacional, y a la pregunta de si volverán los británicos a la Costa del Sol, la respuesta es categórica, si, porque los británicos aman la Costa del Sol, siendo el destino favorito para sus vacaciones, para las escapadas invernales y para su jubilación, el tema pasa por ¿cuando? y qué debemos hacer para lograrlo.

Hace ocho meses nuestra única preocupación por el turismo británico era el Brexit, preocupación que se fue diluyendo con el tiempo, estimándose en esos momentos que el turismo sufriría menos que las exportaciones tradicionales por varios motivos que no es el momento de tratarlos, y con la llegada del Covid nos olvidamos del Brexit, aunque sigue latente y sin definición aparente.

No vamos a tratar específicamente el tema del turismo británico, ya que nuestros colegas han realizado interesantísimas exposiciones que aclaran las dudas que se puedan tener, pero sí queremos ubicar nuestro foco en el turismo internacional en general.

En el tratamiento del turismo internacional no podemos obviar la trascendencia de lo que implica el “traslado”, principalmente en avión, y que expone al turista a soportar o disfrutar (en el menor de los casos) de un trayecto, hoy lleno de interrogantes en cuanto a la seguridad.

El tema del transporte de aproximación al destino turístico debemos tratarlo en paralelo tanto con autoridades como con las compañías aéreas, logrando que los legítimos intereses comerciales de estas últimas cumplan con los protocolos de seguridad y el confort de los viajeros, teniendo en cuenta que las compañías aéreas son el sector del turismo que más ayudas y subsidios recibe, implicando esto una obligación mayor para con la sociedad.

La cuarentena decretada por varios países ha atendido más a razones políticas que sanitarias y se convirtió en un despropósito, siendo ineficaz y destructora de la economía de nuestro país  

Cuando se habla del turismo internacional en nuestro territorio, nos viene a la mente enseguida los turistas británicos y alemanes, por ser abrumadoramente los más importantes en volumen de desplazamientos. Estos que debido a nuestra situación país, en cuanto a cuarentenas y otras restricciones, no sólo los hemos perdido por el momento, sino que lo más preocupante, es que están descubriendo otros destinos en el Mediterráneo que pueden ser una peligrosa competencia en el futuro y debemos de abocarnos de inmediato a su recuperación.

Por otro lado, en los últimos años, los mercados ruso, chino y halal fueron ocupando un importante espacio y en algunos territorios,  desplazando al del resto de turistas europeos y norteamericanos en los primeros lugares del ranking, pero aparte de los centros emisores expuestos, encontramos al turismo iberoamericano, turismo étnico para España si los hay, sobre el cual se debe trabajar mucho en el futuro, pues puede convertirse en “El Dorado”, que buscaban mis ancestros en los Andes,  pudiendo ocurrir si somos eficientes, que ese Dorado venga volando en Iberia, Air Europa y Latam, siendo hoy el octavo centro emisor para España, teniendo todo para crecer.  

Una de las primeras estrategias obligadas del último verano, fue fomentar el turismo doméstico con la consigna ampliada de “quédate en casa”, la casa grande: el país, (entendamos que a otro lado no se podía ir), considerando estos  mensajes un peligro, pues no debemos olvidar, que el turismo es una cuestión de doble mano, y pretender que los míos no salgan y los demás vengan es temerario; si todos se quedan en su casa (la chica o la grande) el turismo desaparece, contradiciendo a Dennis Anthony Tito yo lanzaría el mensaje de “quédate en la tierra, tienes mucho que recorrer”.

El turismo internacional, en la alternativa post covid evidentemente va a necesitar de una batería de medidas e instrumentos tecnológicos, sin los cuales no va a ser posible un renacimiento, pero no debemos tomar a esos instrumentos tecnológicos como fin en si mismo sino como meras herramientas para el objetivo trazado.

Si insistimos tanto con la virtualidad, estaremos despertando a un genio dormido que se comerá el turismo, por ello mucho cuidado con el abuso del Zoom, siendo lo peor que puede hacer el segmento de Congresos, Convenciones, Eventos y MICE, pues tomado el gustito al sofá, adiós viajes y adiós turismo

Una de las inteligentes estrategias que se utilizaron en el verano y en la cual Andalucía fue pionero, fue potenciar el turismo rural, siendo la oportunidad de ponerlo en primera línea de batalla con una prensa favorable, que deberá aprovechar para renovarse, pero el turismo rural, si bien será un actor mucho más importante en el futuro, no debe caer en la ingenuidad, que podremos alojar a los 80 millones de turistas que recibíamos, más los turistas nacionales en las casas rurales, es como pretender hacer una paella con dos granos de arroz.

Para recuperar los niveles de ingresos por turismo, el camino es el turismo internacional, todo lo demás serán meros paliativos, importantes si, pero nunca lo remplazarán, principalmente por la vidriera que representa, el prestigio que trae consigo y es la vidriera del “turismo aspiracional” del cual en el Rio de la Plata somos expertos. Para ello necesitamos sin duda una actuación eficiente de la Unión Europea y una gestión adecuada del espacio Schengen, cosa que no ha sido así, sin lo cual por más esfuerzos que haga el empresariado, las contradictorias y volátiles regulaciones destruirán su trabajo.

El turismo internacional en la Costa el Sol representaba en 2019 un 38,9% del total, contra el nada despreciable 32,6% de Andaluces que hacen turismo en su comunidad y el 28,5% de turistas provenientes del resto de España. Preocupa los daños que puede provocar la ausencia de turismo extranjero, pero algunos podrán decir que, con fronteras exteriores cerradas, aún nos queda un 61,1% de turistas españoles. Pero no se engañen, existen dos peligros, el primero es el cierre de las fronteras entre comunidades vigente hoy. que nos quitará los españoles de las otras comunidades y segundo, el empobrecimiento de la población andaluza, por la ruina de autónomos y empresas turísticas, que mermará al máximo el turismo intercomunitario.  

La valoración de los servicios turísticos en 2019 en la Costa del Sol, tuvo números envidiables para cualquier destino turístico, sólo un 6% consideró que habían empeorado, siendo un poco más negativa la valoración de la “Conservación del Medio Ambiente” y los “precios”, dos items contaminados por lo “políticamente correcto”.

El aeropuerto Málaga-Costa del Sol, continúa siendo el cuarto del país, pero su caída en el mes de septiembre respecto al mismo mes del año anterior fue de un dramático 82%, con el agravante que las operaciones cayeron un 56%, significando que los vuelos que se realizaron tuvieron un nivel de ocupación muy bajo con el consiguiente perjuicio a las compañías aéreas.
El otro dato preocupante, es la cantidad de mercancías transportadas, reflejo típico de la economía local, que cayeron un 84% contra una caída general en el resto de los aeropuertos del 35%.
Si comparamos los guarismos actuales, con la evolución de 2019 respecto a 2018 donde el aeropuerto Málaga-Costa del Sol crecía un 4% en pasajeros, un 2,5% en operaciones (denotando mejor ocupación) y un 11% en mercancías, muy por encima de la media nacional, el ánimo se nos cae al piso.

Tomando los datos de septiembre, todos los mercados emisores cayeron en forma estrepitosa, continuando el Reino Unido liderando el ingreso de turistas con un 19% del total, pero con una caída del 92% respecto a 2019.

Hasta 2019 en números absolutos el ranking de los países y/o territorios que aportaban turismo a España eran en orden decreciente: Reino Unido 18m, Alemania 11,17m, Francia 11,15m, Resto de Europa 6,4m, Resto del Mundo 5,6m, Países Nórdicos 5,5m, Italia 4,5m, Resto de América 3,78m, Países Bajos 3,70, Estados Unidos 3,3m, Bélgica 2,5m, Portugal 2,4m, Irlanda 2,1m, Suiza 1,8m y Rusia 1,3m.
Dentro de los turistas arribados de Iberoamérica, lidera Argentina 0,74m, seguido por, Brasil 0,46m, México 0,45m, Colombia 0,3m, Chile 0,14m y Perú 0,11m.

Si bien es Europa el centro del turismo en el mundo, hoy es la más castigada y para encarar la recuperación hay que consolidar los centro emisores europeos que son la mayoría de la torta, pero ante el seguro empobrecimiento de Europa post pandemia, deberemos buscar otros, mejorando conectividades y apostando a la fuerte promoción, siendo generosos con las quintas libertades, ideando una nueva malla de transporte aéreo.

No debemos pensar con los datos de hoy, con Europa cerrada al mundo, con España cerrada a Europa, con la caída de los vuelos long range, con la balanza inclinándose a los destinos cercanos, sino pensar en un futuro de normalidad, donde podamos viajar libremente y elegir un destino sin ningún condicionante que tarde o temprano volverá y como en todo cambio de circunstancias y paradigmas debemos estar preparados y trabajar para ello y no les quepa la menor duda que eso ocurrirá y cuando esto pase, tendremos un aluvión de turistas para lo cual deberemos estar preparados para recibirlos.

Portal de América