por Nicolás Raffo Menoni, desde Montevideo

Si quieren una cifra que lo grafique mejor, hablamos de 1.300 millones de personas a nivel global que equivalen a una cifra superior a la población de todas las Américas juntas.
Es una realidad difícil de omitir, pero que en los hechos viene sucediendo desde siempre.

Cada 3 de diciembre y desde el año 1992 se ha establecido esta fecha a modo de poder plantear reivindicaciones que ya nadie discute como válidas, pero que en la práctica nos cuesta asumir.

Es una realidad que las personas con discapacidad viven con mayores índices de pobreza, con menos acceso a la salud, la educación, el trabajo y la cultura, lo cual indudablemente las ubica en una posición de dependencia y vulnerabilidad que atenta contra los derechos humanos que se deben garantizar a todas las personas.

¿Se ha avanzado?

Sí.  En algunos lugares más que en otros, pero todavía queda mucho por hacer.

El Turismo hoy se concibe como un derecho humano y si eso es así, indudablemente se debe accionar para que ninguna persona quede afuera.

En la práctica:
⦁    Vemos avances, pero todavía vemos que faltan indicadores que nos permitan medir y evaluar bien el alcance de las políticas que se implementan para nuestra actividad.
⦁    Tenemos que la cadena de valor de la actividad viene avanzando pero que todavía queda mucho por hacer.
⦁    Se aprecia que la sociedad también ha avanzado pero que todavía faltan muchas personas por concientizar y sobre todo educar para el correcto trato de las personas con discapacidad.
⦁    Todavía se siguen implementando acciones para las personas con discapacidad sin preguntarles directamente sobre sus necesidades y sobre la utilidad de esas acciones.
⦁    Todavía falta un plan integral de acción que aborde la temática de la discapacidad y el Turismo a nivel local, nacional, regional e incluso internacional.

Entonces esta fecha de reflexión, de concientización y con mucho de denuncia y de reivindicación sin dudas que vale la pena y no se debe omitir.

Siempre comento que si tenemos que hablar de turismo accesible, es porque tenemos la carencia latente, ya que el día que no tengamos que hablar, ni pedir por un turismo más accesible e inclusivo, que no tengamos que verlo como una oportunidad estratégica y competitiva, ni reivindicarlo como un derecho irrenunciable y sobre todo como una obligación moral y social, si ese día llega, por suerte ya no tendremos que tener más un día que celebre, conmemore, reivindique o denuncie esta situación.

Por todo lo expuesto, que este 3 de diciembre nos brinde a todos la oportunidad, aunque sea por un momento, para la reflexión y sobre todo para la acción.

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