por Sergio Antonio Herrera, desde Punta del Este
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El nuevo atropello de pesar a los pasajeros, fue consignado por el diario El Tiempo del Grupo de Diarios de América y publicado por el País de Uruguay y en un pasaje señala: “Cada avión tiene un peso máximo establecido para garantizar un despegue seguro y este peso no puede superarse. El peso del avión incluye en sí este y el del combustible, el equipaje y la carga facturados, el catering a bordo, los tanques de agua y, por supuesto, los clientes”, escribió Finnair.
Parecería que desde algún lugar del Olimpo aéreo se pone de manifiesto que en todos los años de historia de la aviación comercial hubo una gran negligencia de los despachadores de vuelo...¿no?.
En febrero de 2012 bajo el título Ryanair: pasajeros parados y cobro del baño... si los autorizan en el PDA decíamos "La aerolínea pretende instalar a bordo asientos verticales similares a los que existen en una barra de bar para los vuelos que no superen los 90 minutos de duración. El presidente de Ryanair, Michael O’Leary, ha remarcado que en cuanto las autoridades aeronáuticas declaren que es seguro para los pasajeros volar de pie, su aerolínea "tardará una semana" en instalar en sus aviones asientos verticales, a precios más económicos que los normales". Más adelante, en la misma nota dijimos: "En una rueda de prensa en Palma, O’Leary ha vuelto a insistir así, a preguntas de los periodistas, en su intención anunciada en 2009 de acordar con el fabricante norteamericano Boeing la posibilidad de instalar a bordo de sus aviones asientos verticales similares a los que existen en una barra de bar en los que los pasajeros podrán sentarse o permanecer de pie cuando las condiciones lo permitan y siempre que el vuelo no supere los 90 minutos de duración. Para llevar a cabo esta iniciativa, Ryanair aún está esperando el permiso de la Autoridad Aérea Irlandesa, que deberá avalar si estos asientos son seguros para los pasajeros. Por otro lado, O’Leary también ha asegurado que su compañía de bajo coste también está a la espera de que las autoridades competentes le autoricen cobrar por la utilización del baño dentro de los aviones, tal como ya anunció en 2010, cuando la aerolínea irlandesa expresó su intención de que los pasajeros paguen un euro o una libra por usar los servicios, que estarían accionados mediante monedas".
En abril de 2022 publicamos Las grandes mentiras del transporte aéreo. Las megaempresas "no aguantan nada"... y en un pasaje del artículo se lee: "...el abuso de posición dominante (respecto a sus clientes) de las aerolíneas. Las que cobran por estornudar, vestir de verde o no saludar...bueno, si, exageramos, eso no es verdad, pero...menos por eso, ahora ¡cobran por todo lo demás!, antes, durante y después de los vuelos, ¿verdad?. Y no se le vaya ocurrir mi amigo cambiar la fecha que usted había seleccionado para el retorno! pues eso es pecado mortal y deberá pagar cientos de dólares, euros o rupias, en fin, deberá pagar. Y no pretenda estirar las piernas si va en clase turista, dejar de comer bazofia y tomar el acoholito que prefiera...".
En otro pasaje del mismo artículo dijimos: "Puede viajar pero ya sabe, ¡apretadito!, ¡cada vez más apretadito! y si tiene un vuelo corto ¡cómase el remedo de sandwiche! que le tiran TCP´s generalmente de mal humor y con pocas pulgas encima de la mesita, y tómese el otro remedo, el de café y si tiene suerte, ligue un edulcorante, de lo contrario, aún diabético, endulce con azúcar o bébalo amargo. Y si en ese vuelo corto no tomó la precaución de llevar abrigo porque viaja en pleno verano y no sabe que la cabina de pasajeros últimamente es un freezer, muérase de frío porque la empresa para vuelos cortos no coloca mantas a su disposición".
Algo que fue muy comentado cuando se publicó este artículo es el siguiente pasaje: "Ni hablar si usted elige una low cost. Pague por su maleta, pague por sentarse adelante, pague por un vaso de agua (si hay), pague por lo que vaya a comer si está sentado en las filas de adelante, porque si le tocó atrás, probablemente la comida no alcance. Bánquese (aunque usted no lo crea) que le ofrezcan que compre ¡la raspadita!, sí, no es broma, aerolíneas europeas low cost como Easy Jet, ¡venden la raspadita!". Todo ese "reino mágico, limbo, podio de soberbia, sitial muy alto, inaccesible" en el que en las últimas décadas se autocolocaron las aerolíneas, amparados en una supuesta categoría extraterrenal, muy lejana a los humanos comunes y corrientes ante quienes se presentan con formato robótico, semidivino, el que construyeron en base a un relato fabuloso (de fábula, no magnífico). Estos dioses del cielo y del Olimpo montaron un gran negocio financiero por el cual el cash flow (flujo de caja), pasó a ser inconmensurable".
Nota: para quienes no conozcan "La raspadita" esta es la página del juego: https://www3.labanca.com.uy/pages/juegos/raspaditas
Entes virtuales
Es en lo que se han convertido la mayoría de las empresas. Tienen un aparato muy dinámico y efectivo de comunicar noticias generalmente positivas en las que se da cuenta de operaciones de renovación de flota por miles de millones de dólares o euros; el crecimiento de su malla de servicios; su colaboración con el medio ambiente, etc. etc. etc. y allí son clientes low cost, pretendiendo que todo ello se publique "de onda".
Pero si hay alguna contingencia en la que los medios precisemos información inmediata o consulta a las representaciones locales, los gerentes no están autorizados a hablar y hay que esperar el comunicado oficial de casa matriz.
Quienes hemos vivido la época de oro del turismo y el transporte solamente tenemos este derecho, el del pataleo. Los demás fueron perdiéndose fagocitados por la tecnología.
Y lo que ya hemos expresado en alguna oportunidad recientemente: deberemos seguir subiendo a cabinas de pasajeros de aviones en los que se puede volar una puerta porque olvidaron ponerle los tornillos a los bulones y, como en esta oportunidad no se le puede echar la culpa al piloto por "falla humana", la culpa "OBVIAMENTE" es de la empresa a la que le compra el fabricante de aviones, que a su vez está supervisado por la máxima autoridad aeronáutica del mundo y esos aviones al recibirlos, son monitoreados por los técnicos de las aerolíneas que los compran. O sea...los dioses del Olimpo jamás se equivocan.
Y algo que ya está institucionalizado y se ha convertido en el remanente dramático que trae nostalgias del pasado glamoroso a bordo...
¿Pasta o poio?