por Sergio Antonio Herrera, desde Punta del Este
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Vemos que se recomienda evitar las aglomeraciones y no realizar reuniones "que no sean imprescindibles", nos parece muy correcto.

Pero a nuestra mesa de trabajo siguen llegando invitaciones para presentaciones y lanzamientos en modo presencial desde el propio Estado. Vemos que a lo largo y ancho del país se siguen realizando lanzamientos varios en forma presencial con jerarcas oficiales incluidos.

Leemos en las redes que hay gente reclamando apertura de fronteras, mientras otros piden a gritos que cierren los shoppings y cancelen toda la actividad deportiva.

Los integrantes del GACH, en pocos días, pasaron de héroes a villanos.

El gobierno nacional que a nivel mundial sigue siendo destacado como un caso de éxito en la lucha contra la pandemia, pasa a ser criticado por darle prioridad a la economía en detrimento de la salud, por los mismos que se quejan que perdieron, o que perderán sus empleos, a causa de ella.

Las arengas para ir contra la Ley de Urgente Consideración aprobada democráticamente en el Parlamento, dejaron de hacerse desde remeras y relojes de marca a realizarlas desde mamelucos impecables, sin una mancha...

Mientras en buena parte del planeta se cierran países enteros y no "cualquier" país, aquí se arma un escándalo porque se cierran algunas actividades y otras no.

Que la inconsciencia no es exclusiva de la juventud es más que claro, pero la población de riesgo (mayores de 65), no es precisamente la faja etaria que organiza fiestas clandestinas y aglomeraciones con diferentes denominaciones.

Entonces, ¿qué hacer?, ¿ponerse a llorar y esperar en posición fetal el fin del mundo?

Absolutamente no. Estamos viviendo el "mientras tanto" y por ello, pongamos como nunca la pelota contra el piso, usemos barbijo, lavémonos las manos, mantengamos DFS (Distancia física sostenible), usemos alcohol en gel y principalmente, no nos "amuchemos" en espacios cerrados.

Aguardemos las decisiones del gobierno y sigámoslas, aunque no nos guste la cara del Presidente o la de Radi y compañía.

Preservemos el orden y tengamos civilidad, eso, mucha urbanidad y respeto al orden establecido.

Para mostrar quien la tiene más larga en las redes habrá tiempo (quiera Dios), mientras tanto, con el chaleco salvavidas puesto (barbijo, DFS, manos limpias y alcoholizadas), pongámonos en posición y aguardemos las órdenes del capitán.

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