Qué ver en San Pablo, la ciudad inesperada
Lunes, 10 Noviembre 2025

Qué ver en San Pablo, la ciudad inesperada

Escondida entre la exuberante naturaleza que despierta los sentidos y playas paradisíacas por las que escapar a Brasil, São Paulo se jacta de acaparar una metáfora visual de imponentes rascacielos, singular arquitectura paulista y un dejo de modernidad. Entre sus bulliciosas carreteras colmadas de coches y rincones algo más tranquilos como el Parque Ibirapuera, los sitios creativos de la metrópoli parecen estar escondidos, esperando a ser descubiertos.

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Situada en la región sureste de Brasil y a una hora y diez minutos en vuelo desde Río de Janeiro, San Pablo es una ciudad de contrastes, donde las galerías de arte contemporáneo conviven con monumentos históricos y el vibrante arte callejero adorna las paredes de barrios llenos de vida. Desde el ecléctico barrio de Vila Madalena hasta el mundialmente famoso Museu de Arte de San Pablo (MASP), no faltan efervescentes citas viajeras para quienes las buscan.

Parque Ibirapuera
Vistas de San Pablo desde el Parque Ibirapuera. 

Caminar por las dinámicas calles de San Pablo es atravesar un escenario donde cada esquina invita a saborear la variada oferta culinaria y sumergirse en el ritmo de su animada vida nocturna. Recorrerla es toda una experiencia que ofrece una postal completamente distinta a la del resto del país, sin perder el acento típico de Brasil. ¿Comenzamos?

Vila Madalena y Liberdade: barrios inesperados

Dentro de la metrópolis de San Pablo, Vila Madalena y Liberdade regalan sensaciones inesperadas. Vila Madalena, por su lado, no necesita demasiada presentación. Con el espíritu bohemio y los grafitis como seña de identidad, el barrio en cuestión invita a perderse por la escalera de Patápio; ver el callejón de grafitis Beco do Batman, donde la multitud de grafitis suelen renovarse después de un tiempo; y en especial sucumbir ante el atardecer desde la plaza Coronel Custódio Fernandes Pinheiro.

Antes de que termine el día, el bar mejor conocido como ‘Oculto’ permite a los viajeros experimentar, casi de forma tangible a partir de sus distintos cócteles y el entorno, la esencia misteriosa de Vila Madalena. ¿Un recomendado de su carta? ‘Abaporu Branco’, ideal para quienes prefieren beber una preparación con un dejo de cítrico.

Vila Madalena
Vila Madalena, San Pablo. 

Liberdade, por otro lado, es un imperdible para amantes de la cultura asiática. Receptor, en primera instancia, de la idiosincrasia de inmigrantes portugueses e italianos, más tarde fueron un amplio abanico de inmigrantes japoneses los encargados de brindarle identidad al barrio.

En la actualidad, Liberdade es testigo de una población oriunda de China, Corea, Tailandia, Taiwan, India y Filipinas, quienes sin lugar a dudas dejaron una huella tanto en la decoración de sus callecitas y las estructuras, como en la herencia culinaria y los restaurantes del área.

Aunque tal vez el barrio sea menos estético o no tenga tantos atractivos como Vila Madalena –a excepción de Vila Portuguesa, una calle de estilo colonial que se encuentra cerca de allí–, Liberdade llama la atención por los objetos y curiosidades que pueden adquirirse en sus tiendas japonesas y en la Librería Sol, un paraíso del mundo editorial japonés; como también en Porque Sim, un restaurante especializado en ramen con más de 20 de historia en la zona.

San Pablo entre museos y galerías de arte

Para comprender las entrañas de São Paulo, merece la pena aventurarse en el pulmón de la metrópoli. Allí, el Parque do Ibirapuera aguarda para dar a conocer la esencia de sus espacios verdes y sus 158 hectáreas donde conviven plantas tropicales, 314 especies de animales, lagos, parques infantiles, zonas para ejercitarse, un restaurante, y un buen número de museos.

Parque Ibirapuera

Parque Ibirapuera

Inaugurado el 21 de agosto de 1954, durante las celebraciones del IV Centenario de São Paulo, el parque alberga el Museo Afro Brasil, un espacio dedicado a la historia y cultura africana en Brasil; el MAC (Museo de Arte Contemporáneo), un sitio que ofrece vistas panorámicas del parque y de la ciudad; y el Pavilhão da Bienal de Arte, que lleva el sello de Niemeyer y fue inaugurado en 1957 para albergar la Bienal del Arte de San Pablo.

Después de explorar el parque, vale la pena adentrarse en la Avenida Paulista, puesto que ésta gira en torno al concepto de la ciudad que está estrechamente vinculado a la energía de São Paulo. Tiendas, restaurantes, el Parque Trianon, y una creatividad visual que solo necesita el MASP para expresarse esperan en la avenida más importante de San Pablo.

Diseñado por la arquitecta Lina Bo Bardi en el año 1958, el Museo de Arte Contemporáneo de Sao Paulo (MASP) merece una visita debido a su carácter identitario local. Protegido por el Instituto do Patrimônio Histórico e Artístico Nacional, dicho museo ha estrenado la torre Pietro Maria Bardi de 14 plantas en 2025, firmada por Metro Arquitetos. Sin lugar a dudas, MASP rivaliza con los mejores museos del mundo al haberse convertido en un complejo cultural imprescindible, visitarlo no solo permite dejarse seducir por el restaurante y la cafetería con vistas de la ciudad, sino también apreciar el túnel que conecta ambos edificios, y más de diez mil piezas de arte africano, europeo, americano, asiático, y brasileño, desde la antigüedad hasta el siglo XXI; sino también

el Museo de Arte Contemporneo de Sao Paulo
Museo de Arte Contemporáneo de Sao Paulo. 

La Pinacoteca es otro de los lugares emblemáticos de la urbe, principalmente porque acoge más de diez mil obras, la mayoría de ellas pinturas brasileñas de los siglos XIX y XX de artistas como Anita Malfatti, Almeida Júnior, Antônio Parreiras, Pedro Alexandrino, y Oscar Pereira da Silva.

Por otra parte, una galería imperdible es Galeria Estação. Fundada en el año 2004 por Vilma Eid, este espacio decide posar la mirada en artistas brasileños contemporáneos cuyos orígenes culturales y prácticas vernáculas complementan la primacía del arte autodidacta, además de examinar estilos artísticos que poseen menor representación en Brasil.

Más allá de los establecimientos culturales y las galerías, la Catedral de la Sé de San Pablo también forma parte de la personalidad de la metrópoli. Ubicada en el centro histórico y con 111 metros de longitud, esta catedral se alza como el quinto edificio neogótico más grande del mundo. La entrada es gratuita. Se aconseja prestar especial atención en la zona, ir de día y trasladarse en Uber.

Catedral São Paulo
Catedral de la Sé

San Pablo es también una ciudad que se expresa a través de la gastronomía. Por ello, las recomendaciones abarcan desde el Mercado Municipal de São Paulo, donde se preparan los bocadillo de mortadela tradicionales; A casa do Porco, el restaurante Michelin de la reconocida chef brasileña Janaina Torres, y Casa Francisca, el antiguo Palacete Teresa que ha devenido en restaurante. El Skye Bar San Pablo emplazado en el último piso del Hotel Unique, posee un bar y restaurante con vistas panorámicas de la ciudad, y el Bar dos Arcos afincado debajo del Teatro Municipal, resulta otro de los imprescindibles.

Portal de América - Fuente: Condé Nast Traveler

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