por Francisco Rivero, Académico de la Gastronómica de Extremadura, desde Madrid
Al llegar al Salón pedí a la organización que me facilitara los nuevos productos que se presentaron. En total, unos 50, de los que probé algunos de ellos y puedo considerar que me llamaron mucho la atención.
Un buen aperitivo puede ser caviar de caracol, que produce la empresa “Caracoles de Gredos”, en Arenas de San Pedro (Ávila), incluso cocinados por el tres estrellas Michelín el malagueño Dani García. Otro singular aperitivo podría ser tomar unas rodajas de salchichón de trufa negra, que produce embutidos De Pablo, en el pueblo soriano de Oncala.
También de esta provincia hay singulares productos como los “chocorreznos” de Carlos París, únicos en el mundo, producidos en El Burgo de Osma.
Como este año, el país invitado es Marruecos, Mariem, una hispano-marroquí que vive en Piedralaves (Ávila) ha creado “Rollitos Mariem”, como el rollito fusión (dulce y salado) o el vegano. Claro que es… otro rollo.
Hay también aceitunas de la variedad manzanilla rellenas, de queso azul, elaboradas por Aceitunas Cazorla, de Alicante, y que se maridan con vinos amontillados, de Oporto y tintos reservas. También trabaja la negra cacereña, que se puede maridar con cerveza y vinos blancos.
A veces hay que recubrir los buenos productos con un exquisito y elegante embalaje. A ello se dedica algunos profesionales del “Obrador Real”, de Estepa (Sevilla), quienes ofrecen, además de sus ricos dulces, latas litografiadas, destacando dos de la colección Thyssen-Bornemisza, una lata con “La casa entre las rosas” de Claude Monet y el patio de la Casa de Sorolla, de este pintor valenciano.
Me llamaron poderosamente la atención los bombones de aloe, elaborados por la empresa Aloe Lanzarote, con tres joyas culinarias de gran calidad: Ruby, combinado con sal (bombón lava); chocolate negro con menta (bombín rofe) y el bombón arena es chocolate blanco con yuzú (un cítrico coreano), todos ellos tienen como elemento fundamental el Aloe Vera de Lanzarote.
Hablando de bombones, nuestra tierra extremeña ofrece bombones de higos de jamón ibérico y también algo tan innovador como un bombón de higo con Wagyu ibérico producidos en Villar de Rena por “Villacruz”.
Para terminar con una copa de buen vino tinto de nuestro amigo y compañero académico León Martínez Azcona, de bodegas Domblasco, del siglo XVIII, que muy bien puede presumir de unas antiquísimas tinajas vinateras y donde conocí a Vicente Maya el chef que lleva el restaurante "Casa Vicente", en Cabeza la Vaca, que hace una magnífica cocina que recibió en 2022 el premio "En salsa a la gastronomía extremeña".
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