por Darío Celis

En esta ocasión la representación mexicana la llevó Gilberto López Meyer, el recién nombrado director general de Aeronáutica Civil. Por los estadunidenses fueron sendos funcionarios de los departamentos de Transporte y de Estado.

Por la industria mexicana gente de Aeroméxico de Eduardo Tricio, AeroUnion de Francisco Pertierra, Aeromar de Zvi Katz, Volaris de Pedro Aspe, Interjet de Miguel Alemán, VivaAerobus de Roberto Alcántara y Estafeta de José Antonio Armendáriz.

De las autoridades, considere además de López Meyer a las huestes de Alexandro Argudín, del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, y de las secretarías de Turismo, que comanda Claudia Ruiz Massieu, y de Relaciones Exteriores, que capitanea José Antonio Meade.

Por la parte del sector social las asociaciones de pilotos que lidera Carlos Morineau, sobrecargos que lleva Ricardo del Valle, del Sindicato Independencia de Tomás del Toro y del Colegio de Pilotos que preside Miguel Ángel Valero.

Poco antes de la medianoche, el representante de Interjet se opuso a la redacción de un párrafo donde ya había consenso entre los negociadores de Estados Unidos y México, relativo a la concesión de la inmunidad antitrust o Anti Trust Immunity (ATI).

Esta oposición reventó la negociación, pues las huestes de Alemán empujaban una redacción en el anexo que sugería pero no garantizaba que el Departamento de Transporte del país vecino aceptara el trámite que las aerolíneas mexicanas requieren hacer para solicitar el ATI.

Esta posición de Interjet, que fue alentada por el director del AICM, y quien antes había encabezado la delegación mexicana, tuvo el efecto de dividir a los miembros de la industria y generó la suspensión de las negociaciones que se habían iniciado desde hace 20 meses.

Los estadunidenses se fueron muy molestos por la falta de congruencia en la posición de la delegación de México y al suspenderse esta ronda se provocó el rompimiento de forma que todo empezará desde cero, en una ronda nueva para la cual aún no hay fecha.

La ATI permitiría a las aerolíneas mexicanas aliarse con las estadunidenses para operar bajo una misma red y un mismo itinerario. Empero como le decía el viernes, la figura no está prevista para el bilateral debido a que México no tiene una política de cielos abiertos con Estados Unidos.

No obstante lo anterior, las autoridades mexicanas, y una parte de la industria, negociaba una excepción para que el acuerdo bilateral admitiera las solicitudes por parte de las aerolíneas mexicanas que lo requirieran, tal como lo ha hecho con países como Canadá, Alemania y Colombia.

La actitud de la compañía que dirige José Luis Garza terminó dando al traste con las negociaciones, pues hasta donde se supo la delegación estadunidense decidió levantarse de la mesa y emprender la retirada.

No se entendió por qué Interjet cambió su postura, pues no tenía nada que perder con esta cláusula, máxime porque está a unos días de firmar un acuerdo de código compartido con American Airlines, que preside Doug Parker, información que le adelanté la semana pasada.

Las fallidas negociaciones tuvieron un damnificado: Grupo Aeroméxico. De entrada la firma que dirige Andrés Conesa y su socio, Delta Airlines que encabeza Richard H. Anderson, se quedaron con las ganas de llevar a la práctica el acuerdo de inmunidad monopólica.

Va el fondo

Ya le adelantaba que el presidente Enrique Peña Nieto se apresta a efectuar importantes anuncios durante su estancia este jueves en China. Uno será la disponibilidad de un fondo de mil 500 millones de dólares para proyectos de infraestructura, el cual va a ser administrado por el Banco Mundial, vía la Corporación Financiera Internacional que lleva aquí Alberto Albisetti. Este fondo se duplicará a tres mil millones de dólares en un año y fungirá como capital semilla. Considere además la posibilidad de una inversión de dos mil millones de dólares para la edificación de un nuevo desarrollo turístico en Loreto, que podría incluir vuelos directos desde Shanghai o Beijing.

CRCC sigue

Lo que se anticipaba como otro anuncio estelar de la gira que ayer comenzó, era la asignación del Tren de Alta Velocidad (TAV) México-Querétaro al China Railway Construction Corporation (CRCC). Se asegura que el gobierno de Enrique Peña Nieto informó a su par Xi-Jinping la decisión de revocar el fallo antes de que se hiciera público. La cortesía habría propiciado que el coloso presidido por Fengchao Meng comunicara el mismo viernes su decisión de no retirarse y confirmar su interés en el proyecto. El CRCC se apresta a dar la batalla.

Portal de América - Fuente: www.dineroenimagen.com