Según ha explicado la presidenta ejecutiva de Anato, Paula Cortés, el proyecto se dirige a los ocupados formales, que son la minoría en el sector, y pone barreras de entrada "cada vez más pronunciada" para los empleados informales y para los desempleados. "Esto podría provocar inconvenientes en un contexto de desaceleración económica", ha lamentado.
El Gobierno intenta buscar estabilidad para los trabajadores, poniendo como regla general que la forma de contratar en el país será por contrato indefinido. En consecuencia, según Anato, se pierde la utilización de los otros modelos de contratos laborales, como son el fijo, el ocasional y el de obra, porque solo será posible usarlos de forma excepcional, para asuntos temporales y en actividades no permanentes, lo cual afectaría la creación de nuevos puestos de trabajo.
En este sentido, desde la patronal de las agencias de viajes han instado al Ejecutivo a tener en cuenta que en el sector turístico muchas personas trabajan únicamente los fines de semana o los festivos, ya que es una actividad de gran temporalidad.
Por otro lado, la reforma laboral traería mayores costes para las empresas, ya que se incrementaría el recargo dominical, de festivo o de nocturnidad.
Igualmente, se establece que en caso de incumplimiento de la medida, habrá graves consecuencias económicas como la declaración de contrato de trabajo y su correspondiente pago de la liquidación laboral y en cualquier caso, de la indemnización moratoria.
Portal de América - Fuente: Europa Press